El presidente ruso, Vladímir Putin, negó ayer que haya rechazado el plan de paz para Ucrania presentado por su homólogo estadounidense, Donald Trump, y subrayó que ahora «la pelota» están en el lado de Kiev y de «sus patrocinadores europeos».

«La pelota se encuentra totalmente en el lado de nuestros adversarios occidentales, principalmente del jefe del régimen de Kiev y de sus patrocinadores europeos», señaló Putin durante su gran conferencia de prensa anual, retransmitida por televisión.

Así, el mandatario ruso recordó que en la cumbre de agosto en Alaska «prácticamente aceptamos las propuestas del presidente Trump» después de que los emisarios de la Casa Blanca le pidieran hacer «ciertas concesiones».

«Estamos listos y queremos terminar el conflicto por medios pacíficos», remarcó Putin, y aunque en un momento dado consideró que no ve a Ucrania lista para abordar la cuestión territorial, uno de los principales escollos en las negociaciones, matizó que sí ha recibido «ciertas señales» de que Kiev quiere dialogar.

En cualquier caso, aseguró que Rusia está dispuesta a detener de inmediato la guerra si recibe garantías de seguridad, y reiteró que Moscú no tiene intención de atacar a Europa. «¿Habrá una nueva operación militar especial? No habrá ninguna operación si respetan nuestros intereses como nosotros intentamos respetar los suyos», añadió al dirigirse al corresponsal de la BBC.

En este sentido, recriminó al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, sus declaraciones sobre la necesidad de prepararse para una guerra con Rusia, porque, según recordó, Moscú ya no es considerado «enemigo» por EEUU.

FONDOS RUSOS

En relación con los fondos rusos congelados en Europa, cuya utilización para financiar a Ucrania fue descartada en Bruselas, Putin advirtió de que los países europeos «tendrán que devolver lo robado» y aseguró que tratará de recuperarlos por vía judicial.

«Robo no es la palabra exacta. Lo que están intentando hacer es un atraco», afirmó, antes de advertir de una «pérdida de confianza en la eurozona», ya que son «muchos los países» que mantienen en Europa sus «reservas de oro».

90.000 millones de euros para Ucrania, pero no rusos

Los líderes de la UE no lograron aprobar un préstamo de reparaciones para Ucrania debido al rechazo de algunos Estados a recurrir a los activos rusos congelados. Ante el bloqueo, optaron por emitir deuda conjunta para financiar un crédito de 90.000 millones de euros en dos años, un acuerdo del que quedaron fuera Hungría, la República Checa y Eslovaquia.

En la víspera de la cumbre celebrada el jueves en Bruselas, los líderes europeos insistían en que no había un plan alternativo y redoblaron los esfuerzos para aprobar un préstamo respaldado por los activos del Banco Central ruso, inmovilizados por las sanciones. Las gestiones, encabezadas por el canciller alemán, Friedrich Merz, fracasaron finalmente ante las exigencias de Bélgica de contar con garantías ilimitadas, consideradas inasumibles por varios Estados miembros.