El Eibar atraviesa su situación más delicada desde que salió por última vez del fútbol profesional, hace ya 16 años. En puestos de descenso desde hace dos jornadas, la dinámica descendente del equipo, que ha ganado un partido en once jornadas y encadena tres derrotas, no invita al optimismo. Y para empeorarlo, la crisis se traslada ahora a la grada.

Las penurias deportivas del equipo ya se estaban dejando notar en el sentir de una afición que, al menos en parte, considera que el Consejo de Administración debería haber destituido a Beñat San José, más aún teniendo en cuenta que el cese de Joseba Etxeberria el curso pasado se produjo con el Eibar cinco puntos por encima del descenso. En realidad, nada que se salga de la cotidianidad de cualquier equipo en apuros. Ni siquiera de la de una grada tan calmada como la de Ipurua, que incluso aplaudió en buen número a los suyos el pasado domingo, cuando perdió ante la Cultural Leonesa tras adelantarse en el marcador, repitiendo la pesadilla de su anterior encuentro en casa contra el Zaragoza.

Pero lo que no ha conseguido la delicada situación deportiva, lo ha logrado una decisión del Consejo de Administración. El próximo martes, el Eibar recibirá al Elche a las 19.00 para disputar la eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa. Este miércoles, el club emitía una nota, paradójicamente titulada «Precios populares para llenar Ipurua en la Copa», en la que se informaba que los abonados tendrán que pasar por caja para ver el choque copero –5 euros los niños, 10 el resto–. Si ya parece una medida cuestionable, con el equipo en descenso, en un horario complicado y ante un rival con poquito tirón, la empeora el hecho de que el club cobrará automáticamente a los abonados la entrada aunque no acudan al campo, a no ser que se tomen la molestia de liberar su asiento para que pueda ponerse a la venta.

El revuelo en la masa social fue instantáneo, considerable y se ha convertido en enojo con el paso de las horas, hasta el punto de que anoche, la mayoría de las peñas azulgranas rubricaron un comunicado conjunto en el que muestran su malestar y anuncian que no acudirán al partido. Recuerdan que el Eibar está «viviendo los peores momentos en cuanto a clasificación» desde que regresó al fútbol profesional en 2013 «y ya son varios años que el equipo no cumple con sus objetivos», y hacen hincapié en que para muchos abonados «será imposible» acudir el próximo martes a Ipurua por cuestiones laborales, lo que hace «incomprensible» que el partido sea de pago. 

Desde las peñas aseguran que la medida «demuestra la distancia» entre Consejo y afición. «La Dirección –prosigue la nota– no ha sabido entender el contexto o, lo que es más grave, incluso entendiéndolo, ha mantenido la decisión». Así que solicitan al Consejo que dé marcha atrás y anuncian que, de no ser así, «hemos decidido no acudir al partido». 

La nota está firmada por 14 peñas azulgranas, incluyendo la más numerosa, «Eskozia la Brava».

ADIERAZPENA/COMUNICADO pic.twitter.com/xBwHS9tVss

— ESKOZIA LA BRAVA (@EskoziaLaBrava) December 11, 2025

Cabe recordar que el club ha presupuestado pérdidas superiores a los cinco millones de euros esta temporada. Frente a semejante cifra, la recaudación por el cobro a los abonados en este encuentro, teniendo en cuenta horario, rival y las asistencias de los últimos partidos, difícilmente superaría los 35.000 euros. Y todo ello sucede a un par de semanas de que comience la campaña de renovación de abonos.

Y mientras tanto...

El cisma se produce en el peor momento, con el equipo sumergido en una dinámica sumamente preocupante. En las últimas once jornadas ha sumado solo siete puntos, ha conseguido una sola victoria, ha encadenado tres derrotas, desde su última puerta a cero ha encajado catorce goles en seis partidos y desde hace dos jornadas ocupa puestos de descenso.

No se atisba reacción y además despide 2025 con un calendario exigentísimo, que le llevará a disputar tres partidos en apenas siete días. Este sábado (14.00) visita a un Córdoba que se sitúa cinco puntos por encima con la obligación de ganar, cosa que no ha conseguido lejos de Ipurua en toda la temporada. El próximo martes recibe al Elche en dieciseisavos de final de Copa y solo tres días después, el viernes 19, disputa el último partido del año, que le enfrentará al Valladolid en Ipurua.