Asier Robles
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Del retraso en el montaje a la crónica del concierto, Urtasun da explicaciones sin autocrítica

Sin hacer autocrítica, la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun, ha defendido que la suspensión del concierto de Aste Nagusia «se reduce a que el contratista no montó a tiempo el escenario». El Ayuntamiento pagará a las artistas lo acordado, pero la penalización a la empresa no cubre todo ese gasto.

Los periodistas solo han podido seguir vía streaming la comparecencia.
Los periodistas solo han podido seguir vía streaming la comparecencia. (Monika DEL VALLE | FOKU)

La concejala delegada del Área de Igualdad y Fiestas, Itziar Urtasun, ha comparecido este jueves en la Sala de Comisiones del Ayuntamiento de Bilbo (sin periodistas) con el objetivo de informar acerca de la suspensión del primer concierto de Aste Nagusia que el día 16 de agosto iban a ofrecer Kai Nakai, Olatz Salvador y Maren en Abandoibarra. Sin hacer apenas autocrítica, y obviando deficiencias de gestión y control por parte del Gobierno municipal, se ha limitado a narrar cronológicamente los hechos y a hacer responsable de todo a la empresa de montaje. Ha negado que hubiese ningún tipo de ninguneo a las artistas.

Urtasun ha comenzado explicando que la adjudicación del montaje del escenario de Abandoibarra se hizo hace un año, el 10 de julio de 2024, a la empresa Montaketak SL con quien ha asegurado que la relación había sido, hasta la fecha, «satisfactoria y caracterizada por la profesionalidad y la ausencia de incidencias en las ediciones anteriores de Aste Nagusia». Si bien es cierto que este verano esta misma empresa ha protagonizado problemas similares en distintas fiestas, como Portugalete o Algorta, algo que la concejala no querido comentar.

Así, el miércoles 13 de agosto, llegaron a Abandoibarra dos camiones trailers con las infraestructuras del escenario para comenzar con el montaje. Según ha explicado Urtasun, el día 15 un responsable del Ayuntamiento fue a supervisar los trabajos, y «nadie le transmitió que había retrasos o problemas con dicho montaje». «Ya al día siguiente, el regidor del espacio de Abandoibarra constató que había poca gente trabajando y así se lo hizo saber a Montaketak, el cual reforzó y aumentó el personal. Al mediodía, cuando tenía que estar todo listo para que pudiese entrar la empresa de sonido e iluminación, constatamos que no estaba acabado y empezamos a pensar en un Plan B», ha relatado asegurando que Montaketak todavía no les dijo que escenario no iba a estar preparado para la noche.

«Intentamos convencerlas de tocar en la Plaza Circular, pero dijeron que no»

El Plan B, según ha explicado, se trataba en contratar un camión-escenario, pero a las 18.00 les comunican que iba a ser imposible que llegase alguno para esa noche. Ya a las 20.00, tras el txupin, la propia Urtasun se trasladó hasta Abandoibarra y estuvo en contacto con Kai Nakai. Desde el Ayuntamiento plantearon a las artistas mover los conciertos al camión-escenario de la Plaza Circular (donde estaba prevista otra actuación), pero estas lo rechazaron alegando incompatibilidad con el espectáculo que tenían preparado. «Intentamos convencerlas, pero dijeron que no», ha indicado Urtasun añadiendo que entendían la decisión.

Los grupos de la oposición han reprendido al Gobierno municipal por el insuficiente seguimiento que se hizo por parte del Ayuntamiento sobre los trabajos de montaje, pero Urtasun ha defendido la labor de su equipo, evitando cualquier autocrítica.

El 19 de agosto, Kai Nakai, Olatz Salvador y Maren publicaron una dura nota conjunta en la que denunciaban el «ninguneo» del Ayuntamiento. Decían sentirse «tristes y enfadadas» por el trato recibido y señalaron que no habían recibido ninguna disculpa ni información. Asimismo, indicaron que representantes del Ayuntamiento intentaron descargar sobre sus espaldas la cancelación del evento y también trataron de condicionar sus explicaciones públicas sobre los hechos.

