El Gobierno español ha tenido este miércoles su segunda comparecencia a petición para clarificar lo ocurrido el día del apagón masivo ibérico, el pasado 28 de abril. Si hace una semana estuvo a cargo del presidente, en esta oportunidad las explicaciones las ha dado la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen.

Después del pleno de control, la ministra ha comenzado su comparecencia especial con detallado relato de lo ocurrido aquella jornada y lo hecho por el Gobierno con posterioridad, y ha informado de dos cuestiones que son los primeros datos oficiales que se desprenden de la investigación de la comisión técnica establecida el 30 de abril.

Aagesen ha dicho que según «los millones de datos analizados» hasta el momento, se puede afirmar que el inicio del apagón tuvo origen con pérdidas sucesivas de generación eléctrica «en las subestaciones de Granada, Badajoz y Sevilla», en ese orden y con la diferencia de pocos segundos. El segundo elemento de relevancia es que, de acuerdo a los técnicos en el grupo de ciberseguridad de esa comisión, se está en condiciones de asegurar que «no hubo indicios» de un ciberataque en el operador del sistema.

Tiempo y bronca

En sintonía con lo dicho por Pedro Sánchez el miércoles anterior, la vicepresidenta ha insistido en varias oportunidades en que el análisis del apagón ibérico requerirá de varios meses. «Por algo Bruselas nos ha dado hasta seis meses para este informe y el Gobierno portugués estima el tiempo en más de un año», ha señalado, y ha citado como ejemplo que en el apagón de Texas se demoró nueve meses en conocer las causas fidedignas.

En alusión a las críticas del PP y Vox, a quien sin mencionar ha criticado por parecer que «en las primeras horas ya lo tenían todo claro», ha recalcado que en el Gobierno no van «a dejar que las prisas alejen la verdad, aunque sea un análisis complejo». En su segundo turno, ha insistido: «Nos encantaría tener una respuesta rapidísima, pero es compleja, teorizar y culpabilizar y señalar con el dedo no nos acerca a la verdad».

Aagesen ha descrito al sistema energético de la Península Ibérica como «un sistema síncrono interconectado, el más grande del mundo, es una gigantesca coreografía» en la que se registran «oscilaciones entre dos partes del sistema, generadas en una y percibidas en otra». Ha ejemplificado que a veces lo que ocurre en una subestación de Turquía puede impactar en Málaga.

La ministra Aagesen ha insistido en que la respuesta a lo ocurrido «es compleja» y «señalar con el dedo no nos acerca a la verdad»

La ministra ha asegurado que hubo «fuertes oscilaciones de frecuencia» media hora antes del cero energético [algo que ya explicó Antonio Turiel en esta entrevista a NAIZ], que venían del «este y centro este» del Estado español y que allí los estabilizadores del sistema operaron con éxito. «Tras estas oscilaciones, nos acercamos a las 12:30, cuando la demanda era de 25.000 vatios, ahí vino la primera de las tres pérdidas de generación. A las 12.32 en Granada, con un segundo evento a las 12.33 en la subestación de Badajoz, y pocos segundos después, en la de Sevilla. La suma de los tres eventos acumulan una pérdida de 2,2 gigas en veinte segundos», ha explicado.

Luego ha detallado que comenzó la «desconexión en cascada y la pérdida del sincronismo entre el sistema peninsular y el continental». A las 12.44, con cero energético total, comienza la reconexión con el Estado francés, «a través del País Vasco y Catalunya, y en el sur, en Andalucía gracias a la conexión con Marruecos».

La ministra ha recordado que a los dos días del apagón masivo se estableció el «comité de análisis», del cual participan el Departamento de Seguridad Nacional de Moncloa, los ministerios de Defensa, Transición Energética y de Transformación Digital, las Fuerzas Armadas y el CNI. En esa comisión hay dos grupos de trabajo, uno técnico sobre energía y otro de ciberseguridad.

«El grupo de ciberseguridad ha analizado tres niveles: el operador del sistema, los centros de control y las instalaciones de generadores. Tras analizar el nivel uno, tengo una buena noticia: no se han hallado indicios de que el generador del sistema fuera víctima de un ciberataque. No hay indicios», ha dicho.

Con respecto al debate por la energía nuclear, que se viene colando hace días en la discusión por el apagón, especialmente impulsado por el PP y Vox, Aagesen ha dicho que el cierre gradual de las nucleares «no ha tenido nada que ver en esto puesto que el calendario de cierre empezaba en 2027, y es un calendario acordado».

