Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Real-Celta; noventa minutos para construir un cortafuegos que frene el incendio

La Real recibe este martes en Anoeta (20.00) a un conjunto celeste pleno de confianza que ocupa la séptima plaza. Los donostiarras necesitan una victoria que calme los ánimos y frene la espiral negativa de juego y sensaciones.

Los realistas charlan formando un círculo durante el entrenamiento de este lunes en Zubieta.
Los realistas charlan formando un círculo durante el entrenamiento de este lunes en Zubieta. (REAL SOCIEDAD)

Ya no se trata de jugar o no en Europa el curso que viene. Ni siquiera de tres puntos más o tres puntos menos. La Real necesita ahora mismo una brigada de bomberos forestales capaces de crear un cortafuegos que ponga freno al incendio que se ha generado en solo un mes.

Teniendo en cuenta que cuando se baje la persiana de este curso se va a vivir una especie de reinicio, convendría que Sergio Francisco, Erik Bretos y los jugadores que vayan a estar –los que sean, que esa será otra historia– no tengan que empezar en agosto en medio de un bosque arrasado y plagado de minas.

Ante la enésima demostración de que en el fútbol solo cuenta el presente y de que se puede pasar de héroe o villano –o viceversa– en un pestañeo, los jugadores que salten al césped frente al Celta llevarán sobre los hombros la responsabilidad de frenar la caída en barrena de un equipo que desde fuera da la sensación de estar hundido, en lo físico y en lo sicológico.

Conviene no olvidar que, aunque a veces parece que todo el mundo tiene línea directa con los despachos de Zubieta y Anoeta, la realidad es otra, y son quienes están dentro los que tienen los números y la información para al menos intuir las razones de este desplome, que posiblemente sean varias. Por ejemplo, aseguraba hoy Oyarzabal en una entrevista que los datos del rendimiento físico desmienten que el problema esté ahí. 

Habrá que ver la reacción de una afición a la que el ‘hat trick’ de Sorloth en once minutos puso definitivamente en pie de guerra, al menos en redes sociales, donde se ha pasado ya a los insultos de grueso calibre y a pedir que arda Troya, preferiblemente con todos dentro. También es cierto que las redes son un termómetro limitado y que la afición realista no es ni de lejos de las más beligerantes con los suyos, pero ahora mismo reinan el cabreo y/o la decepción.

Sin Aguerd en la lista

Imanol seguirá sin poder contar con Aguerd, que lleva renqueante desde hace semanas y que recayó el pasado sábado durante el calentamiento. En su comparecencia previa, el de Orio ha reconocido que el Atlético pasó por encima de su equipo. «Cometimos errores y mi planteamiento no fue el correcto, aunque preparé el partido con la misma ambición de siempre».

En ese sentido, ha tratado de normalizar la dolorosa derrota como parte del deporte, porque «no se trata de pedir perdón, pusimos todo de nuestra parte.  Es algo que les pasa a todos los equipos, aquí todos tienen momentos buenos y malos. No queda otra que asumirlo, me hago totalmente responsable».

Imanol ha recordado que también ha habido malas rachas en otras campañas, aunque entonces la Real gozaba de un colchón del que esta vez carecía. «Hemos surfeado la ola seis años y medio, pero ahora estamos debajo de ella y nos cuesta salir», ha indicado.

Respecto a las críticas, el técnico blanquiazul ha remarcado que «yo me tengo que aislar de lo que esté diciendo alguna gente. La respeto, pero si alguien está poniendo en duda la profesionalidad y el sacrificio de este equipo, creo que no es justo. No fue cuestión de actitud. Seguramente ha sido uno de mis peores partidos en la Real, pero ya está».

Presente o futuro

Ha rechazado asimismo que él o alguno de sus jugadores esté ya pensando más en su futuro que en la Real –en la mente de todos está el nombre de Zubimendi– y ha incidido en que «todos los entrenadores queremos regularidad y equilibrio, pero el de mañana es nuestro partido 54, y ya avisé que íbamos a pagar el peaje».  

Imanol ha subrayado que esta semana vienen dos partidos en casa y que «podemos sacar los 6 puntos y llegar con opciones a la última jornada», cuando los donostiarras visitarán a un Real Madrid que posiblemente no tenga nada en juego. «Ya hemos demostrado que somos capaces de ganar en el Bernabéu incluso con ellos jugándose algo», ha indicado, en referencia a la reciente eliminatoria de semifinales de Copa.

Parece que fue en otra vida, pero solo han transcurrido 40 días desde que llovieran los elogios por morir con las botas puestas a las puertas de la final.

En cuanto al Celta, uno de los equipos más en forma en esta recta final, ha destacado que de la mano de Claudio Giráldez «está haciendo un gran año. Todo lo que toca el entrenador aporta, cambiando el dibujo, cambiando a algunos jugadores de posición. Salvando las distancias, es el Girona de la pasada campaña. Es su momento, pero tampoco estamos tan lejos».

Los gallegos, con 6 puntos más que los donostiarras, vienen de ganar al Sevilla (3-2) a pesar de jugar toda la segunda parte con uno menos tras llegar empatados al descanso.