Arquitectos sin Fronteras construyó un centro materno-infantil en la localidad de Djilenfing, en Malí. Está ya operativo, pero sus impulsores lo crearon para que diera asistencia a un entorno rural. Y para eso necesitaban una ambulancia capaz de transitar por caminos sin asfaltar.

Esa ambulancia la han encontrado en Donostia, donde el Ayuntamiento había decidido jubilar un vehículo todoterreno que estuvo dando servicio unos 15 años. 

Ahora les queda la compleja tarea de llevarla hasta allá y es por eso que han lanzado el proyecto ‘Ambulancia a Malí’.

Bomberos voluntarios de Nafarroa y Guipuzkoa están reacondicionando y adaptando el vehículo en un taller de Larunbe, en la Cuenca de Iruñerria, y su destino es pasar a integrarse dentro de un convoy humanitario compartido entre varias ONGD, con los que atravesará el Sahara camino a Djilenfing.

En ese convoy viajarán, además de la veterana ambulancia donostiarra, dos viejos camiones del Servicio de Bomberos de Nafarroa y otro 4x4 más que también perteneció al Ayuntamiento de Donostia y sigue luciendo su emblema en azul. 

«Los conductores del convoy cuentan con amplia experiencia en viajes por África, así como conocimientos de mecánica, lo que les permitirá afrontar una ruta compleja y dura hasta llegar a sus destinos», han asegurado desde la ONG. 

La salida está prevista para el 10 de noviembre y desde el proyecto Ambulancia a Mali se difundirá la información y los retos que superen los voluntarios hasta llegar a su destino

La idea ahora es que la ciudadanía apoye a la ambulancia en su viaje comprando kilómetros por un euro cada uno (a partir de 10 euros). Cada cruce de frontera se podrá amadrinar o apadrinar con aportaciones superiores a cien euros. 

Estas aportaciones se pueden realizar por Bizum poniéndose en contacto con la delegación de Arquitectos Sin Fronteras en Nafarroa. Esta ONG indica que enviará a quien se lo solicite un justificante de su aportación de cara a la declaración de la renta. 

¿Por qué Djilenfing?

La construcción del centro materno-infantil de Djilenfing es mérito de la tenacidad de Younoussa Sidibé, residente en Iruñea desde hace quince años, pero natural de esa localidad maliense, que pertenece al término de Yanfolila, cuyo censo se estima en 15.000 personas, y que se encuentra a 167 kilómetros al sur de la capital, Bamako.

Pese a formar parte del municipio de Yanfolila, donde hay un hospital, desde Djilenfing se tarda un día entero en llegar. 

Desde que se levantó el materno-infantil, los voluntarios Fermín Ventana y Amaia Alonso visitan regularmente la localidad «para impulsar la mejora de la atención sanitaria de mujeres gestantes y recién nacidos, promoviendo un modelo de cooperación horizontal y sostenible», según se ha indicado en la presentación de este martes. Ambos cuentan con experiencia previa en proyectos similares desarrollados en Senegal. 

Todo el proyecto, desde que se levantó el hospital hasta la llegada de este vehículo que lo complementará, se ha desarrollado también con la implicación de la Asociación de Jóvenes de Djilenfing.