
El Tour no había empezado demasiado bien para Remco Evenepoel y el Soudal-Quick Step. En la primera etapa, los casi 40 segundos que perdió con respecto a sus dos principales rivales ya dolieron. Pero es que, ese día, tampoco Tim Merlier entró en el grupo que debía disputar el sprint y el golpe para el equipo fue grande. Este miércoles, sin embargo, Remco tenía la contrarreloj entre ceja y ceja, y el belga no ha fallado para llevarse la victoria.
Ha aventajado en 16 segundos a Tadej Pogacar (UAE), segundo en la crono y nuevo líder del Tour tras su victoria número 100 la víspera. Su máximo rival por el maillot amarillo, el danés Jonas Vingegaard (Visma), ha sorprendido a todo el pelotón con una 'mala' contrarreloj y ha perdido más tiempo de lo que se pensaba: 1:21 respecto a Evenepoel y 1:05 respecto al esloveno.
«Los que me conocen saben que la revancha me hace trabajar más. El tiempo que perdí me motivó todavía más que antes, quería hacer algo importante y me duele un poco que no haya podido conquistar el amarillo», ha señalado el ciclista del Soudal.
Y es que la estrella belga no ha podido enjugar los 58 segundos que tenía de desventaja con Pogacar, hazaña con la que soñaba para vestir el maillot de líder y solo le ha podido dar un «mordisco» de 16, poniéndose segundo en la general a 42. Han sido, sin lugar a duda, los dos triunfadores de la jornada.
Ambos han terminado con la resistencia de Van der Poel, lejos del nivel de sus rivales y que ha cedido 1.46 minutos. El podio de la crono lo ha completado el italiano Affini a 33 segundos, que ha estado durante mucho tiempo sentado en la silla caliente, para acabar siendo destronado.
El gran batacazo se lo ha pegado el danés Jonas Vingegaard (Visma), que venía dispuesto a superar a Pogacar. No solo no ha podido con el esloveno, sino que se ha clasificado en el puesto 13 a 1.21 de Evenepoel y 1.06 de Pogacar, una brecha que lo aleja en la general a una distancia ya preocupante, cuarto a 1.13, y con imagen débil, a diferencia de los visto en la víspera.
Kevin Vauquelin y Florian Lipowitz son otros de los corredores de la general que pueden salir satisfechos de la crono de hoy siendo quinto y sexto, respectivamente Matteo Jorgenson y Primoz Roglic, no tanto, tras ceder más de lo previsto. Y, sobre todo, ciclistas como Carlos Rodríguez, Santiago Buitrago, Enric Mas y Felix Gall, que se han dejado mucho tiempo en la crono de Caen.
Evenepoel, imparable, también sacó a relucir el arcoíris
El primero en salir del grupo de favoritos ha sido Evenepoel. El belga ha rodado de menos a más, regulando esfuerzos, calculando los sectores donde marcar las diferencias. A mitad de recorrido, km 16,4, no mejoraba los tiempos de Plapp y Affini, pero ya superaba en 12 segundos a Pogacar y en 42 a Vingegaard, el nórdico atrancado de inicio. Van der Poel ya se había despedido del maillot amarillo.
Mientras se hundía Vingegaard, Evenepoel volaba y Pogacar apretaba los dientes para alejar al danés. Ambos han salido por la puerta grande. El belga feliz celebrando su segunda victoria de etapa en el Tour y la número 64 de su palmarés, así como su «regreso» al podio general. Son dos ciclistas dueños del arcoíris y con ellos luce majestuoso.
El esloveno ya de amarillo, directo al cuarto triunfo en París, y aglutinando los tres maillots del Tour, amarillo, verde y de puntos rojos de la montaña.
Los técnicos del Visma no encuentran explicación a la decepcionante contrarreloj de Vingegaard. «No tengo explicación para lo que ha ocurrido. Antes de la contrarreloj todo iba bien y no hubo ningún problema». ha xplicado en meta Grische Niermann, director del Visma. «Sospecho que a Jonas simplemente le ha faltado fuerza. El viento no es una excusa porque eso es algo que afecta a todos. No esperábamos esto en absoluto, pero ha sucedido, y tenemos que seguir adelante. Mañana volveremos a luchar».
Vuelven las 'clásicas' con final en muro
Este jueves la sexta etapa recupera el aroma de prueba clásica con el recorrido ondulado de 201,5 km entre Bayeux y Vire Normandie. En el menú, 8 cotas, la mitad en los últimos 50, con las de Mortain (3a,1,6 km al 9,5 %), Juvigny-le-Tertre (3a, 2.2 km al 7,3 %), Saint-Michel de-Montjoie (3a, 3.7 km al 4.5 %) y Vaudry (4a, 1,2 km al 7,2).
El final espera con un aliciente que puede marcar diferencias, nada menos que un 'muro' de 700 metros al 10,2 por ciento que termina en meta. Habrá batalla y los favoritos no andarán lejos.
Una gran oportunidad para la fuga, atendiendo a las declaraciones del propio Pogacar tras la crono. «Si tenemos que mantener el maillot amarillo hasta París, puede costarnos mucho trabajo». Por lo que la de este jueves puede ser una buena opción para buscar el triunfo de etapa y alguien que vista el amarillo hasta la llegada de la alta montaña.

Acusan a Lakua de acallar a una víctima en el acto de Gernika

‘La Revuelta’ astindu du Zetak-en ikuskizunak... eta Euskararen Nazioarteko Egunean

Desalojado el instituto de Martutene, el Ayuntamiento solo realoja a la mitad en La Sirena

Solicitan inhabilitación y prisión para los policías acusados de agredir a un menor en Gasteiz
