
Siempre se dice que llegar a la cima es difícil, pero que mantenerse en ella lo es más. Eso solo lo afirman quienes llegan a la cima, porque no pocos se quedan por el camino y jamás se les olvida la dificultad insalvable que hallaron en su intento. Pero a los ganadores la resaca de la gloria y el champán los hace creer que el camino no fue menos tortuoso que el de otros rivales que no llegaron, al punto que mientras llega la derrota, sueñan con que son invulnerables, y ahí empieza a forjarse su caída. ¿Será eso lo que suceda con Oklahoma City Thunder, flamante campeón de la NBA, ahora que va a comenzar la temporadas 2025/26?
Los Golden State Warriors bien hubieran podido ganar todos los anillos en juego entre 2015 y 2019, pero en 2016 LeBron james y Kyrie Irving se les cruzaron en su camino cuando la 'Dub Nation' ganaba las Finales por 3-1. La inoportuna lesión del australiano Andrew Bogut abrió un boquete en la zona de los Warriors y LeBron se coló por ahí. En 2019, el «Doble o Nada» ideado por Masai Ujiri –fichando a Kahwi Leonard, Marc Gasol o Danny Green en el mercado de traspasos– llevó a los Toronto Raptors al anillo, 2-4 frente a unos Warriors que perdieron con sendas gravísimas lesiones a Klay Thompson y Kevin Durant, por no hablar de los tremendos problemas físicos de DeMarcus Cousins, al punto de afrontar las Finales con el equipo cogido con alfileres que caminó sus primeros pasos en la lenta decadencia.
Lo cierto es que la NBA no conoce a un rey propiamente dicho, en el sentido de que obtenga y retenga el título, por más de un año consecutivo, desde el triunfo de los Warriors de 2018, que encadenaba su título de 2017 con Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala, Kevin Durant y Draymond Green formando su «quinteto de la muerte».
Lo posterior a aquello, empezando por los Raptors y acabando por los Thunder hace escasos meses, raya entre la polifonía y el caos. Cierto que en 2020 los Lakers sumaron su anillo 17 en la «burbuja» de Orlando, que en 2024 los Celtics volvieron a tomar ventaja en el escalafón del palmarés sumando su entorchado número 18, que los Warriors tuvieron su particular 'Last Dance' con el título de 2022, pero mientras tanto en 2021 los Milwaukee Bucks sumaban su segundo anillo tras el conquista... 50 años atrás, al tiempo que Nikola Jokic y Shai Gilgeous-Alexander han conseguido que Denver y Oklahoma haya elevado sus respectivos primeros títulos de la NBA.
El batiburrillo es curioso e interesante, lo más cercano a aquellos años 70 en los que hasta ocho (!) equipos distintos ganaron un anillo –Bucks, Lakers, Knicks,,Celtics, Warriors, Washington Bullets (!), Portland Trailblazers (!) y Seattle Supersonics (!)– entre 1971 y 1979, al tiempo que, entre la repetición de los Celtics de 1968 y 1969 tuvieron que pasar ¡19 años! hasta que los Lakers encadenasen a su anillo de 1987 el de 1988, aquel 4-3 durísimo ante los Detroit Pistons, en el que fue el último anillo que lograrían los Magic Johnson, Kareem Abdur-Jabbar o James Worthy.
En estas anda, pues, la NBA de hoy, que arranca con sus primeros partidos el martes día 21, aunque en Euskal Herria será ya la madrugada del miércoles 22. Por un lado, los Oklahoma City Thunder se las verán con unos Rockets que, con Alperen Sengun y la llegada de Kevin Durant, que ha firmado por dos años a razón de 90 millones por la broma, aspiran a convertirse en una voz discordante en el Oeste.
