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Comprar legumbres y hortalizas frescas es prácticamente el doble de caro que hace diez años

Según el IPC de septiembre, las legumbres y hortalizas frescas son el producto de la dieta mediterránea que más ha encarecido en el Estado español desde 2015. Los huevos han encarecido un 76%, las frutas un 53% y les siguen el arroz (+43,5%), el queso (+42%) y el pescado fresco (+34,6%).

El precio de las hortalizas, junto a de las legumbres, casi se ha duplicado en diez años.
El precio de las hortalizas, junto a de las legumbres, casi se ha duplicado en diez años. (Ricardo RUBIO | EUROPA PRESS)

Comprar legumbres y hortalizas frescas es un 99% más caro que hace diez años, periodo en el que los huevos se han encarecido un 76,8% y las frutas un 52,8%. Estos son algunos de los datos con los que el índice de precios de consumo (IPC) responde a la cuestión del coste que supone para un hogar seguir la dieta mediterránea.

Este jueves se celebra el día de este ‘patrón’ de hábitos de vida, que va más allá de alimentación, está reconocido internacionalmente por sus beneficios indiscutibles para la salud y sirve para llamar la atención sobre los desafíos que enfrenta.

Entre dichos desafíos figuran los precios de los alimentos que más veces se recomienda consumir en esta dieta, históricamente reflejada en una pirámide y que ha ido cambiando para adaptarse al estilo de vida actual.

En lo que se refiere a la alimentación, recomienda una o dos raciones por comida en forma de pan, pasta, arroz o cuscús, «preferiblemente integrales», de acuerdo a la Fundación Dieta Mediterránea.

Además, incluye que las hortalizas y las verduras deben estar presentes en las comidas y cenas, y que el postre principalmente sea fruta.

El primer artículo de este patrón de hábitos saludables llama a utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición, a consumir diariamente productos lácteos -sobre todo yogur y queso- e incorporar pescado azul mínimo una o dos veces por semana.

También precisa que han de consumirse tres o cuatro huevos por semana, pues «contienen proteínas de muy buena calidad» y se comportan como «buena alternativa a la carne y el pescado».

De acuerdo a los índices de todos estos alimentos por subclases IPC de septiembre de 2025 -último dato oficial, el de octubre se publica este viernes-, las hortalizas son las que más se han encarecido en la última década (respecto a octubre de 2015) con un +99%; los huevos lo han hecho un 76% y las frutas un 53%.

En este momento hay un foco especial en los precios de los huevos, afectados por un incremento de la demanda, y habrá que analizar el impacto de los episodios de gripe aviar que han obligado, por ejemplo, a confinar las gallinas de casi 2.000 municipios del Estado español para evitar más contagios. En Euskal Herria se han confinado en 18 municipios.

En la versión inflacionista de la pirámide de la dieta mediterránea les siguen el arroz (+43,5%), el queso (+42%) y el pescado fresco (+34,6%) en la última década.

En el caso particular del aceite de oliva, en septiembre de este año ha sido solo un 21,3% más caro que hace diez años, pero un 50,3% más que hace cinco.

Hay alimentos de la dieta mediterránea cuyo análisis en el IPC no puede retrotraerse hasta una década, ya que no se consideraba que formaran parte de la cesta básica. Es el caso del yogur, que es casi un 23,8% más caro que hace un lustro.

El agua, que según la Fundación Dieta Mediterránea tiene que ser la bebida para una hidratación correcta de 1,5 a dos litros diarios, también ha subido de precio en su formato de agua mineral o de manantial: comprar agua embotellada es un 30% más caro que hace cinco años.

El Día de la Dieta Mediterránea, patrón cuyos beneficios son indiscutibles, se celebra este jueves con desafíos importantes como los estilos de vida más sedentarios, las propuestas de alimentación de conveniencia y la importante subida de precios de los recomendadísimos alimentos frescos y saludables.