Kubo ha sido el encargado de abrir el marcador en el derbi amistoso de Zubieta.
Kubo ha sido el encargado de abrir el marcador en el derbi amistoso de Zubieta. (Andoni CANELLADA | FOKU)
Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Contundente y merecida victoria de la Real sobre un Osasuna con poca chispa (4-1)

La Real se ha impuesto con autoridad a Osasuna en el choque amistoso disputado esta tarde en Zubieta. Kubo, Karrikaburu, Oskarsson y Turrientes han marcado para los blanquiazules, mientras que Kike Barja ha anotado el tanto de la honrilla para los navarros (4-1).

Real y Osasuna salen este miércoles de Zubieta con sensaciones muy diferentes. Positivas para los donostiarras, con un juego fluido y gran efectividad de cara a puerta. Negativas para los rojillos, a los que ha costado un horror generar en ataque y suman una nueva derrota, tras el 0-2 frente al Huesca en Lerín.

De salida, la Real ha formado con Remiro bajo palos, Aramburu, Zubeldia, Jon Martín y Aihen en defensa; Gorrotxategi, Marín y Brais en el centro y Kubo, Barrene y Karrikaburu en ataque. Un once que, si cambiamos a Karrika por Oyarzabal y con todas las prevenciones del mundo, bien podría ser calificado de ‘titular’.

Por su parte, Lisci ha salido de arranque con Aitor Fernández en la portería, Rosier, Catena, Osambela y Bretones en la zaga, Moi Gómez, Mauro y los dos Muñoz, Iker y Víctor, en la sala de máquinas; con Oroz en la media punta y Budimir como ariete.

Con una buena entrada en Zubieta, ex como Illarramendi y De la Bella, y bastantes camisetas rojillas entre la marea blanquiazul, el partido ha arrancado con buen ritmo, no en vano, los equipos llevan ya tres semanas de pretemporada.

Eso sí, ha costado que llegaran las ocasiones, debido a la falta de finura en los metros finales. De hecho, el primer disparo entre los tres palos ha sido un zurdazo raso de Kubo en el minuto 28 que Aitor Fernández ha detenido sin apuros.

Kubo abre la espita

Era un aviso, porque trece minutos más tarde el japonés, en una jugada similar, recorte hacia adentro y disparo con su pierna buena, la ha puesto al palo largo, lejos del alcance del meta de Arrasate (1-0, m.41).  Era el premio al dominio local ante un Osasuna en el que solo Víctor Muñoz generaba peligro con su velocidad por la banda izquierda.

Tras el descanso ha llegado la oleada de cambios de Osasuna, que solo ha mantenido al portero y a Moi Gómez. En la Real, Marrero ha sustituido a Remiro, aunque diez hombres calentaban en la banda para salir de golpe.

Barrene ha tenido el segundo en sus botas con un buen disparo y una mejor respuesta de Aitor Fernández. El que ha acertado ha sido Karrika, tras una jugada iniciada por Aramburu con un balón largo a Kubo a la espalda de Juan Cruz. El nipón ha llegado hasta línea de fondo para darle el pase de la muerte al baztandarra (2-0, m.51).

Diez cambios y dos nuevos goles

El cambio múltiple de Sergio Francisco ha llegado a la hora de juego –no solo de nombres, sino también de dibujo, con un 4-4-2 con Oskarsson y Oyarzabal arriba–, y poco ha tardado el islandés en hacerse notar con un control orientado al borde del área para plantarse mano a mano. Herrando le ha derribado y el árbitro ha visto la falta dentro. El propio Oskarsson ha marcado desde los once metros ‘a lo Panenka’, un gesto que no ha gustado a los rojillos (3-0, m.62).

Los locales estaban desatados y Osasuna no lograba frenar el temporal. Rupérez –que ha salido antes que Traoré, del que dicen que podría marcharse al recién ascendido París FC– ha asistido a Turrientes para el cuarto (4-0, m.66).

Kike Barja ha anotado el de la honrilla para los visitantes con un disparo que se ha envenenado tras tocar en un defensa, imposible para Marrero (4-1, m.74). Era la primera ocasión de Osasuna digna de tal nombre.

La Real se ha quedado con diez unos minutos después por una roja a Pacheco. El navarro ha medido mal y ha derribado a Yoldi cuando ya se marchaba solo. No tiene suerte el de Elizondo, cuyo puesto es el que más suena para la llegada de un posible refuerzo. Pero incluso con uno menos las mejores ocasiones fueron para la Real.