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La Guardia Civil disparó pelotas de goma al mar cuando los inmigrantes nadaban hacia Ceuta

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reconoce el uso de material antidisturbios en el agua, pero asegura que fue lejos de donde se hallaban los inmigrantes y que el objetivo era «hacer visible una barrera disuasoria» en el espigón que delimita la frontera. El director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa, había negado que los agentes hubiesen disparado hacia el mar.

Manifestación celebrada este miércoles en Madrid por los sucesos de Ceuta. (Gerard JULIEN / AFP PHOTO)

Primero fue que no, luego que sí pero solo en tierra, y ahora que sí pero en el agua, donde fallecieron al menos once inmigrantes subsaharianos. La versión de las autoridades españolas sobre lo acontencido en la frontera ceutí en la madrugada del pasado día 6 y sobre el uso de material antidisturbios para repeler a las personas que trataban de llegar a territorio europeo ha ido variando a lo largo de esta semana.

Este jueves ha comparecido en la Comisión de Interior del Congreso el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha reconocido que la Guardia Civil disparó material antidisturbios al agua desde la playa de Tarajal hacia el espigon que se adentra en el mar y que delimita la frontera entre el Estado español y Marruecos. Fernández Díaz ha explicado que las pelotas de goma impactaron en aguas españolas y que el objetivo era «hacer visible una barrera disuasoria», y ha remarcado que las autopsias realizadas a los fallecidos concluyen que murieron por sumersión, «sin que se encontraran en los cuerpos signos de violencia».

La versión de ministro no coincide con la del director de la Guardia Civil, quien en diferentes entrevistas radiofónicas negó la pasada semana el uso de material antidisturbios en el agua, a pesar de las declaraciones de algunos de los supervivientes en sentido contrario. Fernández Mesa amenazó ayer con querellas contra «todos» los que han «injuriado» a la Guardia Civil.

Cordón de agentes como línea fronteriza

Jorge Fernández Díaz se ha sacado además de la manga una rocambolesca interpretación de dónde empiezan y terminan los límites territoriales. Cuestionado por las devoluciones «en caliente» de los inmigrantes que lograron pisar la arena de la playa ceutí, el ministro ha negado que estuvieran en territorio español porque ante la dificultad de establecer una línea imaginaria en el mar que marque la frontera, esta se forma con el cordón que los guardias civiles forman en la orilla. Si no se rebasa dicho cordón no se entra en territorio español y, por tanto, los inmigrantes son expulsados al lado marroquí de la valla sin mayores preámbulos.

Fernández Díaz ha asegurado que esta forma de actuación está vigente desde 2005. Estas explicaciones no han convencido a la oposición, y el diputado de IU Ricardo Sixto le ha recordado que «España no empieza donde quiera la Guardia Civil».