No ha sido el mejor de los finales. El último cara a cara del año entre el presidente del Gobierno español y el líder de la oposición ha tenido errores de ambos y el mismo nivel de crispación de siempre, con las denuncias por acoso de mujeres contra dirigentes del PSOE como protagonistas, y de trasfondo, la disputa por el voto femenino.

«¿Qué atributos tenían Koldo, Paco Salazar y Santos Cerdán para convertirles en hombres de su confianza? ¿Puede detallarlo?», ha comenzado un Alberto Núñez Feijóo escueto. No suele hacerlo pero esta vez formulaba una pregunta concreta, de respuesta práctica y sin prólogo. Hacía alusión a los involucrados en el caso de presuntas mordidas que ha sacudido al PSOE en la primavera y al del exalto cargo de Moncloa denunciado por presunto acoso por excompañeras y subalternas.

El líder del PSOE ha entendido a lo que iba su rival y, como suele hacer, ha ignorado la pregunta y ha respondido: «Como ya he dicho, el feminismo a todos nos da lecciones, incluido a mí mismo. La diferencia es que nosotros asumimos los errores cuando se cometen y actuamos en consecuencia. Ustedes se abrazan al error histórico  que se llama Vox».

«Usted no contesta a nada. Porque no puede, porque los ha elegido a imagen y semejanza. Usted no es mejor que ellos, usted es uno de ellos», ha señalado Feijóo en su réplica y le ha afeado el «silencio en la Moncloa para quien acosa a las compañeras», en alusión a Salazar, recordando que «lo tuvo años en el gabinete y lo iba a nombrar secretario de Organización hasta que le advirtieron» de esas denuncias.

El expresidente de la Xunta ha citado el caso conocido este martes del presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, quien ha sido denunciado por el canal interno del PSOE por acoso sexual. «Parece que ya no es un caso aislado sino un código de conducta. Entre el acosador y la acosada, usted está con el acosador. La lección de feminismo se la debieron haber explicado en los prostíbulos», ha disparado, ante los abucheos de la bancada de enfrente.

Allí vendría otro tropiezo de Feijóo, el segundo consecutivo en sus preguntas de control al Gobierno, el momento de la semana más importante para un líder de la oposición. «El feminismo no se practica, se…», ha comenzado a decir hasta que se ha corregido a sí mismo, ante las risas socialistas y las caras de sorpresa de sus compañeros conservadores. «El feminismo no se predica, se practica», ha acabado aseverano y acusando recibo del error, ha dicho que entendía que los diputados del PSOE se rían «porque no lo predican ni lo practican».

En el último pleno de control, a fines de noviembre, Feijóo también cometió un error de calado al concluir su discurso y con una pifia que viralizó durante días en las redes sociales, al equivocarse al mencionar el nombre que la ‘biopic’ sobre Sánchez y su gobierno podrían tener. «Anotop», dijo aquel miércoles y Sánchez luego le ‘vaciló’. Esta vez, lo ha dejado pasar.

El presidente del Gobierno tampoco ha tenido su mejor día al cometer por su parte otro error, y más grave aún: ha tachado de «acoso laboral» las denuncias contra Salazar, diciendo que son un «problema estructural y sistémico» y citando una encuesta publicada recientemente del Ministerio de Igualdad en la que «una de cada tres mujeres dicen haber sido acosadas». La palabra ‘laboral’ ha disparado los abucheos y críticas de la bancada ‘popular’.

Fuentes de Moncloa han explicado luego a NAIZ y otros medios que Sánchez «se ha equivocado» en su frase pero que ha citado correctamente la encuesta, que habla de un 33 por ciento de mujeres que trasladan haber sido víctimas de acosos o abusos sexuales. Pero el error ya estaba hecho y fuentes de Génova calificaban de grave esa afirmación en un día en el que se conocía la denuncia de Lugo.

También desde Moncloa pedían tiempo antes de opinar sobre la celeridad de actuación del PSOE de Galiza en el caso de Lugo: «No sabemos si son acusaciones consistentes y si el partido actuó a tiempo o no. Pedimos tiempo hasta que el sistema que hay para canalizar las denuncias funcione».

En su réplica a Feijóo, Sánchez le ha afeado que el exconselleiro de la Xunta obligado a dimitir por denuncias similares fue «despedido entre aplausos» y que su Gobierno es el que «más apoya a las mujeres». «Si hay una amenaza, es la coalición del PP con el señor Abascal», ha culminado.

Tanto Feijóo como su portavoz Muñoz han vuelto a intentar ligar a Sánchez con prostíbulos

La portavoz del grupo parlamentario del PP, Esther Muñoz, le ha dicho al ministro Bolaños que el machismo «es estructural en su partido» y ha relatado algunas de las denuncias de mujeres contra Salazar, a quien el PP e incluso algunas personas al interior del PSOE creen que se ha tratado con cierto grado de protección. 

El ministro de Justicia y Presidencia ha respondido: «Estos comportamientos que usted ha narrado coincido en que son repugnantes». Pero ha añadido que las mujeres «no esperan nada del PP y de Vox pero sí mucho del Partido Socialista. No les exigen nada porque nada esperan». Luego Muñoz ha exhibido una foto con Abalos, Cerdán y Salazar juntos y el epígrafe que ha elegido es el de «prostitución, corrupción y acoso sexual», para luego concluir con un exabrupto: «Esto no sorprende porque Sánchez es una persona que ha vivido de la prostitución con normalidad».

Fiscal general

El portavoz adjunto y número 2 del PP, Miguel Tellado, ha elegido el caso de la sentencia al exfiscal general del Estado. «Es el primero condenado, siguen batiendo récords, engordando el museo de los horrores. Y ayer veíamos al presidente criticando al Supremo y defendiendo al condenado», ha dicho en su pregunta. Bolaños ha reiterado su respeto y acatamiento al fallo con «discrepancia» del contenido y ha recalcado que la parte en la que sí concuerda del fallo es en la que se dice «que el abogado de la pareja de Ayuso reconoce que se habían cometido dos delitos fiscales y que el jefe de gabinete de Ayuso mintió abiertamente».

Dirigentes del PSOE admiten que el PP está en una operación de arrebatarle el voto femenino, pero creen que en el peor de los casos irá a la abstención

Importantes dirigentes del PSOE admiten en conversación con NAIZ que el PP está en una operación de acoso y derribo para arrebatarle el voto del segmento femenino del electorado, que cabe recordar, fue clave para la remontada en las últimas generales. Esta semana se ha conocido una nueva encuesta de la empresa 40dB en la que se retrata la fuga de votos en las mujeres de mediana edad que se habían decantado por el PSOE.

Desde Moncloa responden ante esto que «no» compran «esas tesis de que las mujeres ahora irán a votar al PP» por estos casos aunque sí podrían quedarse en casa y optar por la abstención. Y añaden que «para saber si eso ocurre queda un año y medio», cuando el escenario podría cambiar.

Entre tanto, la última sesión de control del 2025 no significa que el Congreso entre en descanso: este jueves se volverá a votar la senda de gasto y otras proposiciones y si bien por las elecciones en Extremadura este año se acaban antes los plenos, la semana que viene habrá citas de alto impacto en las Cortes: la comparecencia de la exconsellera valenciana, Salomé Pradas, el lunes, y la del exnúmero 3 del PSOE, Santos Cerdán, en el Senado el miércoles.