
En rueda de prensa en el certamen donostiarra, Berger, acompañado del productor Mike Goodridge, así como de Farrel y Chen, ha explicado que los dos actores interprentan a «dos almas perdidas en el mundo que se encuentran y se dan una especie de redención entre ellos».
El cineasta ha señalado que esta película tenía que rodarse en Macao, en China, «paraíso del juego». «Es el sitio más electrificante en el que he estado, te inunda los sentidos, tiene mucho color, las luces son más brillantes que en cualquier otra ciudad», ha señalado.
«Es un mundo de abundancia en el que hay un personaje perdido que tiene que encontrar su alma de nuevo, su centro espiritual, y ese contraste se da en Macao, te puedes perder en un mundo tan lleno de cosas y elecciones a tomar», ha explicado, para añadir que cada localización «encajaba» con los personajes.
Además, sobre el papel de Colin, un jugador empedernido que se refugia en Macao donde encuentra en el personaje de Chen su alma gemela, ha señalado que en el primer borrador del guion era inglés, pero hablando con él, pensó que un irlandés pretendiendo ser un aristócrata británico «era una absoluta ironía» y le pareció «una revelación» que incorporó al filme. «Me pareció muy interesante y a él también», ha señalado.
El cineasta ha señalado que conformar el reparto de una película es «como crear una familia» en la que cada uno de los miembros pueda «retroalimentarse». «Es una cuestión de confianza, de fiarse unos de otros y para eso hay que conocerse, lleva un poco de tiempo», ha señalado.
Ha añadido que, aunque la película se desarrolla en un casino, con un adicto al juego, este «no es lo más importante», sino que el filme «va sobre buscar una paz interna, buscar tu camino en un mundo lleno de muchísimas cosas».
«Es una película sobre un despertar espiritual», ha explicado, para añadir que dirigir este filme le ha «cambiado» y ha aprendido «muchísimo».
Por su parte, Farrell, preguntado por qué le diría a su personaje en esta película, ha bromeado con que le evitaría. «Echaría a correr si entra en la sala, no me fiaría de él», ha señalado, para añadir que al principio de la película le preguntaría «¿otra ronda?» y al final «¿mereció la pena?».
«Es un ser malvado, representa la pérdida del alma», ha explicado, para añadir que su personaje «ha perdido su camino, como muchos en este mundo». «Una de las cosas que más me gustó del guion es que está perdido y vive con mentiras, como los adictos, de una manera muy extrema», pero «empieza a ver el error de su vida».
Además, ha reconocido tener «una especie de TOC», ya que se obsesiona con la vida de sus personajes, «con sus situaciones y sus historias» y las imagina aunque no estén en el guion.
Por su parte, Chen ha señalado que le preguntaría a su personaje «a ver si no lamenta algo». «Mi madre me contaba que, si nunca has hecho nada mal, no tienes que temer a los fantasmas», ha señalado la intérprete china que ha apuntado que «en todas las religiones hay una moralidad y en esta película hay muchas referencias a muchos tipos de religión en el trasfondo chino».

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