Mariona Borrull
Periodista, especialista en crítica de cine / Kazetaria, zinema kritikan berezitua

Festival de Venecia: entre la elefantiasis de estrellas y la «vitrina de las vanidades»

La 82ª edición de la Biennale se inaugura este miércoles 27 de agosto con un cartel rebosante de celebridades, no pocas acusaciones de falsa equidistancia política y total falta de cine vasco.

Montaje de la alfombra en Venecia.
Montaje de la alfombra en Venecia. (Stefano RELLANDINI | AFP)

Resulta de una claridad pasmosa comprobar qué tanto sigue pesando la función de escaparate publicitario de la Mostra de Venecia, un evento nacido como reclamo turístico del fascismo. Ninguno de los tantos estrenos que el festival acogerá el primer fin de semana necesita de la contextualización por parte de la prensa, ni puede considerarse cinéfilo en tanto que reservado al nicho de interesados por el cine. George Clooney, Julia Roberts, Cate Blanchett, Laura Dern, Emma Stone, Ayo Edebiri, Amanda Seyfried… Tienen todos una película a competencia. Tras el año de silencio de Netflix, que reservó sus cartas más potentes para cuando se calmaran las aguas removidas por las huelgas de actores, continúa el idilio de Hollywood para con Alberto Barbera, director del certamen.

Baumbach, Del Toro, Bigelow, la baza de Netflix

La ‘ene’ roja encabeza el carrusel con una santísima trinidad. Por un lado, ‘Jay Kelly’ de Noah Baumbach (escrita con Emily Mortimer, en su debut como guionista) ahonda en el viaje introspectivo por Europa de un George Clooney que se autoficciona como dandi, junto a su mánager, Adam Sandler. Luego, la adaptación de Guillermo del Toro de un clásico fundacional y cierre de la trilogía del mexicano contra el padre, el ‘Frankenstein’ con Oscar Isaac y Jacob Elordi, como doctor y monstruo, respectivamente. Cierra este abanico de pre-estrenos –pues tienen todas fecha de estreno y ventanas aseguradas– el regreso de Kathryn Bigelow tras ocho años. Con ‘A House of Dynamite’, la doble oscarizada por ‘En tierra hostil’ pone a Idris Elba y Rebecca Ferguson al frente de un equipo encargado de detener un ataque con misiles contra los Estados Unidos.

Guadagnino, Herzog, Martel, a la caza

El primero en sacar el rifle será Luca Guadagnino, que en ‘Caza de brujas’ firma una sátira con Julia Roberts, Ayo Edebiri y Andrew Garfield sobre la cultura de la cancelación entre intelectuales; una comedia incómoda en el equinoccio entre ‘Una joven prometedora’ y ‘Los que se quedan’. Luego, en ‘Ghost Elephants’, Werner Herzog viste las botas de Ahab persiguiendo un grupo de elefantes por Namibia. Mientras, ‘Nuestra tierra’ de Lucrecia Martel buscará la verdad y el sentido en la crónica del asesinato del líder indígena Chocobar por parte del empresario argentino Darío Amín. La cinefilia verá este año un idilio con el documental; incluso Sofia Coppola ha querido retratar al diseñador de moda Marc Jacobs en ‘Marc By Sofia’.

Entre el homenaje y la reivindicación se mueve el León de Oro a la trayectoria para Kim Novak, que reflexionará sobre su huida de Hollywood tras la ‘Vértigo’ de Alfred Hitchcock en el diario fílmico ‘Kim Novak’s Vertigo’.

Silencio culpable y brillantina

La impecable alfombra roja de Alberto Barbera esconderá este año la falsa equidistancia del festival con respecto al genocidio en Gaza. En semanas anteriores, la Biennale ha apelado al diálogo y al entendimiento para apaciguar las demandas de denuncia firme contra las acciones del ejército israelí que expresó el colectivo V4P (Venice4Palestine), el sábado 23 en una carta abierta firmada por un centenar de cineastas, como Marco Bellocchio, Alba Rohrwacher, Ken Loach o Audrey Diwan. El colectivo pidió más tarde la retirada inmediata de la invitación a estrellas como Gerard Butler y Gal Gadot, que han defendido de forma pública y repetida las actuaciones del ejército israelí y que actúan juntos en ‘In the Hand of Dante’, de Julian Schnabel (‘La escafandra y la mariposa’), junto a Oscar Isaac, Al Pacino, John Malkovich, Martin Scorsese y Jason Momoa.

V4P acusa al festival de ser «una vitrina vacía de vanidades» y ha convocado una manifestación el sábado 30. Atentiendo a la cobardía habitual en las declaraciones de Hollywood, lo más probable es que toda reivindicación política quede en chapas con color de sandía y demás alusiones genéricas.