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Expediente tras llamar «violador» en Mendizorrotza a Rafa Mir, procesado por agresión sexual

El Comité de Disciplina de la RFEF ha abierto expediente al Alavés por llamar Mendizorrotza «violador» al futbolista del Elche Rafa Mir, al que ya se le ha comunicado judicialmente que va a ser procesado por un delito de agresión sexual con empleo de violencia.

Rafa Mir trata de interponerse en el camino de Jonny, durante el partido entre Alavés y Elche en Mendizorrotza.
Rafa Mir trata de interponerse en el camino de Jonny, durante el partido entre Alavés y Elche en Mendizorrotza. (EUROPA PRESS)

El Alavés podría ser sancionado por parte del Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (RFEF), quien le ha abierto un expediente extraordinario por el cántico «Rafa Mir, violador», entonado en Mendizorrotza durante el encuentro frente al Elche.

El acta arbitral reflejó que en el minuto 69 del partido, aficionados del equipo local, identificados por su indumentaria y situados en el Fondo Polideportivo, entonaron cánticos de «Rafa Mir, violador», hecho que fue puesto en conocimiento del coordinador de seguridad del partido y del delegado de campo.

Así, se activó el protocolo antiviolencia, racismo y xenofobia y el partido estuvo detenido durante dos minutos por ese hecho. Desde la megafonía y los videomarcadores del estadio se pidió que cesaran los gritos y no se volvieron a repetir.

Se da la circunstancia coincidente de que hoy mismo se ha hecho público que el delantero murciano ha sido procesado por un delito de «agresión sexual con acceso carnal y empleo de violencia» y se le ha impuesto una fianza de 12.500 euros para hacer frente a una eventual condena, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Del mismo modo, ha sido procesado por un delito de agresión sexual el también futbolista Pablo Jara, al que se la ha impuesto una fianza de cinco mil euros. Ambos están citados para hacer una «declaración indagatoria» el próximo lunes, 13 de octubre, aunque en el caso de Mir y a petición de su abogado lo hará telemáticamente.

La instructora entiende que, de las diligencias practicadas durante la instrucción de la causa, existen indicios y no meras sospechas que apuntan a que Mir, que entonces jugaba cedido por el Sevilla en el Valencia, agredió sexualmente en dos ocasiones a una de las dos mujeres a las que él, Jara y otro amigo, habían conocido previamente en una discoteca de la capital valenciana.

Dos noches en el calabozo

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 1 de septiembre de 2024 en el domicilio de Mir en una urbanización de Bétera (Valencia), concretamente en la piscina y en un cuarto de baño.

La juez también aprecia indicios de comisión de un delito de «agresión sexual sin acceso carnal» y de un delito leve de «lesiones» por parte de Jara, respecto a una segunda mujer.

En septiembre de 2024, la Policía detuvo a Mir y a Jara tras la denuncia que presentaron dos mujeres, que aseguraron que se trasladaron a casa del futbolista después de que se conocieron en una discoteca, que Mir agredió sexualmente a una de ellas y que Jara había realizado tocamientos y agredido a la otra, tras negarse a tener relaciones sexuales con él.

Mir, que pasó dos noches detenido en el cuartel de la Guardia Civil, reconoció en su comparecencia ante la juez haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante, pero defendió que fueron consentidas.

Ambas mujeres denunciaron que, tras esos hechos, y después de conseguir zafarse de los futbolistas, estos les echaron de la casa en ropa interior y les tiraron el resto de sus vestimentas por encima de la valla.

Un vecino de la urbanización llamó a la Policía de Bétera al oír gritos y ver a las dos chicas desorientadas y en la calle.