Al margen de lo que acaben deparando acuerdos matasellados en Washington y hojas de ruta de desenlace todavía incierto, las iniciativas de solidaridad con Palestina y en contra del genocidio israelí en la Franja de Gaza se siguen multiplicando en Euskal Herria. Este sábado, de la mano de Gure haurrak ere badira, plataforma promovida principalmente por la comunidad educativa y que fija su mirada en los menores palestinos víctimas de la cruenta acometida sionista –más de veinte mil fallecidos e incontables heridos–, las calles más céntricas de Bilbo han vuelto a asistir a una nutrida movilización.

La marcha de esta tarde, que ha partido a las 17.30 horas desde el Sagrado Corazón, ha sido el plato fuerte en una jornada cargada de actos. Una cita que ha congregado a miles de personas, muchas de las cuales portaban zapatos como forma de evocar todos los pasos que no van a poder dar los miles de niños y niñas palestinas que han perecido bajo las bombas, las balas o a causa de la hambruna provocada por el Estado israelí.

Calzado de mil colores y de todos los tamaños que se ha alzado al cielo de forma acompasada con el sonido de las sirenas en el Ayuntamiento, donde la lluvia arreciaba tras haber hecho amago de aparecer durante el recorrido.

No ha restado, sin embargo, un ápice de color a una movilización a la que han asistido muchísimas familias, y donde han sido varios niños y niñas quienes la han abierto portando una bandera de Palestina y una ikurriña de grandes dimensiones. Junto a ellas, varios payasos que han amenizado el recorrido, y detrás una multitud que no ha parado de corear lemas como ‘Boikot Israel, Palestina askatu’, ‘Gure haurrak ere badira’, ‘Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá’ o ‘Israel hiltzaile, Europa laguntzaile’.

«77 años de colonización y limpieza étnica»

Unos metros antes de llegar a la Plaza Elíptica, con la cola aún a la altura del Sagrado Corazón, Mitxel Elortza, en representación de los convocantes, se ha felicitado por la respuesta cosechada por un movimiento que «denuncia firmemente el genocidio» y considera que debe «romperse todo tipo de relación con Israel». En la misma línea, ha demandado que «los mandatarios del estado sionista de Israel respondan por crímenes de guerra y contra la humanidad».

«Israel sigue utilizando el hambre como arma de guerra, sigue asesinando a los niños y niñas, y la colonización no se detiene», ha lamentado Elortza. También ha indicado que, según datos del propio servicio israelí de prisiones, hay 360 menores palestinos presos en cárceles israelíes, «la cifra más alta registrada desde principios de 2016». De ellos, además, 147 lo están sin cargos ni juicio, bajo detención administrativa, y la mayoría han denunciado torturas y malos tratos. En este sentido, ha recordado que según la legislación internacional, y el concreto de la Convención sobre los Derechos del Niño, «todo menor tiene derecho a contar con ayuda jurídica y a poner en tela de juicio la legalidad de su detención».

La situación de apartheid del pueblo palestino no comenzó hace dos años», ha expuesto asimismo el portavoz de Gure haurrak ere badira, quien ha recordado que «el estado sionista lleva 77 años llevando a cabo una colonización y una limpieza étnica».

Ha avanzado, a este respecto, que «seguiremos reivindicando los derechos de los niños, niñas y adolescentes palestinas», y en esta línea ha insistido en la necesidad de reconstruir las infraestructuras educativas arrasadas en la Franja, y que de garantizar a los menores tanto la atención psicológica como su derecho a recibir una educación. Ha advertido además de que «la ayuda humanitaria no puede convertirse nunca en herramienta para el chantaje».

«No dejéis de hablar de Palestina»

Desde gure haurrak ere badira han hecho un llamamiento a «seguir llenando las calles hasta que Palestina sea libre», y han recordado las demandas aprobadas en el Parlamento de Gasteiz: «exigir el fin de la ocupación de Palestina, atendiendo a la legislación humanitaria internacional y garantizar el retorno de la población refugiada»; «pedir a las instituciones vascas que rompan toda relación con Israel y con sus representantes institucionales»; y «destinar una cuantía concreta de la partida presupuestaria para emergencias a la reconstrucción de la infraestructura escolar de Gaza y de Cisjordania». Y han anunciado que harán extensibles esas peticiones en el Parlamento de Iruñea en los próximos meses.

Con el recuerdo de todos los niños y niñas masacradas por el Ejército israelí, pero teniendo presente  también «a quienes siguen sobreviviendo a este genocidio, y que sentimos como propios», la manifestación ha seguido su marcha hacia el Consistorio, donde ha llegado acompañado de un fuerte aguacero.

Allí, tras apilar en las escalinatas todos esos zapatos, evocadores de la tragedia diaria que se vive en Gaza, una chica de origen palestino ha pedido a los presentes que por favor «no dejéis de hablar de Palestina». Porque eso es lo que querrían quienes han acallado a bombazos el eco de tantos pasos audaces y de tantas risas inocentes.