Entre gritos de ‘¡Motor!’, ‘¡Corta!’ y el bullicio característico de un set de filmación, el equipo de Millennial Mal, la nueva serie original de Filmin, producida por Tornasol Media y creada por Lorena Iglesias (quien la codirige con Andrea Jaurrieta), ha tomado la Universidad Pública de Nafarroa (UPNA) para dar vida a una comedia que promete ser un reflejo ácido y emotivo de las contradicciones generacionales.

Durante una visita al rodaje, NAIZ ha podido presenciar el caos controlado de una escena del cuarto capítulo, donde las cámaras capturaban a Judith (interpretada por la propia Iglesias), una mujer de cuarenta y tantos que, por un error burocrático, se ve inmersa en una beca universitaria destinada a menores de 30 años.

La semilla de ‘Millennial Mal’ se plantó en un momento de vulnerabilidad absurda y reveladora. Iglesias, entonces de 38 años, asistió entusiasmada a la presentación de un sello de trap solo para descubrirse como la persona más mayor del lugar. «Me invadió una vergüenza tan intensa que terminé desmayándome», confiesa. Ese instante cómico y brutal marcó un antes y después: la conciencia de haber cruzado una línea invisible generacional, mezclada con una envidia inesperada hacia la libertad de la Generación Z.

De esa experiencia nació primero un personaje cómico –una mujer adulta haciendo trap para gente de mediana edad– y luego esta serie que trasciende la parodia. «Descubrí que bajo el humor latía algo universal: el anhelo de revivir la juventud no como fue, sino como podría haber sido sin los miedos y ataduras de nuestra época», explica Iglesias.

«Poco a poco me di cuenta de que las mujeres de mi edad teníamos muchas más inseguridades y miedos por culpa del patriarcado. Así que sentí que la sociedad tiene una deuda con las mujeres de mi edad», añade.

¿Cómo habría sido su juventud sin esos miedos y presiones? ‘Millennial Mal’ explora esa fantasía, pero Iglesias también critica el «reproche de ser boomer» hacia las mujeres que envejecen. «Me parece más boomer el reproche; así sí que compras el relato neoliberal de la juventud eterna, porque todos estamos anticuados», agrega.

La serie también es un homenaje a guionistas como Tina Fey o Nora Ephron, cuyas obras enseñaron a Iglesias que «lo personal puede ser político». Con un elenco multigeneracional –incluidos Ben Yart, Flankofonki y Ane Sagües además de la humorista y guionista Isa Calderón–, el proyecto busca romper el relato patriarcal a través de conexiones entre mujeres de distintas edades.

Una mirada «fresca»

Mientras su primera serie como directora, ‘Cochinas’ (Prime Video), espera fecha de estreno, Andrea Jaurrieta ya se encuentra inmersa en el rodaje de ‘Millennial Mal’. Entre risas, confiesa que el calor iruindarra ha complicado las escenas invernales, pero el equipo ha logrado mantener el ritmo frenético que exige esta comedia de cinco episodios de treinta minutos cada uno. «El guion es muy ácido, cercano a las sitcoms de los 90», explica.

«Tomamos estereotipos clásicos —la empollona, el quarterback, los outsiders— y los traemos al presente con una mirada fresca», detalla la directora. Las referencias son claras: ‘Mean Girls’, ‘10 Things I Hate About You’ y otras comedias que fueron esenciales en la formación de Iglesias aunque en su momento se menospreciaran por ser «demasiado femeninas». El proyecto es, por tanto, «una carta de amor» a esa tradición de comedia escrita por mujeres, explican en el dossier de prensa.

Iruñea, con su universidad «preciosa» y su atmósfera de urbe mediana, terminó por encajar en la narrativa y es en la capital vasca donde se han rodado la mayoría de las escenas de la serie que pretenden que se estrene este año.

El actor nominado al Goya Vito Sanz, acaba de aterrizar al rodaje, pero resume en que todo «va genial»- «Lorena y yo ya habíamos colaborado antes en un proyecto colectivo y me fascina su universo creativo. Cuando me envió el guion, me lo devoré en un avión... ¡Me daban ataques de risa», recuerda.  «La historia habla de las mujeres de mi generación y también arroja luz sobre ciertos temas», sentencia el actor.