
Estreno liguero de mucha dificultad para Osasuna. La escuadra navarra solo ha ganado dos veces en el Santiago Bernabéu, la última el 11 de abril de 2004. Frente a esa histórica trayectoria negativa, un factor a favor en esta ocasión es que quizás pueda pillar un tanto despistado a un Real Madrid que apenas ha dispuesto de tiempo de preparación después de disputar el Mundial de Clubes este verano.
Eso y que el bloque rojillo aterriza en el escenario merengue con un buen número de ideas futbolísticas novedosas, que ha ido asimilando a medida que avanzaba la pretemporada, aunque está por ver cómo se plasman en su primer encuentro oficial y ante un rival de tal calibre, que también estrena inquilino en su banquillo con la idea de enmendar su orfandad de títulos de la pasada campaña.
Alessio Lisci desplaza a 22 jugadores de su plantilla para tan exigente cita, con las novedades de cuatro promesas –Osambela, Mauro, Stamatakis y Chasco–, para quienes este día quedará grabado en sus memorias. La única ausencia la protagoniza el lesionado Iker Benito, a la espera también de si Jeremiah St. Juste deshoja la margarita y acepta la oferta que se le ha planteado desde la zona noble de El Sadar.
Acompañado de un séquito de representantes y allegados, el central neerlandés estuvo este pasado fin de semana en Iruñea, conociendo el club y la ciudad para sopesar si puede ser un buen lugar en el que darle continuidad a su trayectoria futbolística –un tanto frenada en los dos últimos años por sus continuas lesiones– y también en el ámbito familiar, ya que en breve será padre por primera vez.
Incorporaciones aparte, Osasuna sabe que sumar en el Bernabéu supondría el mejor espaldarazo para el inicio de lo que se espera sea la era Lisci, sobre todo teniendo en cuenta que este comienzo liguero va a tener una importante dosis de dificultad, pues sus dos siguientes compromisos serán ante Valencia y Espanyol, contrincantes que se han reforzado con criterio en el mercado veraniego y que apuntan al alza para este curso recién estrenado.
También el envite tiene el aliciente de desvelar cuál va a ser el dibujo que pone sobre el verde el preparador romano, que ha probado con defensa de cuatro y también con tres centrales durante la pretemporada, obteniendo mejores resultados al emplear esta última disposición táctica. La capacidad ofensiva del adversario también puede ser otro factor importante que incline al míster italiano a optar por ella.
Lo que no significa que el equipo navarro vaya a saltar al feudo blanco con la única intención de pertrecharse atrás, máxime teniendo en cuenta la filosofía de juego de su actual entrenador, que gusta de llevar la iniciativa en el juego. Cosa bien diferente es que el Real Madrid –Xabi Alonso también querrá agradar a la parroquia madridista en su debut– esté por la labor de dejarse dominar o incluso saque buen partido de ello, conocida su querencia a obtener sustancial provecho del contragolpe.
«Capacitado para hacer daño»
Lisci se ha mostrado optimista en su primera previa como preparador rojillo. «Me veo capacitado de hacer daño al rival, el fútbol se trata de ello», ha explicado, convencido de que los suyos llegan no al cien por cien de lo que espera de ellos, pero sí con el suficiente tono como para plantar cara a los blancos.
«Vamos a intentar que sea un equipo equilibrado, que pueda dominar todas las fases del juego. En esa dirección estamos yendo, lo que son importantes son ciertos principios. Estamos teniendo una buena evolución. Es evidente que cuando vas a campos como el Bernabéu, hay rivales de un nivel muy alto y tienes que ir ajustando cosas», ha insistido sobre dicha cuestión el míster romano.
Espera ver a «un Osasuna que sepa hacer lo que hemos trabajado. Que sea capaz de entender los momentos del partido, de saber responder al Real Madrid, tenemos que ser capaces de solventar los patrones de ellos. Que se pueda ver lo que hemos hecho estas semanas».
En este sentido, ha abundado en que «el equipo llega muy bien, por esa evolución del primer día al último. Creo que el último partido ha sido el resumen de la pretemporada, donde hemos dado nuestro mejor nivel, al igual que en los tres últimos», poniendo especial énfasis en el resultado, que es «primordial». «Nunca voy a decir que estoy contento cuando hemos perdido. Otra cosa es si tú estás mejor que el rival, algo que te acerca al final a ganar más partidos», ha ampliado.
También se ha referido a cómo ve a su adversario. «Ellos han jugado el Mundial y ahí se han podido conocer y hacer grupo. Creo que le ha servido como pretemporada. El campo dirá si es una ventaja o no», en relación a que haya dispuesto de menor tiempo de preparación.
Finalmente, interpelado por el Villarreal-Barcelona que se disputará en Estados Unidos, ha indicado que «soy de un fútbol más tradicional. Tenemos que entender que el fútbol se basa en el dinero, el cual la mayoría de las veces lo traen los patrocinadores o televisiones. Si tenemos que ir a Miami, iremos a jugar. Hay que entender y respetar las decisiones de los que mandan».

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