Sara Hussein / AFP

Rocas trituradas pueden ayudar a combatir el cambio climático y ser un negocio rentable

Mediante la Meteorización Mejorada de Rocas (MMR), grandes piedras trituradas son esparcidas en extensiones de tierra cultivada. Es un novedoso esfuerzo por combatir el cambio climático, acelerando la captura del dióxido de carbono y también un negocio de venta de créditos a empresas emisoras.

Gráfico en el que se explica el proceso de captura de dióxido de carbono.
Gráfico en el que se explica el proceso de captura de dióxido de carbono. (AFP)

La MMR busca acelerar un proceso geológico natural llamado meteorización, que consiste en la descomposición de rocas por el ácido carbónico que se forma cuando el dióxido de carbono en el aire o el suelo se disuelve en agua. El fenómeno ocurre naturalmente cuando cae lluvia sobre las rocas y el proceso puede capturar dióxido de carbono del aire o suelo como bicarbonato o piedra caliza. Para aligerarlo, se emplean rocas de meteorización rápida como el basalto, que se muelen finamente para aumentar su área de superficie.

Se trata de una tecnología relativamente nueva y hay dudas sobre cuánto carbono puede remover. Un estudio estadounidense determinó que aplicar 50 tone- ladas de basalto a una hectárea de tierra por año removería 10,5 toneladas de dióxido de carbono por hectárea en cuatro años. Sin embargo, sobre el terreno, el cálculo fue inferior al aplicar el basalto a plantaciones de palma aceitera en Malasia o de caña de azúcar en Australia.

«Las pruebas de campo indican que se ha sobreestimado la cantidad y tasa de captura», indica Paul Nelson, un científico de la Universidad James Cook que ha estudiado la MMR. La tasa depende de variables como el tipo y tamaño de roca, la humedad y calidez del clima, el tipo de suelo y el manejo del terreno. Aparte, resulta difícil medir la captura de carbono. La técnica más popular evalúa cationes, iones de carga positiva que son liberados de la roca con la meteorización. Pero dichos cationes se producen sin importar el ácido con el cual reaccionó la roca, por lo que se generan incluso sin que se capture dióxido de carbono, explica Nelson.

Eso no implica que la MMR carezca de valor, aclara Wolfram Buss, investigador de la Universidad Nacional Australiana, aunque debe ser calibrada y medida cuidadosamente. Este científico urge en la necesidad de más financiación para estudiar cómo determinar cuánto dióxido de carbono se elimina. También al añadir roca se aumenta la alcalinidad del suelo, lo que puede estimular el aumento de sus nutrientes, que repercutirá en el crecimiento de los cultivos.

Venta de créditos

Los expertos señalan que, incluso si el basalto reacciona con otros ácidos en el suelo sin capturar dióxido de carbono en esa etapa, también podría tener beneficios planetarios. Eso se debe a que los ácidos en el suelo se pueden lavar en los ríos y el mar, donde la acidificación conduce a la liberación de dióxido de carbono. Pero, si la roca neutraliza ese ácido en el suelo, «habrás evitado que se libere dióxido de carbono del agua a la atmósfera», señala Nelson. En todo caso, no está claro cuántas emisiones se evitan.

La MMA es considerada segura porque solo acelera un proceso existente en la naturaleza. No obstante, sí que algunas rocas de rápida meteorización tienen niveles elevados de metales pesados potencialmente venenosos. De cualquier forma, el principal riesgo es que una medición incorrecta sobreestime el carbono capturado.

Algunos proyectos ya están vendiendo créditos de carbono de MMR, pero si una compañía los compra para compensar sus emisiones y la captura es inferior a lo proyectado, podría derivar en mayores emisiones netas de dióxido de carbono. Dichos proyectos se han puesto en marcha en diferentes partes del mundo, como Europa, América del Norte, Latinoamérica y Asia. En concreto, un proyecto en Brasil anunció hace unos meses que había entregado los primeros créditos por la eliminación verificada de carbono mediante MMR.

Este proceso está siendo testado y utilizado en diferentes fincas agrícolas, desde plantaciones de té en Darjeeling (India), hasta campos de soja o maíz en Estados Unidos. Mati Carbon, una empresa emergente MMR en India, obtuvo este año el Premio X a la eliminación de carbono.

En diciembre, Google anunció lo que entonces era el mayor acuerdo MMR por créditos para la eliminación de 200.000 toneladas de carbono, que serían entregados en la próxima década por la empresa emergente Terradot. No se reveló el coste del proyecto, pero un acuerdo anterior de esta última con compradores que representan a varias firmas vendió 90.000 toneladas por 27 millones de dólares.