Hace un mes, el 5 de octubre, la Real caía en casa ante el Rayo Vallecano y afrontaba un parón de dos semanas ubicada en el fondo de la tabla y con los nervios a flor de piel. La destitución de Sergio Francisco era una posibilidad que flotaba en el ambiente.

Unas semanas más tarde, con 7 puntos de los últimos 9 y el pase a la siguiente ronda de Copa, el cielo aparece sin tantos nubarrones. Se viene otro fin de semana sin Liga, pero antes los blanquiazules visitan este viernes al Elche a partir de las 21.00.

Los donostiarras quieren dar continuidad a esta buena racha para «cerrar este ciclo de manera positiva», según ha resaltado el técnico en su comparecencia previa. Para ello tendrán que superar a un rival recién ascendido que arrancó como un tiro, aunque solo ha arañado un empate en San Mamés en sus cuatro últimas citas, con derrotas frente al Alavés –llegaba invicto a Mendi–, Espanyol y Barcelona.

Al mando de los franjiverdes está el vizcaino Eder Sarabia, en palabras de Sergio «un entrenador diferente, con una propuesta muy clara y el valor necesario para llevarla a cabo». Bajo sus órdenes el Elche es un equipo que «va a a querer el balón y va a manejar diferentes estructuras para generar superioridades».

El técnico de Irun podrá contar con Zakharyan –sustituido por precaución frente al Athletic– pero no con Barrenetxea, que se retiró tras recibir un fuerte golpe. «La inflamación va bajando, pero no es cuestión de arriesgar», ha indicado. En su lugar entra en la lista el potrillo navarro Alex Marchal, que ayer disputó la segunda parte del Sanse-Huesca. Siguen fuera Rupérez, Herrera, Oskarsson y Karrikaburu. El once más probable podría contar con la única novedad de Kubo por Barrene.

Preguntado sobre si la victoria frente al Athletic en el último suspiro puede suponer un punto de inflexión, Sergio Francisco ha subrayado que a su juicio «el click fue en Vigo, era un partido de máxima responsabilidad y  el equipo lo afrontó con valentía. No ganamos, pudimos incluso perder, pero sí me parece que fue el punto de inflexión».

También se le ha cuestionado sobre la estadística que sitúa a la Real como el equipo al que más faltas le pitan, y ha comentado que «se ha ganado un punto de agresividad que necesitamos para la situaciones en las que nos cogen descompuestos, me gusta porque estamos más cerca de ganar».

Sarabia: «La Real es tremendamente agresiva y aprieta»

En la trinchera de enfrente, Eder Sarabia ha defendido que su equipo está «en una buena línea» de juego, aunque los últimos resultados no hayan acompañado. «Es difícil ser tremendamente regular durante once meses», ha comentado.

«La Real tiene muchas cualidades, es tremendamente agresiva y aprieta y defiende bien. Nos va a exigir mucho», ha advertido, destacando que «tiene jugadores acostumbrados a hacerlo al más alto nivel durante años».

Eder Sarabia es hijo de Manolo Sarabia, mito del Athletic campeón de los 80, por lo que afronta este duelo con «un poco de rivalidad, pero sin más. Recuerdo haber vivido derbis en San Mamés y en Atotxa, y lo que mi padre me ha transmitido».

Dos de los pilares de su Elche han vestido la camiseta realista. Uno es el delantero portugués André Silva, quien arribó a Donostia en la temporada 2023-24, cedido por el Leipzig. Llegó con problemás físicos, participó en 26 encuentros en todas las competiciones y anotó cuatro goles, antes de regresar a Alemania. En lo que va de curso ya suma cuatro dianas, formando dupla ofensiva con Rafa Mir.

El otro ex es Germán Valera, que llegó al Sanse para la temporada 21-22 como refuerzo para Segunda División, cedido por el Atlético de Madrid. Llegó incluso a debutar con el primer equipo, pero su luz se fue apagando. Aún es joven, 23 años, y parece que en Elche ha encontrado su lugar.