
Nuevo desafío desde la Ertzaintza a sus mandos políticos, en este caso en torno a una de sus actuaciones más letales: la que provocó la muerte de Rosa Zarra por un pelotazo en Donostia en 1995. Como ocurrió ya en marzo pasado, cuando se conoció la decisión del Gobierno de Lakua de reconocerla como víctima de violencia policial, desde sindicatos de la Ertzaintza y también el entorno del entonces consejero Juan María Atutxa se sigue cuestionando la realidad de los hechos.
Esta vez ha sido Esan el primer sindicato en expresar su negacionismo. Se trata del segundo en representación de la Ertzaintza en las últimas elecciones, en las que obtuvo un 32% de respaldo. En una nota, Esan carga tanto contra «la vergonzosa e injustificable decisión del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco, que ha decidido reconocer a Zarra como víctima sin sentencia judicial que lo respalde, sin pruebas nuevas» como contra la colocación ahora de una placa en su recuerdo por parte del Ayuntamiento de Donostia.
Esan «exige la revocación inmediata del reconocimiento» y también «la retirada de la placa colocada este 8 de noviembre». En el acto, el alcalde de Donostia, Jon Insausti, reconoció que para la institución a la que representa «es hora de quitar deudas» con la familia de Rosa Zarra.
Esan se aferra a la versión oficial esgrimida en aquel momento para tapar la realidad de los hechos, que aludía a una enfermedad anterior de Rosa Zarra. Considera que «el entonces consejero de Interior, Juan María Atutxa, acreditó públicamente que no existió relación alguna entre la actuación policial y el fallecimiento», y argumenta que la Audiencia de Gipuzkoa lo dio por bueno al archivar el caso sin juicio. «Pretender ahora lo contrario, tres décadas después y desde un despacho político, es reescribir la historia con fines ideológicos», considera. Acusa al Gobierno de Lakua de «romper su neutralidad institucional» y «traicionar a la Ertzaintza».
En el acto del sábado, una de las hijas de Rosa Zarra valoró también aquella versión oficial insostenible, pero en términos radicalmente diferentes: «Mintieron. Juan María Atutxa dijo que mi madre hubiera muerto igual, con pelotazo o sin él, y eso era falso. Los médicos callaron por miedo y los forenses judiciales apuntaron que tenía algo en el corazón, como ocurre con otras muchas mujeres a partir de una edad», criticó.
Egiari Zor: «Falta de moralidad»
Para Egiari Zor Fundazioa es «absolutamente mezquina» la exigencia del segundo sindicato en representación en la Ertzaintza y reflejo de «una preocupante falta de moralidad y decencia», especialmente cuando Esan pone el foco en la ley de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos. «Es inaceptable que un sindicato policial pueda dirigir un ataque de tal calibre contra el derecho a la memoria de una víctima de la Ertzaintza», ha subrayado.
«Es grotesco que un sindicato policial se sitúe en contra del reconocimiento de la victimización padecida por una persona y para ello utilice el ya demasiado manido recurso de la ausencia de sentencia judicial. Argumento esgrimido por quienes insisten en mantener una posición negacionista, de ausencia de autocrítica y asunción de responsabilidades», expone en una nota de prensa.
Egiari Zor incide en que «fue la falta de justicia la que permitió que el pelotazo que ocasionó la muerte de Rosa no tuviese consecuencias para quien disparó contra su vientre desde apenas 6 metros de distancia; pese a los protocolos existentes en el uso de armas potencialmente mortales. La misma falta de investigación y justicia que posibilitó que siguiese ocurriendo, como en el caso de Iñigo Cabacas, Xuban Nafarrate, Xuhar Pazos o Amaya Zabarte… entre otros».
Así, la fundación reclama otro modelo policial y de justicia, vista «esa falta de justicia» pero también «de depuración en el aparato policial».
Recuerda que tuvieron que pasar años hasta que un decreto y posteriormente una ley diera protección «a las miles de víctimas que, como a Rosa, se les negó el ejercicio del derecho a la verdad, un derecho íntimamente relacionado con una investigación efectiva y el acceso a una información adecuada».
Considera que ello es «una cuestión fundamental para entender por qué todavía hoy, seguimos trabajando para establecer la verdad sobre muchas violaciones de derechos humanos y muertes causadas por los aparatos policiales, entre ellos también por la Ertzaintza».
Desde Egiari Zor animan a los responsables políticos de la Ertzaintza a que adopten las medidas necesarias «para que la pedagogía ética y la educación en derechos humanos entre en las academias y comisarías de la Policía autonómica».

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