Al grito de ‘Ni gente sin casa, ni casas sin gente’ se han concentrado este martes a la mañana diversos colectivos sociales frente al Consistorio bilbaino para protestar por «la dramática situación que viven cientos de familias en las calles de Euskal Herria, debido a la política de vivienda de las administraciones que están dejando de lado sus deberes y no están defendiendo un derecho básico».

Asimismo, varias personas tumbadas sobre un cartón han querido representar la situación que viven cientos de personas en Bilbo y en otras localidades de Euskal Herria. Al lado, una pancarta rezaba ‘Nadie sin techo, la vivienda es un derecho’, sostenida por miembros de diversos colectivos sociales como: 11SU, Argitan, Atxurigorri, Atxuri Harrera, Asociación de Trabajadoras del hogar, Berri-Otxoak, AZET Etxebizitza Sindikatua, Federación de Asociaciones vecinales de Bilbo, Mujeres del mundo, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Plataforma Kaleratzerik ez! Bizkaia, Posada de los Abrazos, Sindicato socialista de vivienda de Bilbao y Trabajadoras no domesticadas.

En nombre de las agrupaciones, Victor Villares, ha revelado «la preocupante situación» que indica el último informe del SIIS (Servicio de Información e Investigación Social de referencia en Servicios Sociales y Política Social) y presentado recientemente en Donostia el 27 de octubre.

Entre otros datos, el estudio refleja un crecimiento sin precedentes en el número de personas que viven en la calle en toda la CAV. Según los datos mencionados, en 2024 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se superaron las 1.556 personas contabilizadas en situación de calle. 

Además, han remarcado que estos datos son de recuentos puntuales que se hacen en un momento determinado una vez cada dos años: «Los datos reales son mucho más elevados, pues no se cuentan las personas que no se han visto durante esa noche de recuento, ni todos los lugares donde duermen».

Desbordados

Villares ha alertado que los recursos municipales están «completamente desbordados» y, aun así, hace años que las administraciones «hacen oídos sordos y apenas se han habilitado más».

Los datos «son espeluznantes» ha resumido: «Bilbo ha pasado de sumar 247 personas sin hogar en 2022 a 605 en 2024, en Getxo ha pasado de 30 personas en 2022 a 130 personas en situación de calle en 2024, en Donostia de 218 personas en 2022 a 413 personas en 2024 y en Gasteiz de 42 personas en 2022 a 107 en 2024».

Al mismo tiempo, ha subrayado que hay diferentes tipos de atender a los usuarios dependiendo si eres inmigrante o si eres una persona autóctona. Ha añadido también que los usuarios en las listas de espera pueden esperar entre tres y seis meses para acceder a una tarjeta de comedor social.

Precio desorbitado

Según han manifestado, uno de los principales factores de la dramática situación de las personas sin hogar, es la subida del precio de la vivienda de los últimos años, siendo «un factor de empobrecimiento y de exclusión social».

Villares ha expuesto que el precio medio del metro cuadrado de la vivienda libre en Bilbo en octubre de este año era de 3.709 euros, aumentado un 9,6% respecto al pasado año. «Eso supone que para una vivienda media de 70 metros cuadrados el precio sea de 260.000 euros», ha explicado.

Asimismo, ha recordado que las instituciones están generando políticas de criminalización hacia las personas empobrecidas que viven en la calle con desalojos de espacios donde residen las personas más vulnerables. Han puesto el ejemplo de los casos de las canchas de Atxuri o hace poco en Zorrozaurre donde personas en situación de calle fueron desalojadas.

Medidas efectivas

Por todo ello, han reivindicado que la vivienda es un derecho y debe quedar fuera de la lógica del mercado: «Se deben crear los recursos necesarios y suficientes para evitar y prevenir que ninguna persona tenga que dormir en la calle, ni sufra vulneración de sus derechos».

«Las instituciones deben garantizar una oferta suficiente y asequible de vivienda en alquiler social, que no suponga más de un 20% de los ingresos familiares. A día de hoy, ese porcentaje se sitúa en un 40% o más en algunos casos», han añadido.