Daniel   Galvalizi
Periodista
Entrevista
María Álvarez
Experta en comunicación, empresaria, autista...

«Antes la política era un teatro en silencio; ahora es un bar, todos hablan y nadie se escucha»

María Álvarez dice que el presidente español representa el nuevo modelo político de accionar «ya no como jugador de ajedrez, sino de baloncesto». Advierte de los efectos del algoritmo sobre la emocionalidad de la política y cree que parte del problema es que seguimos «con el relato del siglo XX».

María Álvarez se define como empresaria y autista.
María Álvarez se define como empresaria y autista. (@ostraperlera)

Un poco de todo y una mente arrolladora. La empresaria María Álvarez explica conceptos complejos a la velocidad de la luz mientras comenta que en su carrera ha tenido mucha diversidad: estudió periodismo, pero poco antes de poder graduarse, lo dejó. Es escritora, pero a la vez estudió mucha economía y, además, tiene una Newsletter.

Se autodefine como una «empresaria activista» que milita por el balance «económico, ecológico y social». Tiene 43 años y recuerda que es autista, lo que a su entender le ha dotado de una profundidad especial en los razonamientos.

Autora de una serie de ensayos sobre el cambio de paradigma económico llamada ‘Plutonomics’, cobró algo de fama hace un año, cuando su posteo en X (ex Twitter) sobre la carta de Pedro Sánchez pidiendo cinco días de reflexión se viralizó de tal forma que obtuvo 1,8 millones de vistas y reproducciones en varios medios. Allí señalaba que el líder del PSOE se exhibía como un político de baloncesto y no de ajedrez. En entrevista con NAIZ explica detalladamente qué quiso decir y se refiere al nuevo y complejo momento antropológico que, según ella, ha cambiado el mundo para siempre.

¿Por qué se ha puesto a investigar estos fenómenos?

Yo averiguaba por qué veía a tanta gente enfadada. Mis hijos son británicos, mi familia política es del Reino Unido y he vivido allí el referéndum de Escocia y el Brexit. Veía el malestar que apreciamos ahora en EEUU, veíamos descontento por todas partes. Un descontento que no tiene respaldo en las estadísticas porque, por ejemplo, las cifras de paro no respaldan el malestar tan grande que hubo en las elecciones de EEUU. Y un día cogí un libro que se llama ‘Capital e ideología’, de Thomas Piketty, que habla de que el crecimiento económico no existió hasta el siglo XIX. El mundo casi no cambiaba hasta ese momento y el fenómeno extraordinario empieza con la Revolución Industrial, esa dinámica de crecimiento acelerado. Estamos en la cúspide de ese proceso y lo hemos naturalizado de tal manera que creemos que el mundo seguirá creciendo indefinidamente.

Identifiqué que el grandísimo problema que tenemos es que el crecimiento que conocíamos se ha parado y, sin embargo, en el discurso mainstream eso no se ha explicado. El ejemplo más básico es que nosotros fuimos en masa a la universidad, nuestros padres pensaban que seríamos todos graduados y tendríamos esos buenos trabajos que salían por la tele, pero ese mecanismo se paró y casi todo lo que ocurre a nuestro alrededor tiene que ver con esto, el frenazo de la realidad y que no se ha traslado a un relato de comprensión. El relato sigue siendo el del siglo XX, el espacio público se sigue moviendo como si la economía fuera la de antes y los mas jóvenes tienen una vida al margen de esa economía y que resulta mucho más satisfactoria.

¿Por qué ocurre el frenazo que menciona?

Lo explico en los artículos de ‘Plutonomics’. Creo que la naturaleza de los humanos tiene prioridad en su satisfacción, que no es la economía. En una aldea humana en el año 1000 el conocimiento disponible era suficiente para satisfacer las necesidades: calentar la casa, alcanzar un hacha, ir al bosque, etc. Lo que pasó durante un periodo pequeño, desde la Revolución Industrial, es que el mercado se volvió muy eficiente dando soluciones alternativas. Te dio la posibilidad de carbón, combustible, etc, ya no había que adquirirlo por nuestra cuenta. Ahora hay muchas cosas que se hacen fuera de los mercados, gracias a internet, y un ejemplo son las plataformas de alquiler de pisos turísticos o de intercambio de casas, ni siquiera por dinero, que te permiten no ir a un hotel.

