La Euroliga, en una decisión tomada el martes pasado, ha decidido que el Maccabi de Tel Aviv y Hapoel de Tel Aviv, equipos que disputan la Euroliga 2025/26, así como el Hapeol Jerusalén, conjunto que toma parte en la Eurocup, vuelvan a disputar en Israel sus partidos como local a partir del 1 de diciembre.

Según narra el portal especializado Eurohoops.net, el Maccabi de Tel Aviv presionaba para que el regreso se programara la próxima semana, con la intención de enfrentarse al Estrella Roja La Mano de Elías en lugar del Aleksandar Nikolic Hall de Belgrado, donde juega como local y sin público desde finales de 2023, en la séptima jornada de la temporada regular de la Euroliga el día 30 de este mes. Sin embargo, los miembros de Activos Comerciales de la Euroliga –ECA– y el resto de los equipos decidieron «esperar un tiempo y monitorear la situación», por lo que el regreso será el próximo 1 de diciembre.

«No hubo oposición por parte de los clubes –en referencia a los 13 dueños de la Euroliga, incluyendo Saski Baskonia–, y la decisión de que la Euroliga de Baloncesto volviera a Israel fue unánime. Sin embargo, no se realizó ninguna votación», detalla la pieza del citado portal de Internet.

En lo que al calendario de Saski Baskonia se refiere, no tendrá que pasar el trago de tener que pisar territorio israelí. El club gasteizarra rendirá visita al Hapoel en la undécima jornada, el 11 de noviembre en Bulgaria, y al Maccabi dos días más tarde, el 13 de noviembre, en Belgrado.

«Optimismo y esperanza»

Según el comunicado de prensa de la Euroliga, «los clubes miembros de Euroleague Commercial Assets (ECA) se reunieron para debatir la situación actual en Israel y Gaza, tras el reciente anuncio de alto el fuego y las iniciativas de paz. La reunión también abordó la posibilidad de retomar los partidos de la Euroliga y la BKT EuroCup en Israel, tras su traslado a sedes neutrales desde octubre de 2023».

«Tras una deliberación exhaustiva, los clubes de la ECA acordaron la propuesta de fijar el 1 de diciembre de 2025 como fecha para la reanudación de los partidos en Israel. Hasta entonces, Euroleague Basketball seguirá de cerca la evolución de los acontecimientos, se mantendrá en estrecho contacto con las autoridades locales y extranjeras, los equipos visitantes y todas las organizaciones pertinentes, incluidas la ELPA, la EHCB y la UEBO, y garantizará que la seguridad y el bienestar de todos los involucrados sigan siendo la máxima prioridad», continúa el comunicado.

«Euroleague Basketball y sus clubes participantes acogen con optimismo y esperanza el reciente plan de paz. La organización reafirma su convicción en el poder del baloncesto para unir a las personas y las comunidades, y su compromiso de contribuir a la paz a través de los valores compartidos del deporte, el respeto y la unidad», finaliza el mismo.

La cruda realidad

Incluso con el alto el fuego vigente, las muertes de palestinos en Gaza –y Cisjordania– a manos del Ejército israelí no cesan. La cruda realidad parece estar a varias galaxias de distancia respecto de un mensaje con aires autojustificativos después de dos años de tímidas peticiones de expulsión de los equipos israelíes de la Euroliga y la Eurocup, con la consecuencia de tener que acoger a los conjuntos israelíes en partidos a puerta cerrada.

Lejos quedan declaraciones como el diputado general de Araba, Ramiro González, cuando solicitaba que Maccabi y Hapoel de Tel Aviv fueran expulsados de la Euroliga, por más que él mismo se dedicara a poner paños calientes a su primigenia petición, argumentando que «si bien el Buesa Arena, propiedad de la Diputación de Araba, el uso está cedido al Baskonia, quien tampoco puede impedir la participación» de los equipos israelíes porque eso está en manos de los organismos deportivos internacionales y del Gobierno español».

El manager general de Saski Baskonia, Félix Fernández, ya puso sobre la pista que aquella petición iba a quedar en agua de borrajas. Dejó claro que la postura del club está alineada con la posición de la Euroliga, que «permite que estos equipos jueguen». En este punto, apostillaba que el Maccabi «es además accionista».

También es propietario de la máxima competición del baloncesto continental el CSKA de Moscú y fue expulsado de la competición en 2022 tras la invasión de Ucrania, sin fecha de regreso prevista. Ante este hecho, Fernández explicó que la diferencia radica en que «a nivel mundial se tomó una decisión con los rusos, pero con los israelíes no se ha dado el caso».

«Condenamos cualquier violencia, pero si la Euroliga no recibe un input directo, siguen participando. Esa es la situación». Por tanto, ha concluido que «nuestra posición (como propietarios de la Euroliga) es que sigan participando», remachaba Félix Fernández.

Visto lo visto, a partir del 1 de diciembre Maccabi y Hapoel jugarán en su cancha y con aforo completo, mientras que sus visitas tendrán lugar a puerta cerrada, en el mejor de los casos, mientras la Euroliga se dedicará a «monitorear la situación».