El Ayuntamiento de Bilbo ha iniciado este martes los trabajos de restauración del mural vandalizado del cantón Julián Echevarría ‘Camarón’, en el Casco Viejo, obra de Juan Zarate Ibargoitia. A pesar de que inicialmente se transmitió a vecinos y comerciantes de la calle Carnicería Vieja de que era «irrecuperable», finalmente la presión social ha llevado a los responsables municipales a reconsiderar su postura.

El mural, que se pintó en 1994 en el corazón de las Siete Calles como regalo a unos comerciantes por el nacimiento de su hija Irati, se mantendrá gracias a las reclamaciones vecinales.

Unos grafittis han estado a punto de hacer desaparecer este elemento singular en las calles de Bilbo, aunque no ha sido la única agresión que ha sufrido, como cuando hace cinco años a algún responsable municipal se le ocurrió instalar una batería de contenedores junto a la pintura que representa a una cigüeña portando a un bebé con una etiqueta en la que pone ‘Ongi etorri Irati’.

¿Quién era Irati?, Irati es la niña que lleva la cigüeña en su pico. El gran artista Juan Zárate Ibargoitia pintó el mural del Cantón “Camarón” en 1994 como regalo a Toñi por su alumbramiento.
Difunde por favor para solucionar esta sinrazón .#Arategizar #zazpikaleak pic.twitter.com/WjlFcBEycB

— Carnicería Vieja (@CarniceriaVieja) December 19, 2020

Tras aparecer el grafitti, vecinos y comerciantes solicitaron que se actuase para preservar la obra.

En 1994 Juan Zarate Ibargoitia pintó un mural como regalo a unos comerciantes, por el nacimiento de su hija Irati.
31 años después, alguien ha decidido que su «arte» merece ocupar su espacio.
No es arte, ni rebeldía, ni contracultura. Sólo son egos infantiles vacíos de compromiso pic.twitter.com/wIoXhMmsju

— Jainko Barik (@Jainko_Barik) June 24, 2025

Primera valoración

En un primer momento, el pasado mes de agosto, una mujer que vecinos identifican como personal del Ayuntamiento cursó visita al cantón Julián Echevarría ‘Camarón’ para analizar el estado del mural. Su conclusión, así se lo hizo saber a las personas interesadas por su preservación, fue que «era irrecuperable», asegurando que «no se podía arreglar de ninguna manera».

La decepción por esa conclusión no hizo mella en ellas, que a través de las redes sociales informaron del caso. Y el asunto se viralizó.

Hoy ha estado un técnico del Ayuntamiento de Bilbao valorando los daños en el mural. Tras revisarlo, ha concluido que es irrecuperable. Es decir, lo cubrirán y desaparecerá para siempre.
Gracias, grafiteros. Gracias por destruir la memoria del barrio.
Vuestro ego vale mucho más. https://t.co/b0VLv7RDnh

— Jainko Barik (@Jainko_Barik) August 26, 2025

A raíz de ello, personal de una empresa especializada en la restauración evaluó su estado y barajó cómo podía recuperarse un mural que el propio Consistorio reconoce que tiene «valor e interés artístico».

Este martes una técnico ha acudido al lugar y ha llevado a cabo varias catas, al tiempo que ha procedido a retirar parte del grafitti. Además, se han solicitado fotografías de calidad de la obra que Juan Zarate Ibargoitia para ayudar en las labores de restauración.

El Ayuntamiento ha informado que como en otros trabajos de estas características, regirá el criterio de «mínima intervención», es decir, que las y los restauradores centrarán sus esfuerzos en la limpieza de los grafitis –que en algunas zonas ocultan por completo el color original de la pintura– en la medida de lo posible, para que vuelva a emerger a la superficie la pintura original.

Además, se repararán los desconchones, presentes fundamentalmente en la esquina superior derecha, para finalmente aplicar una protección a base de barniz anti-grafiti de cara a su futura conservación.