Inmediatamente después, el diputado del PP y portavoz en esta comparecencia, Guillermo Mariscal, no ha tardado treinta segundos en acudir al tono bronco y embestir contra la ministra: «Esto no es un incidente, es un apagón. Usted ha venido a contarnos cómo funciona el sistema, qué poca vergüenza. Debería haber dimitido, y si usted está agarrada del sillón, Dios sabe por qué, debería haber sido cesada». Acto seguido, ha tachado de «irracional y fundamentalista» la política energética del Gobierno.

«Ustedes lo sabían, sabían que esto podía ocurrir, en el informe de auditoría de 2024 (de Red Eléctrica) lo advierten. ¿Por qué nos llevaron al filo del precipicio? Las leyes de la física derrotaron al gobierno. Han dibujado un sistema energético a su antojo, un sueño. Esta política energética es suicida», ha concluido, con una bancada del PP ovacionando de pie.

En su turno, el portavoz por Vox, José María Figaredo, ha acusado al Gobierno de «no pensar en ningún caso en el bienestar de los españoles» y de tener una «estrategia que se basa en una agenda puramente ideológica». Sin especificar argumentos, ha añadido que «la política socialista está causando muertes» y ha mezclado el debate con la presunta negativa del Ejecutivo central a limpiar el barranco del Poyo y su vínculo con la tragedia de València.

Otero (EH Bildu) ve «un buen momento para revertir lo privatizado en la larga noche neoliberal», a lo que Sagastizabal (PNV) ha replicado que «no todo lo público es eficiente ‘per se’»

Por parte de EH Bildu, Mikel Otero ha comenzado su réplica con una metáfora: «A nadie sensato se le ocurre dar cátedra de lo que pasó en un accidente de aviación sin revisar la caja negra. Sin embargo, aquí se ha escuchado de todo, y las mismas conclusiones que se dijeron el día del apagón. Nosotros no haremos eso, tenemos dudas que queremos responder».

A pesar del «ambiente hostil e hiperbólico», ha encomendado a la ministra que sea «audaz y valiente» y le ha recordado que sí es «un debate ideológico» y que se debe «cumplir con los compromisos contra la emergencia climática y descarbonizar el consumo». «Sabemos que eso presenta retos en la red, hacer inversiones, crear sistemas de almacenamiento y herramientas de estabilidad que necesitan muchas renovables», ha añadido. Los elementos críticos del sistema se deben desprender del interés privado. Este puede ser un buen momento para revertir lo que se privatizó en la larga noche neoliberal», ha dicho sobre el final.

La diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, ha criticado esas menciones «a favor de renacionalizar» empresas y enfatizado que «no todo lo público es eficiente per se». También ha sugerido «separar las funciones» que tiene Red Eléctrica y que quien «planifica y decide las inversiones» no sea a la vez el que las controla.

«Estamos en el cotilleo»

Previo a la comparecencia de Aagesen, se ha llevado a cabo la sesión de control, particularmente crispada debido a la utilización del PP de la filtración de mensajes telefónicos privados de Sánchez y la vicepresidenta María Jesús Montero con el exministro de Fomento, José Luis Ábalos, publicados en varias dosis por ‘El Mundo’.

Feijóo ha citado algunas de las frases atribuidas a Sánchez y ha dicho: «Váyase, ahorre el bochorno a los españoles». Y sobre la causa de la injerencia del presidente y su esposa en el salvataje financiero a Air Europa, y los presuntos delitos en el proceso, el líder del PP lo ha acusado de «taparlo y participar» en él.

Sánchez ha respondido que el PP quiere «ganar por agotamiento, pero en 2027 va a perder por aburrimiento». Ha dicho que en el Congreso del PP de julio, «por muchas piezas que cambien nada cambiará porque la pieza averiada» es el propio Feijóo. Y ha lamentado que en el debate parlamentario ahora estén «en el cotilleo».

Después de que Santiago Abascal, líder de Vox, obviara los mensajes y preguntara sobre las compras de gas ruso, el republicano Gabriel Rufián ha hecho una sonora advertencia a Sánchez: «¿Cómo van a seguir? Usted dice tener intenciones de estar hasta el 2031. ¿Cómo lo podrán hacer? Hay un golpe de Estado blando en marcha, una ofensiva policial, judicial y digital contra el Gobierno».