La fundación Bidelagun, creada por el sindicato ELA en marzo de 2022, ha anunciado este miércoles en la rueda de prensa que ha convocado en Bilbo el resultado de sus acciones judiciales. Según han comunicado Itxaso Imatz, David Pena y Ainhoa Ordorika, portavoces de la fundación, decenas de empresas han tenido que abonar más de 5 millones de euros a sus trabajadores por incumplimientos en salud laboral.

En los últimos tres años y medio, Bidelagun ha cumplido con su labor de defensa de los trabajadores realizando un seguimiento de casos de riesgo para la salud laboral por exposición a amianto, sílice, acoso sexual, accidentes y riesgos psicosociales. De este modo, han impulsado y llevado la defensa de 500 expedientes, mediante el desarrollo de una labor pionera basada en la especialización jurídica y la innovación preventiva.

Según ha explicado Ane Bilbao, responsable de los servicios jurídicos de ELA, las empresas han tenido que pagar a los afiliados las diferentes indemnizaciones o recargos a consecuencia de la falta de medidas preventivas, las cuales han derivado en enfermedades profesionales para sus contratados. Entre las empresas destacan Petronor, CIE, Sidenor, Osakidetza, Osasunbidea e incluso ayuntamientos como el de Gorliz o el de Oñati.

Para evitar que las empresas continúen incumpliendo las medidas de prevención, Bidelagun ha realizado actividades de formación, sensibilización e investigación. De cara al futuro, la fundación tiene la intención de reforzar la defensa del derecho a la salud en el trabajo como un pilar esencial de la justicia social, visibilizando enfermedades laborales silenciadas, empoderando a las víctimas y forzando cambios en la conducta empresarial.

ELA ha querido subrayar que el objetivo principal de la fundación es el de transformar la lógica empresarial, para que la salud de los trabajadores sea una prioridad. De este modo, han concluido que para conseguir este fin «poner en riesgo la vida y la salud de la plantilla les tiene que resultar más caro que protegerla» y han asegurado que mientras existan empresas que consideren que la salud no es un derecho de los trabajadores «Bidelagun y ELA estarán ahí para que les salga caro».