«No tengo respuestas para muchas de las cosas que ellas escriben en su comunicado»

En la comparecencia de hoy, Urtasun ha defendido la gestión de su equipo para con las artistas: «No entiendo la acusación de amenazas. No las hubo», ha asegurado, añadiendo que ese día estuvo en contacto con Kai Nakai y «nos despedimos con un abrazo, ella en ningún momento me trasladó que se sentían ninguneadas o amenazadas». «No tengo respuestas para muchas de las cosas que ellas escriben en su comunicado», ha zanjado.

Por contra, la concejala ha reconocido que desde aquel día no se ha vuelto a poner en contacto con las artistas. «Me lo he planteado mucho y lo he consultado con mi equipo, pero no me he atrevido. ¿Qué le digo? ¿Disculpa?, ya hablamos ese día y ellas dijeron que el Ayuntamiento había amenazado», ha argumentado.

Penalización del 10% a la empresa, y se estudiarán daños y perjuicios

La concejala ha confirmado que las artistas cobrarán de forma «íntegra» lo estipulado en su contrato porque la suspensión del concierto no es en absoluto una responsabilidad imputable a ellas, sino consecuencia de que el escenario no estuvo listo a tiempo por causas ajenas a las artistas.

Sobre si se estudia la posibilidad de contratarlas para actuar en la próxima Aste Nagusia como un modo de resarcirlas, Urtasun ha afirmado que «queda todavía lejos, es pronto y hay todavía tiempo, porque hay que a ir paso a paso, que es lo que corresponde».

A preguntas de los grupos de la oposición, la concejala también ha confirmado que la penalización establecida es el 10% del contrato, en concreto, 8.250 euros, y que, tras la fase actual de alegaciones a la que la empresa tiene derecho, el Ayuntamiento no va a prorrogar dicho contrato.

Urtasun ha reconocido que esa penalización no cubre lo que se les va a pagar a las tres artistas, y ha indicado que el Consistorio está estudiando reclamar daños y perjuicios para cobrar una mayor indemnización a la empresa. Pero no ha confirmado si finalmente lo hará. «Eso viene después, y jurídicamente hay que atarlo todo bastante», ha indicado.

La crónica en la web, «un error informático»

Respecto a la crónica del concierto que se publicó al día siguiente en la página web del Ayuntamiento y que estuvo colgada hasta la tarde, Urtasun, con cierto nerviosismo y alegando que será el área de comunicación el que de más explicaciones, ha señalado que todo se debió a «un error informático». Ha explicado que, como se suele hacer en muchos casos, tenían la noticia preparada, y que cuando se decidió suspender el concierto, varios miembros del equipo de comunicación trataron de despublicarla pero no lo lograron hasta la tarde.

Otro error informático ha tenido lugar esta misma mañana, cuando a las 10.00 se ha cortado la retransmisión de la comparecencia de Urtasun cuando esta estaba respondiendo a las preguntas de Elkarrekin Bilbo. A la Sala de Comisiones no tienen acceso los periodistas, por lo que esa retransmisión era la única forma de seguir la comparecencia.

Respuesta de Maren, Olatz Salvador y Kai Nakai

Maren, Olatz Salvador y Kai Nakai han respondido a la edil en redes sociales, donde han aclarado que la propuesta de actuar en la plaza Circular fue solo para Kai Nakai: «En el momento en que el equipo del Ayuntamiento se dirigió a Kai Nakai, lo primero que hicieron fue proponerle a ella, y solo a ella, la posibilidad de actuar en la Circular. Kai Nakai les contestó que no le parecía ética tal propuesta, ya que el concierto era de tres artistas».

«En ningún momento se dirigieron ni mostraron ningún interés por reunirse con las tres artistas. A día de hoy seguimos sin haber tenido ninguna comunicación ni interés por parte de nadie del Ayuntamiento», añaden en un comunicado difundido en Instagram. 

E inciden en que «no hubo ninguna propuesta del Ayuntamiento para realizar un comunicado conjunto. El público se enteró de la cancelación por medio del comunicado que dimos las tres artistas, ya que el Ayuntamiento seguía sin pronunciarse y nos pareció una falta de respeto».

«Nos reafirmamos en el comunicado que ya emitimos y nos gustaría seguir adelante después de esta situación tan desagradable», concluyen.