
El sindicato de Enfermería Satse se ha concentrado este lunes frente a la sede del Departamento de Salud del Gobierno de Lakua en Bilbo para «reivindicar soluciones a la precariedad, la falta de estabilización y la discriminación hacia este colectivo», con motivo del Día Mundial de la Enfermería.
En el transcurso de la protesta, la secretaria general del sindicato en la CAV, Amaia Mayor, ha expresado que «han transcurrido meses desde el cambio de dirección en Osakidetza y mientras vemos medidas extraordinarias para otros colectivos, no tenemos soluciones para la precariedad que sufren las enfermeras».
Mayor ha contestado a la nota emitida por el Departamento de Salud esta mañana, en la que se explicaba que los procesos atendidos por la enfermería el pasado año se han multiplicado por seis con respecto a 2019, y ha denunciado que «lo que no se ha multiplicado es la plantilla, un colectivo que habitualmente no se sustituye y no se ponen medidas compensatorias a su sobreesfuerzo», lo que considera «discriminatorio».
La secretaria general de Satse ha expresado su preocupación por la falta de estabilidad. «Este semestre se acaban 700 contratos de enfermeras que no tienen código, por lo que no se pueden estabilizar. Muchas trabajan cada día en un centro y eso dificulta el seguimiento asistencial», ha añadido.
Mayor ha reivindicado la necesidad de agilizar los procesos de contratación pública, OPEs con un número suficiente de plazas «para estabilizar y cerrar los que están en marcha». «Queremos que el Departamento tenga en cuenta nuestra opinión. En la mesa sectorial hemos tenido que condicionar nuestro apoyo a determinadas cuestiones a que se escuche la voz de las enfermeras. Estamos en el diagnóstico y en las acciones para poner solución, pero no estamos en la toma de decisiones y en los puestos de liderazgo», ha concluido.
Enfermeras resolvieron en torno a 450.000 procesos
En 2019, Osakidetza puso en marcha un nuevo modelo de gestión de la demanda en Atención Primaria, que dirige a las y los usuarios al profesional más adecuado en función de su necesidad (Medicina de Familia, Enfermería, Administración), lo que, según Salud, «mejora la atención y reduce los tiempos de acceso a una consulta sanitaria», y que tiene entre sus pilares «reforzar el rol de la enfermera».
Procesos leves que hasta entonces eran atendidos en las consultas de Medicina de Familia, (catarros, dolores de garganta, náuseas o vómitos, entre otros), ahora son resueltos por estas profesionales, que trabajan en equipo junto al resto. A lo largo de 2024, las enfermeras resolvieron en torno a 450.000 procesos de este tipo, una cifra seis veces mayor que los casos que se atendían en 2019, cuando arrancó este nuevo modelo de atención, según las cifras del Departamento de Salud.

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