Por el otro lado, unos Lakers sin LeBron James aquejado de ciática para dar inicio a su temporada número 23 en la mejor liga de baloncesto del mundo –y que ha puesto de uñas a unos cuantos seguidores suyos tras su «decisión de todas las decisiones», un exitoso anuncio de una marca de coñac– pero con Luka Doncic –en mucha mejor forma física que en años anteriores– se enfrentan a unos Golden State Warriors erigidos en una suerte de «gerontocracia» con Stephen Curry al mando, Jimmy Butler como su segundo de a bordo y agentes libres con miles de horas de vuelo como Al Horford, De’Anthony Melton, Gary Payon II y Seth Curry, hermano de Stephen, cortado este último para cuadrar el límite salarial del equipo de San Francisco.
Alternativas en el Este
Los Indiana Pacers, pese a la grave lesión de Tyrese Haliburton, quien se rompiera el tendón de Aquiles de su pierna derecha, tienen en su haber el hecho de llevar al límite a los Thunder en pos de su primer anillo. Luego de protagonizar unos play-offs en los que remontar desventajas tremendas fue su pan de cada día.
Sin Haliburton, a las órdenes de Rick Carlisle sigue teniendo un equipo más que apañado, pero en la encuesta que la cadena ESPN realizó en agosto no fue sino la quinta opción para imponerse en la Conferencia Este, dándoles más oportunidades a los Cleveland Cavaliers de Darius Garland y Max Strus, seguidos por los New York Knicks, Orlando Magic, con Paolo Banchero como principal referente, y unos Milwaukee Bucks que al final han conseguido retener a Giannis Antetokounmpo –y su flamante bronce en el Eurobasket con la selección griega–.
En el Este se echa de menos la inclusión de los Boston Celtics entre los favoritos, pero con Jayson Tatum fuera de combate, con el tendón de Aquiles roto, llega como una gran incógnita. Amén de la ausencia de Tatum, han dejado salir a Jrue Holiday y a Kristaps Porzingis, y pese a seguir contando con Jaylen Brown y Derrick White, han apostado por liberar espacio salarial en esta campaña pendientes del regreso de su alero estrella.
Volviendo por un instante al Oeste, los Dallas Mavericks de Anthony Davis, si es que las lesiones lo dejan en paz, más la recuperación de un veterano Kyrie Irving de una rotura del ligamento anterior cruzado, vivirán en primer plano los primeros pasos del alero Cooper Flagg en la NBA. A punto de cumplir los 19 años, se espera mucho del flamante número uno del draft, aunque obviamente, las cotas más altas de la competición aún debieran quedarle demasiado lejos.
Según la encuesta de la ESPN, los Thunder tienen más boletos que nadie para conseguir repetir el anillo, con los Denver Nuggets, los Cavs, los Rockets y los Knicks siguiéndoles las huellas a Shai Gilgeous-Alexander y compañía. Un Gilgeous-alexander que siente que aún no ha tocado techo, a pesar de haber sido capaz de romper varios récords estadísticos en los pasados play-offs, amén de guiar a su franquicia a su primer anillo.
«Siento que aún hay otro nivel al que puedo llegar», ha comentado, al punto de ponerse como ídolo a todo un Kobe Bryant. «Juego para ser mejor que Kobe. Si lo consigo o no, ya lo veremos», ha añadido.
«Cada temporada mejoras durante el verano, la liga se ajusta a ti y luego aprendes algo nuevo. Es un ciclo constante. Con el tiempo, el juego se vuelve más mental. Ya sé cómo lanzar desde cualquier punto y conseguir el tiro que quiero; ahora se trata de tiempo, resistencia y saber cuándo aprovechar el momento», ha indicado el líder de los vigentes campeones de la NBA, que no se contentan con haber llegado a la cima, sino que ahí quieren permanecer, al menos un año más.

Euskal Herriko Osborneren azken zezena lurrera bota du Ernaik

Ertzainas del ‘caso Zabarte’ dicen que los proyectiles prohibidos «se les cayeron de una bolsa»

Bazofia sintética disfrazada de noticia para hacer política facha

Un temblor de magnitud 4 con epicentro en Iruña Oka se deja sentir en buena parte de Araba
