Amaia Ereñaga
Erredaktorea, kulturan espezializatua

La muerte del ‘rey’ de la moda Giorgio Armani cierra una época

La prensa italiana lo ha despedido así, como el ‘rey de la moda’. Giorgio Armani, el diseñador fetiche, una leyenda de la moda y un icono de la elegancia atemporal, falleció este jueves a los 91 años en Milán, acompañado de su familia y de Leo Dell'Orco, su compañero durante los últimos veinte años.

Giorgio Armani, en el 2000, en una visita a Barcelona.
Giorgio Armani, en el 2000, en una visita a Barcelona. (Fotos de archivo | Europa Press)

«Con infinito pesar, el grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable motor: Giorgio Armani. El señor Armani, como siempre le han llamado con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció tranquilamente, rodeado de sus seres queridos. Incansable, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los diversos y siempre nuevos proyectos en curso y en desarrollo», comunicó este jueves la casa de moda en un comunicado.

Hace unas semanas, poco antes de cumplir 91 años, una infección pulmonar lo obligó a hospitalizarse y a convalecer en su casa de la Via Borgonuovo, en Milán, lo que le hizo perderse el desfile masculino de alta costura en junio, algo muy poco frecuente en este incansable trabajador que nunca dejó los talleres, apunta la agencia Efe. 

‘El rey Giorgio’ fue una leyenda absoluta de la moda, un icono universal del estilo contemporáneo, puso a la mujer y su libertad en el centro e inventó estilos, siempre caracterizados por su eterna elegancia. Todo indica que su sucesor será Leo Dell'Orco, hasta ahora responsable de la línea masculina. 

El camino del icono

Nació en Piacenza, cerca de Milán, en 1934. Su padre fue acusado de colaborar con el fascismo. Estudió Medicina, aunque lo dejó y trabajó como escaparatista y vendedor en la tienda La Rinascente, en Milán. Luego entró a trabajar en el taller de Nino Cerruti, uno de los creadores italianos más importantes de los años 60 y 70 y, en 1974, cuando tenía 40 años, vendió su Volkswagen Escarabajo para montar su firma y crear la pieza que marcaría su carrera, el traje desestructurado. 

Como Balenciaga, es uno de los grandes nombres de la moda. De la moda de una época, además. La diseñadora bilbaina Mercedes de Miguel así  recordaba en una entrevista en NAIZ, por qué, en sus inicios era su diseñador fetiche: «Es verdad que, durante mi primera época, fue Armani. Sobre todo, la inspiración mayor que yo tuve con Armani fue con las chaquetas, las hacía como nadie, y luego también en su utilización de los tejidos. Conseguía que fueran prendas elegantes pero, a la vez, posibles. ¿Y Balenciaga? Es que es un grande, a mí me ha inspirado en los volúmenes. Era mágico».

Porque Armani era una leyenda en vida, un icono de la elegancia. Dicen que no inventó nada, pero que lo reinventó todo. Renovó los dictados de la sastrería, adaptándola a las necesidades de una nueva sociedad, más moderna y menos encorsetada. Trasladó los códigos de la sastrería masculina a las prendas de mujer. Y creó una nueva imagen, que se extendió globalmente a través del cine: ‘American Gigoló’, con un Richard Gere ‘muy Armani’ lo encumbró y, a partir de ahí, ha vestido a todo medio Hollywood en la alfombra roja. 

Según cuenta la leyenda, un día se encontró con Gianni Versace y este le dijo: «Tú vistes a mujeres elegantes y sofisticadas, yo visto a zorras». En el año 2000, en una entrevista a ‘Vanity Fair’ en la que Armani salía del armario, dijo que la famosa frase era cierta y Donatella Versace se enfadó con él, y negó la frase.