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Presupuestos de Gasteiz: sube un 40% la partida de Seguridad, bajan centros cívicos y barrios

Maider Etxebarria ha presentado este miércoles el proyecto presupuestario del Gobierno municipal de Gasteiz, que prevé un aumento del 39,3% del dinero destinado al Departamento de Seguridad Ciudadana. Por contra, bajan las partidas de centros cívicos y barrios. 

Artolzabal, Etxebarria y Armentia en la presentación de las cuentas.
Artolzabal, Etxebarria y Armentia en la presentación de las cuentas. (AYUNTAMIENTO DE GASTEIZ)

La alcaldesa de Gasteiz, Maider Etxebarria, ha presentado su proyecto presupuestario, que alcanza los 507 millones de euros. Llama la atención el incremento previsto en el Departamento de Seguridad Ciudadana, de un 39,3%, hasta los 2,7 millones de euros. También crece un 24,9%, hasta los 66 millones, el área de Urbanismo; y un 21,3%, hasta los 17 millones, Cultura y Educación. Por contra, bajan un 1% Espacio Públicos y Barrios, con una partida de 32 millones; y un 4,7% Gobierno Abierto y Centros Cívicos, con 5,8%. 

«Son unos presupuestos expansivos, sólidos y coherentes que permiten atender las necesidades de las vecinas y vecinos de Vitoria-Gasteiz, que merecen servicios públicos de calidad», ha apuntado Etxebarria quien ha estado acompañada ante los medios de la primera teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal. La jeltzale ha incidido en que «queremos calles más seguras, donde la gente pueda pasear tranquila y con libertad». 

En este sentido, conviene señalar que en las «partidas destacadas» figura una inversión de 150.000 euros en cámaras de vigilancia. En la lista realizada por el Gobierno local también figura la partida del Servicio de Ayuda a Domicilio (26 millones), las ayudas a la rehabilitación (3 millones), los nuevos autobuses eléctricos de Tuvisa (4 millones), las obras del Teatro Principal (7,2 millones) o la reforma de Portal de Legutio (2 millones). 

El proyecto destina más de 50 millones a la limpieza, recogida y tratamiento de residuos; 9,1 millones a políticas de empleo y formación; 1,7 millones a congresos y turismo; y 1 millón a las fiestas de La Blanca.

Gobierno en minoría

La presentación del proyecto de presupuestos de 2026 ha finalizado con una llamada al acuerdo por parte de la alcaldesa, ya que PSE y PNV necesitan del apoyo de alguno de los grupos de la oposición, EH Bildu, PP o Elkarrekin, para sacar adelante las cuentas.

«No tengo líneas rojas. Mi intención es hablar con todos y buscar el mejor presupuesto posible, con responsabilidad y mano tendida. Necesitamos un nuevo acuerdo con la oposición para seguir avanzando. Este es un buen proyecto, pero tiene margen de mejor vía enmiendas», ha ofrecido.

A lo largo de los dos próximos días, los concejales del Gobierno municipal darán cuenta del proyecto económico de sus respectivos departamentos. Posteriormente, la próxima semana, se abrirá el plazo de presentación de enmiendas que serán debatidas en comisión en el mes de enero, antes de que el proyecto económico sea llevado al Pleno para su aprobación inicial el 23 de enero.

Reacciones de la oposición

Desde EH Bildu, Xabier Ruiz de Larramendi se ha mostrado dispuesto a negociar para «buscar un acuerdo presupuestario que redunde en el bienestar y en una mejora de la calidad de vida de la ciudadanía gasteiztarra». «Ahora que tenemos el presupuesto más alto de la historia, lo que toca es devolvérselo a la ciudadanía con proyectos que mejoren su día a día y su calidad de vida», ha manifestado.

Iñaki García Calvo, del PP, ha censurado que «cada vez tenemos un presupuesto más alto en el Ayuntamiento y es a costa del bolsillo de los vitorianos, mientras tenemos peores servicios públicos, no se dan respuestas reales ni eficaces a los problemas de seguridad y vivienda, y no hay ningún proyecto estratégico que ilusione en la ciudad». 

Garbiñe Ruiz, de Elkarrekn Gasteiz, también ha señalado que «lo relevante no es que aumente el presupuesto, sino cómo se usa». Y, a su juicio, este proyecto «No transforma la ciudad, no corrige los desequilibrios, no responde a las urgencias. Es un presupuesto diseñado para mantener el rumbo actual, un rumbo que ya sabemos que no funciona».