Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

El Cabildo de Iruñea cierra la puerta de la catedral a los gigantes en plena feria medieval

El Privilegio de la Unión es una celebración que está ganando popularidad en los últimos años en Iruñea, sobre todo al calor del 600 aniversario, en 2023. Uno de los actos centrales se celebrará este lunes, donde los gigantes iban a bailar dentro de la catedral, algo a lo que el deán se ha negado.

Representación de la coronación de Carlos III, frente a la tumba del soberano en la catedral.
Representación de la coronación de Carlos III, frente a la tumba del soberano en la catedral. (Iñigo URIZ | FOKU)

La historia de Iruñea está muy ligada al poder del obispo de la ciudad desde hace mil años, concretamente desde 1076, cuando reinaba Sancho Remírez. Y a razón de lo visto este año, la capital navarra sigue sin superar esa etapa. 

En buena medida son los celos de los reyes de Nafarroa hacia el poder episcopal los que justifican la estructura en tres burgos diferentes. 

En el primer burgo y original, el de Nabarreria, el obispo tenía su catedral y una enorme ascendencia sobre los vecinos. De ahí que, en el siglo XII, los reyes fomentaran la creación de una segunda población aneja (San Cernín) trayendo nuevos pobladores (francos buena parte de ellos) y sujetándoles a unas normas (fueros) más livianas que las que existían en Nabarreria. 

Uno de los cuatro documentos originales del Privilegio de la Unión sigue en manos del arzobispo

Luego llegó un tercer burgo, el de San Nicolás, que terminó de complicar las relaciones. Las diferencias entre los vecinos de unas calles y los de otras desembocaron en rencillas y las rencillas, en violencia y en una guerra –la de 1276–. 

La unificación de las normas y la consecuente fusión de los burgos, a cargo del rey Carlos III es, precisamente, el Privilegio de la Unión. Se trata de un documento sellado por el propio rey que detalla el fuero de la ciudad el 8 de septiembre de 1423. De ese documento se conservan cuatro copias. ¿Saben quién tiene la única copia que no está en manos públicas? Sí, el arzobispo.

Pese a que Iruñea tiene una larga historia, la ciudad no posee, como tales, unas ferias medievales. Y lo cierto es que pocos edificios quedan en Alde Zaharra de aquellas épocas, salvo la propia catedral, zonas del castillo real ocultas por la carcasa de Rafael Moneo y el edificio de la Cámara de Comptos. 

El caso es que la conmemoración del Privilegio de la Unión está transformándose en una feria medieval, donde diversos grupos culturales se prestan a hacer representaciones. Y que independientemente de que lo medieval no le calce bien arquitectónicamente a la ciudad, a la gente le gustan mucho este tipo de espectáculos, los comercios de Lo Viejo han respondido y las calles se han llenado también de artesanos añadiendo ambiente.

Pero en el Arzobispado no han acogido con igual entusiasmo las conmemoraciones de la celebración laica más importante de Iruñea, donde los temas divinos quedan en segundo plano.

Este domingo se ha representado la ceremonia de coronación de Carlos III dentro de la catedral, donde los distintos estamentos le han jurado lealtad y lo han izado sobre el pavés. Pero primero la comitiva ha pasado por las calles de Alde Zaharra, donde los espectadores se contaban por miles.

Personajes de la corte toman parte del desfile medieval que ha precidido a la coronación. (Iñigo URIZ | FOKU)

En el desfile han tomado parte un centenar de figurantes, entre caballeros con cotas de malla reales, nobles, los reyes, algún bufón, miembros de la curia, con el obispo con un báculo de plástico, monjes y abades. Hasta llevaban un dragón de cartón piedra –quizás lo hayan colado como tarasca medieval– cerrando el desfile.

La organización de la representación corría a cargo de Muthiko Alaiak y de la asociación Rey de la Faba, que todos los años conmemora la costumbre de los Teobaldos de entregar el reino a un niño durante un día. Se trata, por tanto, de organizaciones sin ánimo de lucro, que sacan adelante la feria por aportar a la ciudad.

Los actos de esta tarde han transcurrido con normalidad, pero con cierto clima de tensión y evidente enfado.

Al deán, el canónigo que preside el cabildo de la Catedral, le ha sentado mal que no se le avisara de uno de los actos, por lo que ha decidido vetarlo

Porque no todos los actos planteados han sido del agrado del Cabildo catedralicio. En concreto, aquel que está previsto para este lunes junto a la tumba de Carlos III, que se encuentra en el interior de la catedral donde iban a bailar varios gigantes y el grupo municipal de dantzaris, Duguna.

NAIZ se ha puesto en contacto este domingo con fuentes del Arzobispado que señalan que al cabildo, dirigido por el deán Carlos Ayerra, le sentó mal enterarse por la prensa de estos bailes. Y que ese es el motivo por el que les ha cerrado la puerta. Y que el portazo sigue siendo firme.

No sucede, pues, que haya otro acto en ese momento en el interior del templo. Simplemente que no se les avisó, que no se habló con ellos antes del programa. Aseguran que es como si el Arzobispado hubiera programado un evento en el salón de plenos del Ayuntamiento sin avisar. 

El «rey Carlos III» siendo coronado sobe el pavés, como dicta la tradición. (Iñigo URIZ | FOKU)

Las organizaciones vetadas, Comparsa y Duguna, son dos instituciones de mucho arraigo y respeto en la ciudad. Ibon Laspeñas, presidente de la Comparsa, ha avanzado que, en respuesta, los gigantes no iban a entrar siquiera en el atrio, cumpliéndose únicamente lo acordado con el Ayuntamiento.

A la espera de ver cómo se resuelve la situación, el Privilegio no solo ha traído disfraces medievales a la ciudad, sino que ha revivido también situaciones más propias de aquella época.