«Antes nuestra apreciación del tiempo era siempre en proyecto, pero ahora solo existe el presente»»

 

Mi argumento es que no hay un enigma de la productividad por el que la economía haya encontrado un bache sino que la Revolución Industrial fue un momento puntual de la historia que seguramente no se va a volver a repetir. Nos tenemos que preparar para un mundo diferente. Todo se basa en si forma parte o no del sistema económico, entonces se pone todo patas para arriba. La expansión del conocimiento por internet permite acceder a lo que antes no teníamos acceso. Por tanto, cada vez hay menos actividad económica de la que consideramos productiva y el hueco que deja al final se llena de actividad improductiva, como es la vivienda. Trump no puede ser la explicación de lo que está pasando en EEUU, como mucho puede ser el síntoma.

Su hilo del baloncesto tuvo 1,8 millones de visualizaciones, pese a no ser una una persona famosa. ¿Cómo se le ocurrió?

Ese hilo era parte de una idea más amplia, que a ver si publico algún día, aplicada a lo que estábamos viendo; es que ha cambiado la naturaleza del tiempo del siglo XX al XXI. Antes nuestra apreciación del tiempo era siempre en proyecto, por la misma forma en que se producían las cosas, con planes de negocio que eran a muchos años, las cosas se veían en ese tiempo lineal... Y ha habido un cambio, el tiempo ahora es solo el presente. Fíjate si ha cambiado con las redes sociales, radicalmente. La forma anterior de ver el tiempo era la del ajedrez, muy normativizado y ordenado. Pasaba lo mismo en las empresas, y ahora se está en el constante cambio. Hoy ya nadie quiere que le cuentes la proyección a cinco años, quieren ver el cash flow de hoy en las empresas. La gente que está en el mundo de la tecnología lo ve perfectamente todo esto, pero no acaba de calar en la sociedad.

¿Será eso parte del éxito de esta nueva tecno-oligarquía?

Claro. Elon Musk, por ejemplo, está todo el rato llamando la atención, se inventa otro rollo: ir a Marte, hacer un túnel, llamando la atención en el momento porque es consciente que esa forma de ver el mundo hacia el futuro ya no existe. Trump lo único que ha hecho desde que volvió al poder es llamar la atención, dice barbaridades y la gente escucha eso. Cuando ve que el foco se marcha, vuelve a llamar la atención. Sabe que al final, cuando haya que contar los tantos, si solo él ha estado en la palestra nadie puede competir con él. Es una transformación de la cualidad del tiempo que ha pasado con la aceleración del mundo por internet. Se acortan tanto los ciclos que se vuelven instantáneos. El mundo cambia tan deprisa que cuesta entenderlo.

«Cuando Trump ve que el foco se marcha, vuelve a llamar la atención. Sánchez también entiende que lo que necesita es estar en el ahora constantemente, las grandes proyecciones a futuro no tienen sentido»

Pedro Sánchez lo que estaba haciendo [con su carta pública] era quitarle el foco a Feijóo, Sánchez es una de las personas que entiende que lo que necesita es estar en el ahora constantemente, que no tiene sentido hacer grandes proyecciones a futuro. Mi hilo de X fue para trasladar una idea compleja al publico generalista.

En su análisis decía que los políticos suelen hacer movimientos de ajedrez y el de Sánchez fue de baloncesto. ¿Podría explicarlo?

La idea era que los políticos antiguos se siguen comportando como si el mundo fuera una partida de ajedrez en la que hay actores muy limitados con reglas de juego y por turnos, como ocurre en el Parlamento, donde se sabe cuándo serán los debates y quiénes intervendrán. Es una lógica de cuanto existían normas muy estables, ritmos controlados por pocos actores y solo unos cuantos medios.

Hoy estamos en una lógica en la que hay muchísimos mas actores en política, ese tablero con esas normas ha saltado por los aires. Sánchez entiende muy bien esta lógica, el mundo ya no es una partida de ajedrez sino un juego de baloncesto y en ese juego una de las cosas mas importantes es la posesión del balón. Es un juego con muchos actores donde no controlamos todo lo que está pasando y en lo que lo relevante es ser el centro del juego y tener el balón, mientras que el contrincante da igual lo que haga si no tiene el balón.

