
Etapa de puro trámite, pero muy entretenida, antes de llegar al adoquinado de París. El australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) ha llegado en solitario a meta tras dominar los últimos kilómetros del trazado de media montaña entre Nantua y Pontarlier, con dos puertos de cuarta categoría, uno de tercera y uno más de segunda, y final en llano. Día duro, de nuevo con lluvia, de los que no gustan al pelotón. A pesar de ello, y como era de esperar, la jornada no ha traído ningún cambio significativo en la clasificación general.
El pelotón se ha cortado desde la bajada al primer puerto, el Col de la Croix, de tercera categoría. Antes, en la cima, Tadej Pogačar ha confirmado matemáticamente el maillot de la montaña, ya que aventajaba a Jonas Vingegaard por 13 puntos cuando sólo quedaban 12 por disputarse. Por tanto, el esloveno, además del amarillo, también vestirá el maillot de topos en los Campos Elíseos.
En la cima de la Côte de Thésy (segunda categoría), el francés de TotalEnergies Jordan Jegat ha pegado un acelerón en la cabeza de carrera, al mismo tiempo que un grupo de una decena de corredores, sin grandes nombres, saltaban del pelotón. Antes de llegar a la cima del puerto de segunda, Harry Sweeny alcanzaba a Jegat y pasaba primero por la Côte de Thésy. A 54 de meta, el australiano de EF Education dejaba atrás al galo, quedándose sólo en cabeza de carrera. A pesar de no haber podido disputar la etapa, el francés ha conseguido desbancar a O’Connor del top 10 de la general.
Tras unos 30 kilómetros de tregua, la lluvia ha vuelto a hacer acto de presencia a 46 kilómetros de meta, en medio de una subida no puntuable pero exigente para los corredores a estas alturas de la carrera. Entonces, Sweeny aventajaba por 50 segundos a sus perseguidores inmediatos, mientras afrontaba la bajada con mucha confianza a pesar del aguacero que mojaba el asfalto. Una distancia que ha quedado en nada al inicio de la subida a la Côte de Longeville (cuarta categoría), cuando cinco ciclistas que habían salido al contragolpe han marcado un alto ritmo que no ha podido mantener el australiano, pero que le ha valido para llevarse el Premio de la Combatividad.
Tras los 2,5 kilómetros al 5,5% de pendiente media, y un intento de ataque fallido del español Iván Romeo, un grupo de siete corredores liderado por Romain Grégoire han coronado en cabeza el puerto de cuarta. El corredor de Besançon ha lanzado un duro ataque en la bajada a 23 de meta, respondido, entre otros, por Romeo. Ambos han ido al suelo en una curva cerrada, con peores consecuencias para el corredor vallisoletano que ha quedado visiblemente dolido tras golpearse en el costado derecho con el bordillo de la acera, mientras que el francés ha vuelto rápidamente a la carrera.
El infortunio ha sido aprovechado por Groves, Frank van den Broek (Picnic-PostNL) y Jake Stewart (Israel-Premier Tech) para formar el nuevo grupo de cabeza, a 18 kilómetros de la llegada. El australiano de Alpecin ha acelerado en solitario a 16,5 de meta, sin que ninguno de sus compañeros le hayan seguido.
Con 12 kilómetros por disputarse y 45 segundos de margen respecto al grupo perseguidor, el triunfo de Groves en Pontarlier parecía decidido, a pesar de un último intento de Van den Broek, segundo a 54 segundos, por llegar con opciones al esprint. Primera victoria para el ciclista australiano en su debut en la ronda gala, que suma a sus triunfos de etapa en la Vuelta y el Giro.

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