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TEL AVIV

Reticencias del Ejército israelí a operar donde están los cautivos

Benjamin Netanyahu ha aplazado su decisión de ordenar la ampliación de la operación militar terrestre a toda la Franja de Gaza ante las reticencias del Ejército a actuar donde cree que pueden estar los cautivos israelíes, aunque desde el Gobierno aseguran que «acatará» los nuevos planes.

Un palestino se despide de un familiar al que los soldados mataron cuando buscaba comida en el cruce de Zikim.
Un palestino se despide de un familiar al que los soldados mataron cuando buscaba comida en el cruce de Zikim. (Omar AL-QATTAA | AFP)

Los principales medios israelíes adelantaban el lunes que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaba barajando la ocupación total de la Franja de Gaza ampliando la operación terrestre a las zonas donde el Ejército cree que están retenidos los israelíes que aún siguen en el enclave. Con ese objetivo estaba anunciada para ayer una reunión de su gabinete de seguridad, que quedó pospuesta a mañana. Las reticencias mostradas por el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, no por cuestionar del genocidio que sus tropas están cometiendo en el enclave palestino, sino por considerar que una operación así conllevaría más bajas militares y pondría en riesgo la vida de los prisioneros israelíes, obligó al cambio de planes.

Un día después de que más de medio millar de ex altos mandos y funcionarios de la seguridad y la Inteligencia exigieran a Netanyahu el fin de la ofensiva y un acuerdo para la liberación de los israelíes, y antes de la reunión prevista ayer para preparar una nueva fase de la ofensiva militar, el primer ministro afirmó que Israel debe «derrotar totalmente» a Hamas en Gaza para recuperar a los rehenes. «Es necesario derrotar totalmente al enemigo en Gaza, liberar a todos nuestros rehenes y asegurarse de que Gaza ya no constituya una amenaza para Israel. No abandonamos ninguna de estas misiones», dijo.

El ministro de Exteriores , Gideon Saar, expresó su respaldo a Zamir. «El jefe del Estado Mayor debe expresar su opinión profesional de forma clara e inequívoca ante la cúpula política», escribió en X.

Después tuvo que sustituir la reunión de su gabinete de seguridad por otra con la cúpula militar, en la que también participaron los ministros de Defensa, Israel Katz, y Asuntos Estratégicos y jefe del equipo negociador, Ron Dermer,con la que Netanyahu trató de convencer a los responsables militares y ganar tiempo. Tres horas después, la oficina del primer ministro aseguró que el Ejército está preparado para implementar cualquier decisión que tome el gabinete de seguridad, tal y como había dicho horas antes Katz, quien subrayó que se aseguraría de que el Ejército «acata» las órdenes políticas en Gaza. El Gobierno niega así cualquier división interna.

Medios israelíes afirmaban que mañana el gabinete de seguridad dará luz verde a la extensión de la incursión terrestre a las zonas en las que se había abstenido de hacerlo en los últimos meses «por temor a afectar a los rehenes», incluidos los campos de refugiados del centro de la Franja.

Estos movimientos en Israel coincidieron ayer con una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Israel, para tratar la cuestión de los prisioneros israelíes, pero sirvió para que se pidiera el levantamiento de las restricciones a la entrada de ayuda.

Durante la reunión de emergencia, el secretario General Adjunto de la ONU para Europa, Asia Central y las Américas, Miroslav Jenca, advirtió sobre las «consecuencias catastróficas» que podría tener una expansión de las operaciones militares en Gaza, que «es y debe seguir siendo parte integral de un futuro Estado palestino».

Unas horas antes, el portavoz de la Secretaría General, Farhan Haq, reiteró que «con la hambruna al alza, el volumen de provisiones que entran en Gaza sigue siendo insuficiente» y que la ONU y sus socios humanitarios afrontan «impedimentos» a la entrada y distribución de estas, por lo que insistió en su llamamiento al uso de «todos los puertos disponibles» para que entre más ayuda humanitaria y bienes comerciales en la Franja ante la creciente hambruna de la población palestina.

Israel permitió el lunes el ingreso de solo 95 camiones de ayuda, una cifra equivalente a apenas el 15% del mínimo de 600 camiones necesarios cada día para cubrir las necesidades básicas de la población.