Otra forma de verlo puede ser comparar la política del siglo XX con una obra de teatro con actores y auditorio en silencio, mientras que en el siglo XXI la política es el bar, en el que no solo habla todo el mundo sino que no hay orden y nadie se escucha mucho. La gente busca en las redes sociales que le den la razón, un sesgo cognitivo muy habitual, y en eso hemos terminado por demonizar al de enfrente. Y eso genera una tendencia fuerte al odio, con mucha necesidad de autoafirmarse.

En la dinámica política, ¿las cosas irían mejor si se pensara como baloncesto, ajedrez o cómo?

Creo que al modelo de ajedrez no podemos volver, fue una cosa puntual de un momento histórico en el que solo tenían la posibilidad de hablar unos pocos y estaban de acuerdo en las normas, mientras que ahora tenemos una sociedad muchísimo mas compleja. Necesitamos herramientas para comprender esta complejidad porque si no emergen los problemas que vemos, gente que se siente excluida de la comprensión.

Creo que el modelo del baloncesto vino para quedarse, la uniformidad del mundo de antes con la gente que vivía toda la vida en el mismo sitio no existe, cada vez está mas fragmentada la audiencia, la comprensión del mundo... En las grandes ciudades se ven cada vez mas cosas que los demás no comprenden porque se mueven en círculos totalmente diferentes. Me ha sorprendido muchísimo que en los canales de Telegram de la extrema derecha, el organizador del chat suele mandar 100 mensajes diarios. Son conscientes que la gente necesita un sustrato constante y se ve mucho en los influencers, que tienen todos los días 25 novedades, alimentando esa pulsión de necesidad de input constante, y eso lo podemos ver en la política. A gente como Trump le da igual si el mensaje sale con un error, funcionan en otra clave y si hay escándalo es mejor y saben que al día siguiente no se acuerda nadie. El tiempo es el tiempo presente.

En su newsletter hablaba recientemente de TikTok como el ejemplo más visible de la mayor transformación en comunicación en 300 años. ¿Por qué?

Durante un periodo de tiempo, en que existía la imprenta y requería muchísimos recursos, hubo una concentración de los medios de comunicación en poquitas manos, solo podía trasladar mensaje el que tenía radio o periódico. Con la aparición de los blogs eso empieza a cambiar y ahora todo el mundo puede tener su propio medio. La transformación del ajedrez al baloncesto es esta: ahora hay millones de personas colocando las reglas del juego. Al final el lenguaje del buen texto escrito es una herramienta que tiene una pequeña parte de la sociedad, la gente experta en lenguaje es una pequeñísima proporción. En cambio la comunicación con lenguaje puramente visual y emocional como TikTok es de masas, sin que medie lo escrito.

«Segmentos de la sociedad que simplemente no eran tan capaces de gestionar el texto escrito de repente encuentran un canal. Eso produce un petardazo y de ahí sale lo que ocurre con la ultraderecha»

Ahora ocurre que algunos segmentos de la sociedad infrarrepresentados en el discurso publico, que simplemente no eran tan capaces de gestionar el texto escrito, esa gente de pronto encuentra un canal en el que ya no necesitan que le traduzcan las paginas de un periódico. Ha nacido una esfera de comunicación de masas que produce un petardazo y no tengo duda que lo que ocurre con la ultraderecha es por esto. Ya no está mediado por lo que son expertos en escribir, puede haber política puramente de las emociones, directas. El odio, como el amor, cuando lo pasas a lenguaje racional y escrito se tamiza, pero en el lenguaje emocional es más posible, y emergen así estos chavales de la machosfera que no se expresan muy bien, dicen tonterías a veces, no dicen grandes ideas pero generan mucha identificación.

Imposible no pensar en Trump...

Sí, Trump es esto, es el reflejo de un montón de gente que no ha encajado nunca con el estándar de la política elevada, y de pronto se pueden ver reflejados en él. El error es juzgarlo por lo que dice y no por lo que quiere decir. Para esta gente el lenguaje verbal es irrelevante, lo que están entendiendo es el lenguaje no verbal. Cuando él se mete con los migrantes, lo que está diciendo es que lo importante son los blancos, el hombre blanco es el que más merece. Él habla como una persona iletrada casi. También es el caso de Milei, aunque me parece que es más un personaje, pero es el mismo perfil, de las imágenes fuertes, frases contundentes que no se plasman en la realidad, y consigue conexión emocional.

