
A pesar de la declarada intención de Israel de continuar la agresión contra Gaza y de dejar incluso la liberación de los prisioneros en un segundo plano, una delegación de Hamas sigue intentando rescatar la negociación y mantuvo conversaciones sobre una tregua el miércoles y el jueves en Doha, Qatar, con mediadores egipcios y qataríes. Y aunque calificó las conversaciones como «serias», no hubo «ningún progreso tangible».
Funcionarios egipcios y qataríes se reunieron dos veces con una delegación de alto nivel del movimiento palestino encabezada por Khalil al-Hayya.
El régimen sionista rompió la última tregua el 18 de marzo, reanudando las matanzas masivas, aunque había vulnerado el alto el fuego durante los dos meses que duró.
Israel ha incumplido todos los acuerdos firmados y saboteado las negociaciones, en las que rechaza un pacto que ponga fin a la guerra, mientras Hamas exige un acuerdo global y no alto el fuego puntuales.
El Gobierno israelí exige el regreso de todos los prisioneros y la desmilitarización de los grupos palestinos, pero se niega a la retirada de sus tropas. Al contrario, anuncia un plan para conquistar Gaza y desplazar de forma masiva de su población.
Con todo, espera una próxima visita de Donald Trump a Oriente Medio para anunciar algún tipo de pacto sobre la liberación de prisioneros. «No esperamos que se llegue a un acuerdo» para entonces, señalaron fuentes de Hamas.
A la vez, las milicias palestinas mantienen la resistencia a pesar de 19 meses de continuos bombardeos y devastación del territorio.
El Ejército israelí confirmó ayer la muerte de dos de sus soldados durante operaciones en el sur de la Franja, en las que también resultaron heridos otros combatientes del 605 Batallón de Ingenieros de Combate de la 188 Brigada y de la Brigada Golani. Según el recuento oficial del Ejército, 856 soldados israelíes han muerto desde que comenzó la invasión de Gaza.
El Ejército israelí espera que la expansión de su ofensiva en la Franja traiga además consigo nuevos ataques de palestinos en Cisjordania, donde Israel lleva también a cabo una campaña militar de destrucción y desplazamiento forzado de la población.
OTRO MISIL DESDE YEMEN
Fuera de Palestina, las operaciones contra Israel llegan solo desde Yemen. Los huthíes lanzaron otro misil contra el aeropuerto de Tel Aviv, que el Ejército israelí afirmó haber interceptado, mientras los huthíes sostuvieron que «logró su objetivo con éxito».
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, insinuó que el país puede atacar Irán como represalia. «Los huthíes siguen disparando misiles iraníes contra Israel. Como prometimos, responderemos con fuerza en Yemen y donde sea necesario», afirmó.
Trump quiere imponer su modelo de ayuda humanitaria
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha ordenado introducir ayuda en la Franja de Gaza a través de un nuevo esquema que prepara con Israel, utilizando grupos de mercenarios. El embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, detalló que una «fundación privada» será la encargada de distribuir ayuda «sin que Hamas pueda hacerse con ella». También aseguró que el Ejército israelí no participará directamente en esta operación, pero sí estará desplegado «en los perímetros» de los centros de reparto y tendrá voz en la logística general. La ONU ha criticado este plan por ser incapaz de garantizar los principios de imparcialidad, neutralidad e independencia, y considera que «parece estar diseñado para «restringir aún más los suministros, hasta la última caloría y el último grano de harina». La Unrwa insistió en que es imposible reemplazar su labor en Gaza.GARA

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