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Valencia Basket denuncia «violencia verbal e insultos racistas» de la afición del Maccabi

Los 7.500 aficionados hebreos reunidos en el Pais Arena de Jerusalén impidieron, entre otras cosas, la entrevista post partido de Pedro Martínez. El club taronja indicó en su escrito de protesta que aportará «pruebas gráficas» de ese «comportamiento incívico». 

Braxton Key dedica un cordial saludo a la afición del Maccabi de Tel Aviv reunida en Jerusalén.
Braxton Key dedica un cordial saludo a la afición del Maccabi de Tel Aviv reunida en Jerusalén. (@hizlihucum)

En un ejercicio de «normalidad» de la competición avalada y auspiciada por los mandamases de la Euroliga como son Paulius Motiejunas y Dejan Bodiroga, Valencia Basket, que perdió por 85-82 en su visita al Maccabi de Tel Aviv en el Pais Arena de Jerusalén –por estar La Mano de Elías ocupada por otro evento–, denunció «insultos racistas y violencia verbal» por parte de los 7.500 espectadores que se desplazaron a la «ciudad tres veces santa».

En la misma semana en la que se conocía que el duelo del Palau Blaugrana entre el Barça y el Maccabi tendrá lugar a puerta cerrada «por motivos de seguridad», la afición macabea se despachó a gusto e impunemente, a falta de que la Euroliga se pronuncie y se atreva a incluir en su rosario de multas la actitud de la grada israelí, libre ya de bridas y ataduras, y con la soberbia por bandera.

No es muy normal que un jugador estadounidense, aunque sea del equipo rival, abandone el parqué mostrando su dedo corazón a la grada del Maccabi, algo que el alero taronja Braxton Key hizo después de un partido que fue un calvario para Pedro Martínez y sus jugadores.

Después del encuentro, Valencia Basket explicó que estuvo en comunicación constante con Euroliga durante el partido y aseguró que aficionados de Maccabi profirieron «insultos racistas y violencia» hacia el club y su entrenador, Pedro Martínez. Según explicó la entidad, que dijo que aportará «pruebas gráficas» de ese «comportamiento incívico». 

Pedro Martínez: «Quizá sea su problema»

Además, afirmó que también seguidores impidieron al entrenador hacer la tradicional entrevista con la televisión al finalizar el encuentro disputado en Jerusalén.

En ese sentido, contrastó con la actitud de la grada rival con la elegancia de Pedro Martínez en sala de prensa, donde al fin pudo hacerse oír.

«No es asunto mío. Todos deben saber el ejemplo que dan como personas, como club, como aficionados. Para mí, no es un problema, quizá sea su problema», recalcaba el preparador catalán.

El club levantino señaló que este tipo de acciones «dañan no solo a la competición, sino a nuestro deporte en general, y son totalmente inadmisibles en un pabellón de baloncesto».

En este tipo de situaciones, la Euroliga una vez recibe las denuncias, estudia los hechos y si los ve punibles, abre un expediente y se dicta una resolución, un proceso que suele durar unos días.

Habrá que ver si en aras de la normalidad, la Euroliga aplica el mismo rasero también a la hora de multar al Maccabi, o si aplicará la «excepcionalidad» con la que permite a los clubes israelíes pasearse tranquilamente por la Euroliga con la impunidad por bandera.