Mencionaba lo de los gestos inconscientes del usuario en TikTok, a diferencia de las otras redes. ¿A qué se refiere?

Sí. Facebook, Twitter e Instagram se basaban en que el usuario transmita de manera consciente lo que opina de un contenido. Cuando hace like o repost, está tomando la decisión de decir algo sobre ese contenido y que eso la gente lo va a ver. Hay un acto consciente de comunicación.

«En TikTok el algoritmo no mide ya el ‘like’ sino la velocidad a la que pasas el contenido. Por eso registra las reacciones emocionales y funcionan como un tiro los vídeos de chavalas medio desnudas, que sería impensable en otra red»

Lo que introduce TikTok es que el algoritmo no mide la cantidad de veces del ‘me gusta’, sino la velocidad a la que pasas el contenido. Mover la pantalla con el dedo es un gesto que no se razona, es utilitarista y la persona no está pensando en que alguien lo verá, se hace sin pasar por la parte racional del cerebro. De pronto, una aplicación registra las reacciones emocionales al contenido. El 80% de los usuarios de internet consumen porno, pero no verás muchas reviews en Twitter o Facebook porque la gente decide racionalmente lo que quiere transmitir, sabe que sus amigos o contactos lo van a ver y eso representa su propio perfil. Sin embargo en TikTok no piensan si se quedan 2 o 3 segundos mas o menos, y por eso funcionan como un tiro los vídeos de chavalas medio desnudas, algo que sería impensable que tengan éxito en otra red social.

TikTok se habla con nuestro cerebro emocional y está creciendo a velocidad de rayo. Lo de los vídeos de TikTok se lo han comprado las otras apps, porque los mismos vídeos ahora los puedes ver en YouTube e Instagram. El algoritmo de TikTok observa los videos similares que miras. Si haces una búsqueda de un vídeo y vuelves al anterior, está pendiente no de lo que dices, sino de lo que no dices. La investigación de mercado antes se hacia preguntando a la gente y ahora se ha movido a los comportamientos no verbalizados.

Todo esto se relaciona con lo que usted llama «la paradoja de la escasez».

Sí, en el fondo es parte de lo mismo. Internet es algo gigante que no nos hemos dado cuenta de lo importantísimo que será, porque está creando un ser humano nuevo y está transformándolo todo de arriba a abajo. La política ha sido lo último y porque es el ámbito mas regulado de la vida. Esto de que se incorporen a la comunicación de masas todos esos sectores de la población que no estaban hasta hoy es inmenso. Y la gente que está muy del lado del texto escrito, que ha tenido el poder estos años, no es capaz de comprenderlo. Hay una parte importante de la población tan acostumbrada a que su código sea el único relevante que le cuesta mucho girar la cabeza y ver que está perdiendo centralidad su código.

La paradoja de le escasez de la que hablo viene de eso. Es que gente que venía del código anterior no ve que el mundo crece en un ámbito que no son capaces de medir. Ha habido una gente que ha observado el mundo desde un lugar de poder y prevalencia absoluta y no entendió que lo que podían ver era un trocito. Esa gente cada vez ve menos, la economía ve menos, quienes tenían el poder de la palabra ven menos. La percepción que tenemos de la política es de crisis y caos porque entran actores al juego que siempre estuvieron pero no tenían la palabra, y pasa en todos los ámbitos, emergen cosas que desde el poder seguimos optando por no comprender porque exigen una renuncia al poder. Para algunos es un cataclismo. Mientras no seamos capaces de verla seguiremos teniendo esta sensación de caos y miedo, de que se mueve el suelo bajo nuestros pies.

Por último: en sus perfiles aclara que es autista. ¿Por qué?

Una característica del autismo es lo del pensamiento obsesivo, uno coge un tema y prácticamente se hace una carrera para explicarlo. Es una capacidad de enfocarte en un tema al que no te habías aproximado, o cuestionar el statu quo sin que tiemble la mano porque da igual lo que piensen los demás, y el razonamiento con mucha profundidad, son todos rasgos del pensamiento autista.  Estamos acostumbrados a la visión de autismo relacionada con discapacidad intelectual pero no es así. Bill Gates es autista, por ejemplo.