
La temporada del Baskonia ha acabado en los cuartos de final de los playoff de la Liga ACB, pero otros viejos conocidos de Zurbano todavía están logrando éxitos. La Lega Italiana LBA, por ejemplo, va a empezar sus finales este jueves y los dos equipos que competirán para llevarse el campeonato, Virtus Bolonia y Brescia, tienen como entrenadores a dos que han pasado por Baskonia, dejando huellas diferentes: Dusko Ivanovic y Peppe Poeta.
Un Shengelia estelar
Habíamos dejado a Dusko fichando el pasado diciembre por la Virtus en plena emergencia de resultados y de confianza. El montenegrino ha sabido mantener al menos el ambiente compacto, acabando mal la Euroliga, como de hecho había empezado con Luca Banchi, pero manteniendo una buena velocidad de crucero en la Lega italiana.
Después de una larga pelea con la revelación Trapani para la primera plaza en temporada regular, la Virtus ha logrado ser primer cabeza de serie y con ello el factor cancha para todos los play-offs.
La Virtus sufrió contra la Venezia de Spahija pero ha arrollado a Olimpia Milano, con Shengelia como martillo pilón
Después de sufrir lo imposible contra la Venezia de Neven Spahija en cuartos de final, Bolonia ha subido las revoluciones del motor aniquilando 3-1 a una decepcionante Olimpia Milano, a la que ha ganado dos veces en la capital lombarda gracias a un Toko Shengelia de lujo. El georgiano fue sin duda el mejor de la serie: canasta ganadora en el primer partido y 22 de promedio en cuanto a valoración en la serie de semifinal, jugando también de pivot en un gran duelo de estrellas contra Nikola Mirotic.
Nada nuevo sobre el potencial de Toko, líder emocional y técnico del equipo antes de, según los rumores de mercado, hacer las maletas rumbo al Barcelona. A su lado, intentando buscar espacio por encima de varios problemas físicos, está Achille Polonara, su partner in crime, como cuando los dos compartían cancha en Baskonia.
‘Peppe’ Poeta, el revulsivo
Al otro lado, otra revelación de la Lega de baloncesto italiana: la Leonessa Brescia. Por primera vez en su historia el club lombardo va a disputar la final para el título, y llega a esta cita importantísima con viento de popa.
El entrenador, a pesar de ser un debutante, es un rostro conocido en el baloncesto transalpino, porque Giuseppe ‘Peppe’ Poeta durante dos décadas fue el base revulsivo de varios equipos, incluida la misma Virtus Bolonia.
Durante 16 partidos en 2014, Poeta jugó en el Baskonia, con Sergio Scariolo (curiosamente nacido en Brescia) en el banquillo. Una temporada aquella para los gasteiztarras lastrada por lesiones y fichajes no del todo acertados.
Peppe llegó y fue al final uno de los menos malos, ganándose los aplausos de los hinchas por su desempeño mayúsculo en el derbi contra el Gipuzkoa Basket: 14 puntos y las canastas decisivas para sentenciar un encuentro que fue difícil e igualado. «Es un ejemplo en los entrenamientos y en los partidos. Los jóvenes deberían aprender de su estilo», fueron las palabras de Scariolo para definir a su pupilo.
Poeta ha llevado a Brescia a su primera final, haciendo de revulsivo como en su época de base
Después de haber jugado hasta los 37 años (ahora tiene casi 40), Poeta se retiró y casi enseguida pasó a los banquillos, acabando como primer asistente en el Olimpia Milano de Ettore Messina. Ganó la Lega la temporada pasada y se mereció la llamada de Brescia, club que iba apostando por gente joven en un proyecto que había llevado la Leonessa (símbolo de la ciudad lombarda, la ‘Leona’, por su aportación durante el proceso de unificación italiana) muchas veces a los play-off pero nunca a una final.
Poeta ha dado al equipo un toque muy personal, revulsivo como era su juego. Ha convertido de nuevo al escolta Amedeo Della Valle en un factor importante; al experimentado pivot croata Miro Bilan, en el MVP del campeonato; y ha encontrado un especialista en triples en Nikola Ivanovic y el poderío físico en Maurice Ndour.
Correr y tirar, intensidad y altos ritmos, con una plantilla no muy joven, exactamente como la Virtus. Va a ser una final muy interesante, sin duda. Y con un exbaskonista como seguro vencedor.

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