
Comienza la tradicional serpiente veraniega de rumores sobre fichajes, acrecentada en esta ocasión por la necesidad de renovar su plantilla un Real Madrid que ha acabado la campaña prácticamente en blanco y que pretende pescar en el caladero vasco incorporando a dos jugadores determinantes para Athletic y Osasuna.
Así, los mentideros deportivos ya han colocado en sus titulares los nombres de Nico Williams y Ante Budimir, llamados ambos futbolistas a reforzar el entramado ofensivo de una entidad merengue que no puede permitirse el lujo de encadenar otro curso sin subir algún trofeo a sus vitrinas.
La posible incorporación de la joven perla rojiblanca vendría a ocupar la vacante que presumiblemente va a dejar un Rodrygo cada vez más cuestionado en el entorno madridista y al que todo apunta que ya le están buscando salida, con la Premier como destino más probable.
Nico Williams tiene una cláusula de rescisión de 58 millones –su contrato expira el 30 de junio de 2027–, un importe que de ninguna manera va a negociar el Athletic, con el añadido de que exigirá el abono en pago único por un futbolista que es considerado clave no solo para el presente, sino también para el futuro deportivo del club vizcaino.
El iruindarra ya fue objeto de deseo el pasado verano por parte del Barcelona, con la idea de formar una dupla explosiva junto a Lamine Yamal –iniciaron una gran amistad a raíz de coincidir en la selección española–, pero la falta de liquidez blaugrana frustró la operación.
El gran rendimiento de Raphinha a lo largo del presente curso ha enfriado dicho interés, por lo que no parece que la entidad catalana vuelva a la carga para hacerse con los servicios de Nico Williams, quien dispone además de un importante cartel a nivel europeo, con el Arsenal como otro de los clubes que habría mostrado interés por él.
Un delantero tanque
En el caso de Budimir, el Real Madrid estaría buscando un nuevo Joselu, un delantero tanque goleador que pueda aportar otras opciones ofensivas y desatascar partidos gracias a su buen juego aéreo y último remate, además de que no genere problemas en el vestuario asumiendo el rol de teórico suplente.
El ariete croata, que siempre ha manifestado sentirse muy feliz y reconocido en Iruñea frente a las ofertas que le han tanteado para hacer las maletas en dirección a Arabia y otros conjuntos europeos, tiene una cláusula de rescisión de 20 millones, asequible para el potencial económico blanco.
Con 21 dianas ligueras superando el récord anotador de Osasuna en una sola temporada en Primera, el delantero balcánico ocupa la tercera posición del Pichichi, solo por detrás de dos monstruos goleadores como Kylian Mbappé y Robert Lewandowski.
De momento, reina la tranquilidad en Osasuna, confiado en la estabilidad deportiva y familiar que vive el cisne de Zenica en tierras navarras y también consciente de lo poco que podría intervenir en el caso de que el jugador sea tentado con una suculenta propuesta millonaria, teniendo en cuenta que podría ser su último gran contrato, ya que cumplirá 34 años el próximo julio.
A favor del club rojillo para retener a un killer que le viene proporcionando una gran cantidad de puntos con su efectividad de cara a la portería contraria está el hecho de que Budimir tiene como objetivo prioritario a medio plazo participar con Croacia en el próximo Mundial de 2026 y su llegada a un Real Madrid en el que dispondría claramente de muchos menos minutos podría restarle posibilidades de ser convocado con la selección arlequinada.

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