Kazetaria / Periodista

Zarraga versus Núñez, empate italiano en el choque entre dos exAthletic

En la primera jornada de la Serie A se han enfrentado este lunes Udinese y Verona, donde juegan los dos vascos ex futbolistas del Athletic: ha acabado 1-1, con un tiro del centrocampista al larguero.

Oier Zarraga y Unai Núñez, con sus actuales elásticas.
Oier Zarraga y Unai Núñez, con sus actuales elásticas. (AFP-Hellas Verona)

Hay futbolistas vascos jugando por todo el mundo pero se hace raro verlos uno contra otro en una de las mayores ligas europeas. Esto ha ocurrido en Italia, en la primera jornada de la Serie A, donde en este lunes de agosto en el Udinese-Verona hemos visto a Oier Zarraga y a Unai Núñez pelear en bandos distintos por la victoria. Los exjugadores del Athletic al final se han repartido los puntos, el partido ha terminado 1-1.

Udinese y Verona son dos símbolos de cómo se construyen hoy en día los equipos en la Serie A: de los 22 titulares solamente dos eran italianos, el defensa Bertola y el portero Montipò. Y tampoco ninguno de los once suplentes que han saltado al césped habían nacido en el país transalpino. La razón es muy simple: fichar a un ‘extranjero’ a nivel fiscal cuesta infinitamente menos.

Para dos equipos que se mantendrán seguramente en la segunda mitad de la clasificación, nada nuevo. Pero no hay que sorprenderse tampoco si luego la selección tiene apuros para encontrar gente buena: ya van dos ediciones sin participar en el Mundial y la tercera peligra.

Dicho esto, ¿cómo les va a los vascos? Este lunes solamente Núñez ha sido titular, dentro el 3-5-2 del Verona de Paolo Zanetti. Junto con el de Sestao atrás, dos daneses: Nelsson y Frese. A su lado, de carrillero derecho, el inglés Daniel Oyegoke. Toda gente fichada por un puñado de euros o directamente cedida, como el mismo Unai, que lleva la camiseta número 5.

Partido para aburrirse, en un agosto cálido donde los ritmos inevitablemente son mansos. ¿Se conformaría los dos equipos con el empate? Así se intuía en una primera parte sin goles y con pocas emociones.

El Verona es un club que ficha de todo el mundo, y el Udinese, el equipo de los ‘grandotes’, algunos más de dos metros. Núñez y Zarraga han dado un buen nivel

 

Si el Verona, que este año cumple el 40 aniversario de su única liga ganada, es un club que ficha desde todas partes del mundo (hay también caboverdianos, serbios, eslovacos...), el Udinese es el equipo ‘de los grandotes’. La grandísima mayoría de los jugadores mide más de 1.90, y menos mal que en verano los friulani han vendido al delantero centro Lorenzo Lucca (2.01) al Nápoles a cambio de unos 30 millones y se ha acabado el préstamo de Isaak Touré, defensa de 2.06.

Uno de estos gigantes, el central danés Kristensen (1,98), ha anotado el primer gol con un cabezazo en un córner. Minuto 8 de la segunda parte. En el 16 llega la hora de Oier Zarraga, que empieza su tercera temporada con el Udinese. En las dos anteriores ha acumulado 38 partidos y 3 goles. Su papel en la plantilla es ser sobre todo revulsivo cuando las cosas se ponen mal o cuando hay que darle algo de brillo al juego. Los bianconeri de Udine lo sacan quitando al otro ‘cerebro’ en el mediocentro, el esloveno Lovric.  
A Zarraga le tocan unos 30 minutos, más el añadido. Enseguida saca un latigazo con la derecha que el portero Montipó desvía contra el larguero. 

El ritmo del juego sube y así llega el empate del Verona, otra vez en una situación a balón parado. El tanto lo anota Suat Serdar, alemán de origen turco del Hellas.

En otras dos ocasiones antes del final del partido el larguero será protagonista, pero acaba 1-1, un empate solo «para mover la clasificación», como se dice en Italia. Los dos vascos han dado un buen nivel, las notas de los periódicos de este martes lo confirman. Leyendo ‘La Gazzetta dello Sport’ hay en las notas un 6 tanto para Zarraga («Entra con chispa») y otro para Núnez («Mantiene alta la muralla, aunque con el balón en los pies lo puede hacer mejor»).

Espadas en alto para el partido de vuelta. La liga italiana es molto longa, como todas, pero ahora más euskaldun.