
Si el baloncesto andaluz, en concreto Unicaja y Betis, ha despertado este lunes 9 de junio con la sonrisa de oreja a oreja, ha sido en parte por sus entrenadores. O lo que es lo mismo, el gasteiztarra Ibon Navarro ha metido a Unicaja en semifinales de la Liga ACB tras superar en la prórroga al Barça en un dramático desempate. Mientras tanto, el técnico bilbaino Gonzalo García de Vitoria ha llevado al Betis de regreso a la propia ACB, luego de imponerse en el encuentro decisivo de la Final a Cuatro de Primera FEB por 92-97 al Fuenlabrada, también después de 45 minutos agónicos.
Un inesperado punto débil de Unicaja en este trienio en el que está sumando una cantidad ingente de títulos, se ha descubierto cuando ha ejercido de local. Los de Ibon Navarro precisaron un milagro para forzar el tiempo extra y ahí, superando los ¡37 puntos! de Kevin Punter imponerse por 97-95, con dos tiros libres de Melvin Ejim, y el tapón salvador de Kameron Taylor sobre el triple ganador de Tomas Satoransky.
Un milagro, sí, porque Unicaja caía por 75-84 a falta de un minuto y medio, y si el duelo llegó a la prórroga con empate a 84, fue porque el hispano-dominicano Tyson Pérez se negó a aceptar la derrota y lideró el parcial de 9-0 con el que el conjunto malagueño lograba el empate a 84.
Un Barça que previamente había perdido a Willy Hernangómez por ganarse una absurda técnica que le costó su quinta falta cuando el bando culé ganaba cómodamente a un Unicaja sobrepasado por el peso del favoritismo y la zona 2-3 que improvisó un Joan Peñarroya que tras la derrota de este domingo vuelve a agrandar su negra leyenda de perder siempre en los partidos de cara o cruz.
Y más tras lo sucedido en el tiempo extra: parcial de 6-0 para Unicaja, réplica blaugrana con un parcial de 2-10, con dos jugadas de «tres más uno» que encadenó Kevin Punter, Unicaja que mantiene el empate a 95 por negarse a caer, culminando la hazaña con el rebote que los dos metros pelados de Ejim sobre los 2,21 metros del exbaskonista Youssoupha Fall, sacándole la falta y clavando los tiros libres, para culminar la escena con Kameron Taylor recuperando un resbalón y llegando justo a tiempo para taponar un triple de Satoransky que pudo haberlo cambiado todo.
Capítulo aparte para Ibon Navarro, por saber gestionar una plantilla que él mismo consideraba demasiado amplia, pero sobre todo por la caballerosidad mostrada con el Barça, sobre todo a un Joan Peñarroya en el alambre, dando «respeto y honores» al rival caído en circunstancias tan crueles.
Ibon Navarro no duda en felicitar con admiración y mencionar a los jugadores lesionados del @FCBbasket
— Liga Endesa (@ACBCOM) June 8, 2025
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«Juan Núñez, Laprovittola, Jan Vesely, Chimezi Metu... Nadie se lo va a decir, pero han hecho un temporadón. Máximo respeto a los jugadores, al entrenador y su staff por lo que han hecho con todos los problemas y les lesiones de esos jugadores. Es de admirar cómo han competido hasta el último día».
De regreso a la ACB con el Betis
Mientras, la Caja Mágica de Madrid acogía este fin de semana la Final a Cuatro de ascenso de la Primera FEB a la Liga ACB, con Estudiantes, Fuenlabrada, Palencia y Betis en busca de una plaza para acompañar a San Pablo Burgos a la élite del basket. Con cuatro conjuntos con experiencia en la máxima categoría y plantillas diseñadas para el ascenso, la presión y los nervios han causado estragos, como cuando Estudiantes caía en semifinales ante Betis o la propia final entre Fuenlabrada y Betis, dirimida en favor de los sevillanos por 92-97, luego de forzar la prórroga con empate a 81 al final de los 40 minutos.
Todo un veterano de mil batallas como el brasileño Vitor Benite, autor de 24 puntos en la finalísima, fue designado MVP de la final con el bilbaino Gonzalo García de Vitoria comandando al cuadro hispalense de regreso a la élite un año después de su descenso.

Aparte de Benite, jugadores con pasado en los equipos vascos como Alex Renfroe –ex de Baskonia y Bilbao Basket–, Dino Radoncic –ex de Gipuzkoa Basket– o Álex Suárez –ex de los hombres de negro– han formado un plantel erigido para el ascenso, aunque con un técnico como García de Vitoria más curtido en la LEB Oro como primer espada –Ourense, Alacant, Burgos o Melilla han sido sus anteriores destinos–, mientras que en la ACB ha ejercido más tiempo de ayudante, por ejemplo en el Tenerife de Txus Vidorreta, que se voz cantante.
Hace diez años, García de Vitoria había logrado un ascenso a la Liga ACB, pero incapaz de que su Ourense pagara el canon de entrada en la máxima categoría, el técnico bilbaino se quedó compuesto y sin ascenso. Por eso, tras el 92-97, su euforia y desquite era tremenda.
«Hace 10 años, la ACB me lo quitó. Esto supone mucha tranquilidad, porque tenía mucha responsabilidad. Para mí es justicia poética y tranquilidad de no haber fallado a nadie», admitía el preparador vizcaino, que pudo quitarse una tremenda losa de encima a sus 54 años.

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