Ramón Sola

M. 92: Anatomía del error que retrata a medio Osasuna y «no se repetirá»

A Osasuna se le fueron dos puntos en el descuento del partido ante el Elche por un fallo en cadena que según Alessio Lisci «no se volverá a repetir». Sergio Herrera culminó el despropósito de un tanto que pudo impedirse desde el inicio.

Abatimiento en los jugadores de Osasuna tras el empate del Elche a cuatro minutos del final.
Abatimiento en los jugadores de Osasuna tras el empate del Elche a cuatro minutos del final. (Iñigo Uriz | Foku)

«No se volverá a repetir». Así de tajante se mostró Alessio Lisci en rueda de prensa sobre el gol del empate del Elche este jueves en El Sadar, que restó dos puntos a Osasuna y rompió una racha de seis victorias seguidas en casa entre la campaña anterior y esta.

El técnico no quiso personalizar. Es evidente que todos los focos se centran sobre la extrañísima salida de Sergio Herrera, pero la anatomía de la jugada es la de un error en cadena, en tres fases y que señala directa o indirectamente a más de medio equipo (El vídeo siguiente solo recoge la parte última de la secuencia)

 

1. Un (otro) mal ataque. El 1-1 partió curiosamente de un contrataque de Osasuna para intentar sellar el partido con 2-0. Becker sale por la izquierda con balón y Raúl por la derecha. El de Surinam en ningún momento busca a su compañero. Tampoco se va al córner a perder tiempo o forzar un saque de esquina. Se la juega a algo que no está entre sus virtudes: el regate. Chust recupera el balón sin esfuerzo y puede jugar de cara.

Tiene su intrahistoria. Minutos antes se había producido una jugada casi calcada pero con los protagonistas invertidos; esa vez fue Raúl quien partió de la izquierda y pudo jugar de primeras para Becker, pero al final optó por intentar regatear y disparar, sin resultados. Al exrealista se le vio cabizbajo en ese momento por la decisión de su compañero. El caso es que ambos habían saltado al campo para intentar matar el partido a la contra... y el desenlace fue justo el contrario.

2. Una transición permitida. El Elche no es un equipo especialista en transiciones, sino en juego de posición y paciencia extrema para encontrar hueco en la zaga rival. Pero en ese minuto 92 pudo correr sin trabas. Primero es Moncayola el que tiene dos opciones de cortar la jugada, ante Álvaro Rodríguez primero y Aleix Febas después. No lo hace, quizás por impotencia física (el despliegue físico del de Garinoain había sido descomunal) pero seguramente por no ver la segunda amarilla.

Tampoco opta por la falta Kike Barja, que había salido al verde en el minuto 83 para ayudar a defender la banda derecha. El de Noain llega a tocar a Febas pero sin querer derribarlo. El medio centro del Elche logra así acercarse al área y meter el pase en profundidad.

3. Un exceso de confianza. El final de la jugada es lo más aparatoso y difícil de explicar. Boyomo, que había cuajado un partido pletórico, tiene opción de mandar el balón al limbo, lo que hubiera sido lógico viendo el minuto de juego, pero ve llegar a Sergio Herrera y razonablemente le deja recoger el balón.

Ocurre que el cancerbero de Miranda de Ebro no se caracteriza precisamente por hacer lo previsible. Esta vez deja pasar el balón, posiblemente para intentar cogerlo después tirándose al suelo o bien dejarlo salir de fondo, en ambos casos para arañar un tiempo al cronómetro. El caso es que equivoca la medición del tiempo y el espacio. Para colmo, en la salida atropella a Boyomo, con lo que los dos quedan fuera de acción. Pedrosa se encuentra solo ante la portería y no perdona.