Según ha informado la plataforma Zer Metro?, una de las entidades convocantes, aquel día unas 400 personas secundaron el llamamiento para «manifestar nuestro rechazo al expolio del patrimonio público del suelo que ha supuesto esa operación urbanística. La concentración fue apoyada por 23 colectivos sociales y asociaciones vecinales de Donostia».

En la resolución se apunta que la multa se impone por el corte del tráfico durante una hora en la Avenida de Nafarroa y la calle Secundino Esnaola. Los convocantes entienden que «nos encontramos ante una sanción que trata de limitar el derecho de expresión y manifestación», y denuncian que «la Ertzaintza trató de entorpecer desde el inicio el desarrollo de la movilización».

En la nota se explica que cuando se presentó la convocatoria se precisó que tendría lugar «en el espacio comprendido entre la Casa de Cultura Okendo y el nuevo edificio del BCC-GOe», y en previsión de que se reuniera «bastante gente» solicitaron que «se regulara el tréfico en los dos carriles de la Avenida de Nafarroa en dirección a la Zurriola».

«Sin embargo, unos 20 minutos ante de la hora de la concentración, varios agentes de la Ertzaintza se dirigieron con rudeza al grupo de organizadores que nos hallábamos junto a la Casa de Cultura para indicarnos que no íbamos a poder realizar la concentración ahí y que nos ordenaban trasladarla a la acera de enfrente, junto al ambulatorio», añaden.

Así se hizo, pero «a medida que un mayor número de gente se unió a la protesta, los propios manifestantes decidieron abandonar la estrecha acera del ambulatorio para situarse en el bidegorri y en la mediana de la Avenida de Nafarroa. Los agentes de la Ertzaintza se alinearon entonces ante los manifestantes, ocupando los otros dos carriles de la Avenida de Nafarroa, cortando todo el tráfico».

Charla-debate el 26 de enero

Por otra parte, en el comunicado se anuncia que el 26 de enero se llevará a cabo en la Casa de Cultura Okendo una charla-debate en la que participarán el periodista de investigación Ahoztar Zelaieta y el periodista gastronómico Josema Azpeitia «con el fin de cuestionar el modelo de alimentación y de negocio que promueve el Basque Culinary Center».