
Junts per Catalunya ha decidido colgar al Congreso un virtual cartel de «cerrado» para escenificar los «incumplimientos» que a su entender mantiene el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en base a los llamados Acuerdos de Bruselas.
La portavoz del grupo parlamentario de Junts en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, junto con el resto de los siete legisladores que tiene el partido allí, han comparecido esta mañana en una rueda de prensa para anunciar que registrarán a partir de este jueves enmiendas a la totalidad «a todas y cada una de las leyes españolas que el Gobierno del PSOE y Sumar tienen presentadas» y ha precisado que se trata de 25 proposiciones.
«No votaremos a favor de las 21 leyes que ya están acabando su tramitación y las nuevas leyes que hayan aprobado en el Consejo de Ministros también tendrán las enmiendas a la totalidad cuando lleguen al Congreso. Pedro Sánchez no podrá aprobar los presupuestos generales, no podrá aprobar la senda de déficit que deja seca a Catalunya y a los ayuntamientos y tampoco leyes como la ‘Ley Bolaños’ o ‘Ley Begoña’», ha afirmado Nogueras.
Luego ha recalcado, para dejar bien en claro su intención, «el Gobierno del Estado español ha perdido por tanto su capacidad legislativa, lo de hoy para el PSOE y Sumar es un baño de realidad».
Ante las preguntas de los periodistas, ha enfatizado que a partir de este miércoles «no habrá más colaboración ni más negociación», por lo que decenas de proyectos de ley quedan en el limbo «a no ser que el PSOE pacte con el PP o con Vox».
«La puerta la ha cerrado el PSOE y Sumar al no cumplir los acuerdos. Si no lo han hecho en dos años, no creo que lo hagan ahora», ha señalado la diputada soberanista y ha citado como «ejemplos claros de la falta de compromiso» el no cumplimiento de la Ley de Amnistía en el caso de Puigdemont, el no reconocimiento aún del catalán en la Comisión Europea o el traspaso de algunas competencias de inmigración para que las tengan los Mossos d’Esquadra.
Cabe recordar lo que siempre responden fuentes del PSOE cuando se les pregunta por esto: la amnistía al expresident cesado y lo de la lengua en Bruselas no está en manos de Moncloa, por más que lo impulse.
Desde el entorno de Puigdemont alguna vez han explicado a NAIZ que ellos saben que el PSOE podría activar más mecanismos (incluso de presión en los medios de comunicación) para con los jueces.
La respuesta de Ferraz ha sido inmediata: fuentes del partido han hecho saber a la prensa que Moncloa «cumple y sigue apostando por el diálogo» y que Sánchez mantiene su hoja de ruta «basada en la responsabilidad y el cumplimiento de lso acuerdos».
También han asegurado que en «aquello que depende» exclusivamente del Gobierno ellos están cumpliendo y que siguen trabajando en lo que «requiere de participación de otras instituciones». Además, reiteran que mantienen «la mano tendida» y lo que a su juicio es «su mejor baza, el diálogo».
La «ruptura» anunciada por Puigdemont
El por qué Junts anuncia esto diez días después de que Puigdemont informara sobre la «ruptura» con el PSOE, y una semana después que los inscritos de su partido ratificaran esa jugada con el 86% de los votos, puede entenderse en la repercusión que tuvo. «No cambia nada», repetían la semana pasada ante la pregunta de NAIZ tanto fuentes de Moncloa como de Sumar y de otros partidos aliados del bloque de investidura.
«Todo esto es por Aliança Catalana, nada más», comentaba un diputado soberanista, en alusión a la necesidad de Puigdemont de desmarcarse del Gobierno de Sánchez por el ascenso meteórico de la ultraderecha islamófoba en Catalunya. El temor al ‘tsunami Orriols’ fue transmitido por una comitiva de alcaldes, en persona a Puigdemont, en un cónclave que tuvo lugar en Waterloo el 20 de octubre pasado. El golpe sobre la mesa de Junts tiene que ver inexorablemente con ese hecho.
Los dirigentes intermedios de su partido reclamaron machacar en temas con los que AC va ganando terreno. Por ello la insistencia de actuar por la multirreincidencia (aquí cuentan con el apoyo del PNV, quien también está preocupado por el crecimiento de Vox en Euskadi) o lo de las competencias en migración (algo que llegó al hemiciclo pero fue tumbado por la falta de apoyo de Podemos).
Pero ante la indiferencia de la semana pasada, en la que todas las formaciones del bloque de investidura tachaban de inocua la jugada, Junts ha decidido ejecutar medidas tangibles que ahora sí le hagan daño al Gobierno central. No es desdeñable las menciones a Sumar, con cuya líder Yolanda Díaz el vínculo quedó casi roto tras la fallida negociación por la reducción de jornada laboral.
Dentro de Junts no todos piensan lo mismo. Algunos diputados de ese grupo han dejado trascender a colegas del bloque de investidura que no están de acuerdo con la ruptura ni con el maximalismo, según pudo saber NAIZ. Pero en la cúpula del partido que preside Turull y lidera Puigdemont crece el hermetismo y la preocupación especialmente de cara a las municipales de 2027.
Mientras tanto, para Sánchez, los presupuestos generales son más que nunca una entelequia.

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