«Nos alegraremos de ver a todos los que quieran festejar con nosotros la grandiosa fecha», señaló ayer el Kremlin acerca de los invitados al desfile militar que se celebra mañana en la plaza Roja para conmemorar el 80 aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria. Una treintena de dirigentes de cuatro continentes y sus principales aliados estarán allí.

Las celebraciones contarán con una amplia presencia de líderes asiáticos, continente predominante en la política exterior rusa desde su confrontación con Occidente, y africanos, con los que Rusia está intentando reforzar sus relaciones por medio de la cooperación militar.

Entre ellos destaca el mandatario chino, Xi Jinping, que hoy se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, será el único líder de un país de la UE que asista. También habrá una nutrida representación de los países que formaron parte de la URSS y combatieron el nazismo en las filas del Ejército Rojo.

Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Nicolás Maduro (Venezuela) llegaron desde América Latina. Los dos últimos fueron recibidos ayer por Putin. Maduro, al que el Kremlin ve como un «socio fiable», señaló que es un buen momento para dar «un impulso nuevo» a sus relaciones. Firmaron el Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación, cuya vigencia es de 10 años, para promover un estable desarrollo del mercado energético, impulsar el comercio y cooperar en el plano técnico-militar para garantizar la seguridad de ambos países.

De «aliado fiable» en política exterior y «socio prioritario» en el ámbito latinoamericano calificó el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a Cuba. Putin destacó la contribución cubana en la lucha contra el nazismo cerca de Leningrado y Díaz-Canel señaló que «el pueblo ruso tiene el mérito de salvar a la humanidad del fascismo».

El alto el fuego entra en vigor pese al rechazo de Kiev

El alto el fuego de tres días en Ucrania anunciado por el presidente ruso, Vladimir Putin, con ocasión de las celebraciones en Moscú por la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi, estaba previsto que entrara en vigor a medianoche pese al rechazo de Kiev, informó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov. El cese unilteral de las hostilidades regirá durante 72 horas, hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo. Además de rechazar la tregua, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que Kiev no puede garantizar la seguridad de los líderes que viajen a Moscú para reunirse con Putin.

En las horas previas a la entrada en vigor del alto al fuego continuaron los ataques mutuos entre Rusia y Ucrania. Un ataque causó en la madrugada de ayer dos muertos en Kiev, al impactar en un edificio residencial los restos de drones interceptados por las defensas ucranianas. Otros dos ataques aéreos sobre Donetsk mataron a tres personas más en Illinivka y Mirnogrado. En Rusia, el aeropuerto de Domodédovo, en el sur de la capital, se vio obligado a interrumpir temporalmente las operaciones debido a los persistentes ataques de drones ucranianos contra la región de Moscú, mientras Kiev lanzaba un nuevo asalto fronterizo contra Kursk.