El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) ha celebrado su XII Congreso, la asamblea que pidió su líder encarcelado en Imrali, Abdulah Öcalan, en un histórico llamamiento a la disolución.

En una declaración escrita emitida este viernes, la Presidencia del XII Congreso del PKK ha anunciado que la asamblea se celebró «con éxito» entre el 5 y el 7 de mayo «en las zonas de defensa de Medya», en las montañas del Kurdistán Sur, bajo la administración autónoma kurda en Irak.

Según el partido kurdo, el congreso se llevó a cabo en dos zonas diferentes de forma paralela, «con la participación de delegados y delegadas de todas las ramas del partido».

Además, señalan que el propio Abdulah Öcalan habría participado en el mismo desde la prisión, lo que supondría que Turquía habría facilitado el contacto.

Según Pervin Buldan, miembro de la delegación del partido prokudo DEM que visitió a Öçalan en prisión y transmitió su llamamiento al desarme,  probablemente se estableció una «comunicación técnica» con Öcalan, sin especificar de qué tipo de contacto se trató.

Este congreso se ha llevado a cabo precisamente a petición del líder del PKK, que el pasado 27 de marzo, en una declaración desde la isla-prisión de Imrali, donde está encarcelado desde 1999, asumió la «responsabilidad histórica» de llamar a la organización kurda a «abandonar las armas» y celebrar un congreso para acordar «disolverse» tras 40 años de conflicto armado.

Muy pronto anunciará las conclusiones

Según el comunicado del PKK, «el congreso recibió al líder Apo (sobrenombre con que en Kurdistán se conoce a Ocalan) con gran entusiasmo y respeto, y leyó y evaluó las perspectivas y propuestas presentadas». Además, se leyó y debatió un breve informe del Comité Central del PKK.

«En este marco, el XII Congreso del PKK, a petición del líder Apo, tomó decisiones de importancia histórica para el PKK», ha señalado, aunque no detalló las conclusiones y anunció una nueva comunicación en breve plazo. 

«Muy pronto se compartirá con el público información y documentos completos y detallados sobre los resultados y las decisiones del XII Congreso del PKK, una vez que se combinen los resultados de ambas áreas», ha indicado la presidencia del congreso.

El PKK declaró el pasado 1 de marzo un alto el fuego con Turquía para «facilitar el camino hacia la implementación de la paz y el desarme», tras el emplazamiento de su líder.

«El Congreso hizo un llamado a nuestro pueblo patriota y a todas las fuerzas socialistas democráticas a abrazar y vivir de acuerdo con todos los valores nacionales y democráticos que esta gran lucha de 52 años ha traído consigo», ha añadido.

Recuerdo a los mártires

Además, el comunicado añadió un recuerdo y una expresión de «gratitud a todas y todos los heroicos mártires de la lucha».

Entre ellos, menciona a Sırrı Süreyya Önder, «uno de los que más contribuyó a su preparación». Sureyya, cineasta, periodistga y diputado por el DEM en el Parlamento turco, falleció el pasado sábado y fue uno de los que promovió las últimas negociaciones entre el Gobierno turco, el movimiento kurdo y Öcalan.

«El Congreso instó a todos y a todas a trabajar juntos para lograr los objetivos de paz y una sociedad democrática de Sırrı Süreyya Önder, camarada del líder Apo durante 12 años», ha indicado. También menciona a Haki Karer, «nuestro primer mártir». Karer fue un activista kurdo compañero de Ocalan y muerto en atentado en Gaziantep en 1977. El PKK se fundó como legado de su lucha.

El DEM emplaza a no jugar con cálculos políticos

Tras el comunicado del PKK, el Comité Ejecutivo del DEM ha señalado que Turquía «atraviesa uno de los momentos más importantes y críticos en su historia reciente"» y ha apuntado que espera que las decisiones que emanen del congreso del PKK «supongan acercar el horizonte de paz tras 50 años de conflicto»

Además, ha emplazado «todas las instituciones políticas democráticas, especialmente la Gran Asamblea Nacional de Turquía –el Parlamento–, deben asumir su responsabilidad en la solución del problema kurdo y la verdadera democratización de Turquía» y ha reclamado en especial que no haya «cálculos políticos» a la hora de abordar el proceso de paz.

La preocupación del movimiento prokurdo es que Ankara, concretamente el presidente turco Recp Tayyip Erdogan, juegue con un proceso de paz como una maniobra para asegurarse el poder con una reforma constitucional y ante unas elecciones presidenciales en las que la oposición amenaza su hegemonía.

Además, de los intereses políticos de Erdogan, el 'Estado profundo' turco también juega sus bazas para consolidar a Turquía como potencia en el convulso Oriente Medio. Ambos condicionantes presentan riesgos para un proceso de paz. De hecho, el Estado turco ha acabado por dar al traste con cada proceso de paz iniciado durante más de treinta años.

Erdogan había avanzado este jueves la decisión de disolución del PKK. «El PKK se desarmará y se disolverá hoy o mañana», adelantó en una reunión en la sede del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP). «Tras ello, arrancará un nuevo proceso, un nuevo periodo para todos. La política tendrá un gran papel que jugar en esto», añadió.