El primer largometraje de Jianjie Lin, seleccionado en la Sección Oficial del Festival de Sundance, ofrece una propuesta única que, aunque pueda recordar a ‘Parásitos’ (2019) o ‘Saltburn’ (2023), se adentra en territorios distintos. Su enigmática puesta en escena nos lleva a otros caminos, analizando de forma perversa la expectativa económica y social en China y convirtiendo la aparente calidez del hogar en un campo de batalla silencioso y calculador.

No parece fácil quebrar la estructura de una familia perfecta de la China contemporánea, pero si por un casual un nuevo miembro llega de forma inesperada, los vínculos que la unen pueden tornarse frágiles. Cuando Tu Wei se hace amigo de Shuo y lo acoge en casa, este comienza poco a poco a pasar más tiempo con ellos, aprovechándose de la culpa que sienten los padres de Wei por su condición de clase y jugando con su amabilidad para trazar de forma velada un plan para su ascenso social. 

La narrativa 

‘Breve historia de una familia’ narra cómo la llegada de un nuevo miembro a la familia provoca una transformación profunda en sus relaciones y dinámicas internas. «Siempre me ha interesado la idea de la familia. Hay tantas películas sobre este tema, así que me pregunté: ¿cuál es mi ángulo? Para mí, la familia es misteriosa», explicó Jianjie Lin en una entrevista. Esta visión única permite a los espectadores explorar la complejidad de las relaciones familiares desde una perspectiva fresca.

«Quería capturar esa sensación de misterio», dijo Lin al describir su enfoque: «Cuando era niño, veía otras familias y sus rituales me parecían enigmáticos desde afuera. En la película, trato de observar esta familia como una célula dentro de nuestra sociedad».