Dabid Lazkanoiturburu
Nazioartean espezializatutako erredaktorea / Redactor especializado en internacional

Los talibanes aluden al genocidio de Gaza para eludir sus crímenes contra las mujeres

El régimen talibán de Afganistán critica la «islamofobia» y la «oportunidad» del Tribunal Penal Internacional (TPI) al ordenar la detención en pleno genocidio israelí en la Franja de Gaza de sus máximos líderes por crímenes de lesa humanidad contra las afganas.

Mujeres afganas chiíes asisten a la Ashura ante la mirada de un talibán.
Mujeres afganas chiíes asisten a la Ashura ante la mirada de un talibán. (Wakil KOHSAR | AFP)

El régimen talibán afgano rechazó las órdenes de arresto emitidas por el Tribunal Penal Internacional (TPI) contra su líder, el mullah Haibatullah Ajundzada, y el presidente del Tribunal Supremo, Abdul Hakim Haqqani, acusados de cometer crímenes de lesa humanidad contra las mujeres.

El portavoz del Gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, aseguró que «calificar las leyes de la sharia islámica de opresivas o contrarias a la humanidad, y amenazar a quienes las aplican con detenerlos y procesarlos, es una clara expresión de enemistad y odio hacia la religión pura del islam y su sistema jurídico, y es un insulto a las creencias de todos los musulmanes».

Además de atizar el victimismo islamista, el portavoz talibán se escudó en el genocidio israelí de Gaza para sortear las denuncias contra su opresivo régimen.

Así, cargó contra el TPI por tomar esta decisión mientras «el genocidio está en curso en Gaza, Palestina, por el régimen sionista israelí y sus partidarios extranjeros».

«Levantar consignas sobre los derechos humanos, la justicia (...) es una cuestión de vergüenza y desgracia (cuando) cientos de mujeres y niños son asesinados diariamente sin razón» en la Franja.

ÓRDENES DE ARRESTO DEL TPI

El TPI ha emitido órdenes de arresto contra el líder de los talibanes y el presidente del Tribunal Supremo afgano porque «han atacado específicamente a niñas y mujeres por razones de género, privándolas de derechos y libertades fundamentales».

«Además, otras personas han sido atacadas porque ciertas expresiones de sexualidad y/o identidad de género se consideran incompatibles con la política talibán en materia de género», subraya en referencia a la comunidad LGBTQI+, y agrega que estos crímenes se han cometido desde que volvieron al poder el 15 de agosto de 2021.

Las afganas tienen prohibido alzar la voz o escuchar música cantada por mujeres, según la llamada Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio. Tampoco pueden coger el transporte público sin estar acompañadas por un guardián masculino ni participar en juegos o en cualquier otra forma de entretenimiento. Las restricciones impuestas a la población femenina también incluyen la prohibición de educación secundaria a las niñas, de acceso a la universidad a las jóvenes e impedimentos al trabajo humanitario, así como la imposición de códigos de vestimenta.

Haibatullah Ajundzada es la máxima autoridad política, religiosa y militar del Emirato Islámico de Afganistán, es el Amir al-Mu'minin (Comandante de los Fieles). Su poder es absoluto y gobierna desde Kandahar, bastión talibán. Erudito islámico ultraconservador, rara vez aparece en público, como su predecesor y fundador del movimiento, el mullah Omar.

Abdul Hakim Haqqani es otro de sus fundadores. Fue el jefe del equipo negociador con los Estados Unidos de Donald Trump en Doha (Qatar) y, como presidente del Tribunal Supremo, es el responsable de aplicar la estricta interpretación de la ley sharia, que incluye castigos como las ejecuciones y las flagelaciones públicas, así como la violación de los derechos y libertades de las afganas.

Mientras las activistas en el exilio celebran públicamente la histórica orden de arresto, en Afganistán la noticia se extiende en la clandestinidad, con las mujeres afganas temerosas de nuevas represalias.



Irán aprovecha el ataque de Israel contra los refugiados afganos

El flujo de afganos que están siendo repatriados a Afganistán -país que muchos de ellos nunca han pisado porque nacieron en el exilio- desde Irán no cesa de aumentar día a día y se calcula que pueden superar los dos millones en 2025.

Miles cruzan a diario la frontera con Irán, con un pico de 50.000 personas únicamente el pasado viernes.

Los retornos son involuntarios. Algunos obedecieron la orden emitida de marzo de que todos aquellos que estuvieran en situación migratoria irregular debían abandonar el país. Pero, en realidad, esta situación se ha generalizado y las autoridades iraníes han procedido a deportaciones masivas, sobre todo después de las dos semanas de ataques de Israel y EEUU contra el país persa.

Si bien inicialmente aludieron a la mala situación económica y a que los empleos fueran para los iraníes, Teherán ha empezado a acusar a ciudadanos afganos de colaborar con el Mossad israelí.

Ha hecho lo mismo con minorías como las azerí, baluche y árabe.