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Defienden los protocolos del movimiento feminista de Iruñea ante «el ruido mediático»

Ante «el ruido mediático» generado por las últimas agresiones sexuales en Iruñea, la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista defiende unos «protocolos de prevención y respuesta pioneros», y que son «un ejemplo de compromiso comunitario».

Imagen de archivo de una movilización del movimiento feminista de Iruñea.
Imagen de archivo de una movilización del movimiento feminista de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista ha hecho público un comunicado en el que defiende «unos protocolos de prevención y respuesta pioneros» ante «el ruido mediático» que han generado las últimas agresiones sexuales registradas en Iruñea.

Recuerda que esos protocolos «son fruto del trabajo colectivo, del consenso, de la investigación y, sobre todo, del respeto absoluto a la voluntad de la mujer agredida. Su decisión es lo más importante. Estos protocolos, impulsados por el movimiento feminista y popular, son un ejemplo de compromiso comunitario».

Explica que el protocolo de respuesta contra las agresiones sexistas «se activa durante los sanfermines para denunciar cualquier tipo de violencia sexista que ocurra en la ciudad durante esos días y es la plataforma, junto con el movimiento feminista y popular, quien lo lidera».

En el resto de las fiestas, celebraciones o eventos, «son los grupos feministas de barrios, pueblos, centros educativos... quienes asumen esta labor con la misma firmeza y dedicación, aunque en algunos casos, sufran muchísimas más resistencias y dificultades».

En este sentido, pone el acento en que en 2024, en Nafarroa, «se denunció una agresión sexual al día. Todos los días, al menos una mujer sufrió una agresión sexual».

Y frente a esta realidad, «existe una creencia social extendida que asocia la violencia sexual, de forma casi exclusiva, con agresiones ocurridas en contextos de ocio, en lugares solitarios y apartados y perpetradas por hombres desconocidos. Esta es una visión parcial y estereotipada que además invisibiliza muchas otras formas de violencia sexual que suceden en los entornos más cercanos a las mujeres; estas últimas son, precisamente, las más frecuentes».

Al respecto, aporta el dato de que «en el 73,4% de los casos de violencia sexual el denunciado es la pareja o expareja. En el 14,03% un familiar o conocido y solo en el 11,92% de las denuncias la mujer no tiene ningún vínculo con el agresor».

¿Quién marca la agenda?

Tras poner sobre la mesa estos datos, el movimiento feminista recuerda que «durante estos días se nos ha interpelado en numerosas ocasiones, pero nosotras también tenemos preguntas para todos ellos: ¿Quién decide qué agresiones merecen más atención que otras? ¿Qué mujeres son más importantes? ¿Es más relevante que te agreda un desconocido a que lo haga tu pareja? ¿Acaso que tu pareja te agreda no es noticiable porque es lo ‘normal’? ¿Quién se deja arrastrar por el amarillismo y el morbo de los medios? ¿Dónde queda la voluntad de la mujer agredida? ¿Qué ganan con la revictimización de las mujeres agredidas? ¿A qué clase de persona le interesan los detalles escabrosos de una agresión sexual? ¿A quién beneficia todo este ruido? ¿A alguien le importamos las mujeres realmente?».

Añade que «sabemos que es difícil mantener la cabeza fría en una sociedad marcada por la inmediatez, los ritmos que imponen los medios de comunicación y los intereses espurios de algunos. Pero no podemos permitir que sean otros quienes marquen la agenda del movimiento feminista y que sus intereses, que no son los nuestros, nos hagan cambiar nuestro objetivo que no es otro que el que todas seamos libres».

Por todo ello, desde la Plataforma apuntan que «creemos que la protesta no debe ser un acto rutinario, ya que esto diluye su fuerza y le resta trascendencia. En cualquier caso, es el movimiento feminista quien decide donde, cómo y cuándo toma el espacio público, tal y como hicieron las compañeras de los colectivos feministas de la UPNA».

Y añade que «el día que el movimiento feminista decida salir a la calle para denunciar las múltiples violencias que sufrimos las mujeres no va a ser solamente para concentrarnos, será para cambiarlo todo».