Los líderes de la Unión Europea (UE) ampararon las violaciones de derechos humanos que Israel comete en Palestina al «tomar nota» ayer del informe comunitario que lo confirma, pero, como estaba previsto, eludir la revisión del Acuerdo de Asociación UE-Israel. Se limitaron a decidir «seguir los debates» en julio, urgir a Israel a levantar el bloqueo que impone sobre la Franja y pedir un alto el fuego inmediato y la liberación de los prisioneros en manos de Hamas.

Lamentaron la «grave situación humanitaria» en Gaza, así como «el número inaceptable de víctimas civiles y los niveles de inanición», pero sin ninguna acción para frenar a sus responsables. Insistieron en apelar a Israel a dejar actuar a la ONU y cumplir con el derecho internacional, así como las fórmulas vacías con las que han tapado su inacción, como la «solución de los dos Estados» o el apoyo a la desprestigiada Autoridad Palestina.

La declaración del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que afeó el doble rasero de la UE y afirmó que «es más que evidente que Israel está violando el artículo 2» del Acuerdo de Asociación y por tanto la UE debería suspender el pacto «de inmediato», provocó la ira de Israel, que la consideró una postura «moralmente indefendible» y situó al Estado español «en el lado equivocado de la historia».

Por otro lado, el Consejo celebró el alto el fuego entre Israel e Irán, y pidió a las partes abstenerse de llevar a cabo acciones que conduzcan a una nueva escalada.

La declaración defendió la postura del agresor al señalar que «a Irán nunca se le debe permitir adquirir un arma nuclear y de que debe cumplir con sus obligaciones jurídicamente vinculantes en materia de salvaguardias nucleares».

Rusia, «desafío existencial» para la UE

La cumbre del Consejo Europeo acordó acelerar la consecución de capacidades militares en «plena coherencia» con la OTAN y recordó para ello que la guerra de Rusia contra Ucrania y «sus repercusiones para la seguridad europea y mundial en un entorno cambiante, constituyen un desafío existencial para la UE». El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, restó importancia para la seguridad de Rusia al acuerdo de la OTAN de aumentar al 5% del PIB el gasto en defensa para 2035. Por contra, el Kremlin denunció que los aliados de la OTAN utilizan una «supuesta amenaza» de Rusia para intentar «sacar dinero» a los ciudadanos e insistió en que Rusia «no aceptará una paz por la fuerza» en Ucrania.

Tras el encuentro con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, Donald Trump se mostró dispuesto a valorar la venta de sistemas antimisiles Patriot.

Rusia sigue avanzando lenta pero inexorablemente en Donetsk y amenaza Sumi, en Jarkov.