Amaia  U. Lasagabaster
Kazetaria, kirol informazioan espezializatua / Periodista, especializada en información deportiva

Inglaterra alcanza la final con fe y un penaltito (2-1)

Italia, que ha disputado un gran partido, se ha adelantado con un gol de Bonansea a diez minutos del descanso. Inglaterra ha reaccionado en la reanudación aunque no ha podido empatar hasta el 96. Kelly ha aprovechado un penalti muy protestado en la prórroga para asegurar el billete a la final.

Kelly celebra el 2-1 marcado en la prórroga.
Kelly celebra el 2-1 marcado en la prórroga. (Miguel MEDINA | AFP)

Inglaterra defenderá el título en la final aunque el camino que ha recorrido para llegar a Basilea ha tenido poco que ver con el que siguió en la pasada Eurocopa. Sufrió en la fase de grupos por su derrota inicial ante Francia, se vio con dos goles en contra frente a Suecia en cuartos de final para acabar imponiéndose en la tanda de penaltis y hoy ha vuelto a bordear a eliminación contra Italia. Pero la fe, el talento y un empujoncito arbitral han podido con el cansancio propio y la resistencia de un buen rival, que se había adelantado en la primera parte con un tanto de Bonansea: Agyemang ha empatado en el 96 y un penaltito ha permitido a Kelly, quién si no, completar la remontada en la prórroga aunque para darle más emoción lo ha hecho con el rechace porque Giuliani había cortado su remate inicial.

Será la cuarta final para las Lionesses y la tercera consecutiva para Sarina Wiegman, que ha sentado en el banquillo a Carter –ovacionada por la grada cuando se ha escuchado su nombre por megafonía y también cuando ha entrado al campo con el partido a punto de acabar, tras los ataques racistas que ha sufrido– para colocar a Morgan en su lugar. Andrea Soncin, en lo que ya se ha convertido un hábito, ha dado una nueva vuelta de tuerca a su equipo, colocando esta vez a tres atrás para que Oliviero y Di Giuglielmo subieran por banda, permitiendo a Bonansea y Cantore dar también un paso adelante y acompañar a Girellli, complicando la faena a la zaga inglesa.

No es que las italianas atacaran demasiado porque el partido ha seguido el guión previsto, con Inglaterra más mandona y su rival más precavido, pero lo han hecho con mucho sentido, igual que todo lo demás. A Inglaterra le ha costado horrores llegar al área en situaciones de peligro, que principalmente han llegado con centros colgados, porque las italianas cerraban todos los huegos.

Mejor aún, han aprovechado una de sus contadas ocasiones para adelantarse en el marcador. A diez minutos del descanso, aparecía la conexión Caruso-Cantore y el centro de ésta desde la derecha le llegaba a Bonansea para que rompiera el 0-1.

Inglaterra no ha esperado para lanzarse en busca del empate aunque ha sido tras el descanso, ya con Mead en el campo por una James que estaba fundida, cuando se ha volcado definitivamente. Italia ha pasado muy malos ratos, incapaz de sacar el balón de su área y confiándose a la inspiración de Giuliani. Y parecía que le iba a funcionar porque conforme se acercaba el noventa, a las inglesas –con un día menos de descanso y una eliminatoria de cuartos muchísimo más exigente– se les iba notando el cansancio y el equipo de Soncin incluso se ha permitido salir a la contra en busca del empate. Ya sin Girelli, que se ha marchado lesionada, esa responsabilidad ha recaído principalmente en Cantore y Piemonte, que había sustituido a la capitana, aunque la ocasión más clara la ha protagonizado Severini. La recordará en mucho tiempo porque el partido marchaba ya en el 82 y ha tenido la sentencia en sus botas, en un córner rematado por Cambiaghi que se le ha escapado a Hampton pero Severini, en boca de gol, no ha acertado y el balón ha acabado quedándoselo la guardameta del Chelsea.

No ha dejado de apretar Inglaterra, que ha acabado cobrándose su recompensa en el larguísimo descuento. No andaba Kelly tan fina como en el partido contra Suecia pero sí Agyemang, que marcó entonces y ha repetido ahora. Hemp ha enviado el balón al área, Mead ha cabeceado en el primer palo y el rechace lo ha cazado la atacante del Arsenal para colocar el 1-1 en el marcador.

Todo invitaba a pensar en un chorreo de Inglaterra en la segunda parte ante un rival abatido pero Italia no ha querido encerrarse, lo que ha deparado una prórroga vibrante. En cualquier caso, las mejores ocasiones han sido para las Lionesses: Piga ha tenido que sacar un balón para Beever Jones que se ha comido Giuliani, la guardameta se ha resarcido después evitando el gol olímpico de Chloe Kelly y el larguero ha negado el segundo de Agyemang.

El partido parecía abocado a los penaltis pero solo ha habido uno. Penaltito, concretamente, por agarrón de Severini a Mead. Kelly, que siempre aparece en los momentos decisivos, ha tomado la responsabilidad y para darle más emoción a la cosa y un desenlace más cruel para Italia, Giuliani ha detenido su lanzamiento pero la propia Kelly ha aprovechado el rechace para hacer el 2-1 definitivo.

A Italia no le quedaba ni tiempo ni fuerza, la prórroga ha concluido y el campeón disputará la final el domingo en Basilea. Su rival saldrá del partido que enfrentará mañana miércoles a Alemania y España.

Inglaterra: Hampton; Bronze, Williamson (Agyemang, min.84), Morgan, Greenwood (Carter, min.120); Walsh (Clinton, min.106), Stanway (Kelly, min.77); James (Mead, min.46), Toone, Hemp; y Russo (Beever Jones, min.84).

Italia: Giuliani; Oliviero, Lenzini (Piga, min.89), Salvai, Linari, Di Giuglielmo; Caruso, Giugliano (Greggi, min.89), Bonansea (Severini, min.72); Cantore (Cambiaghi, mun.72) y Girelli (Piemonte, min.64).

Árbitra: Ivana Martincic (Croacia). Amarillas a Morgan (91’); Giuliani (74’), Linari y a su entrenador Andrea Soncin (74’).

Goles: 0-1, min.33: Bonansea. 1-1, min.95: Agyemang. 2-1, min.119: Kelly.

Incidencias: Semifinal de la Eurocopa, disputada en el Stade de Genève ante 26.539 espectadores.