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Arranca la campaña para el 26J con las Cortes en marcha, pero sin efecto

Con el Congreso y el Senado todavía en marcha en una sesión inútil ya que los temas que se aprueben no tendrán validez, comenzó de modo oficioso la campaña electoral para el 26 de junio. Los partidos preparan las listas y PSOE y Podemos se culpan de la repetición.


Decía Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, que la sesión del Congreso español de ayer era como «la representación de la orquesta del Titanic». «Pretenden que estemos aquí hasta el último momento como si no sucediera nada mientras la legislatura se acaba y se frustra», ironizó. Pues lo cierto es que, mientras muere el período de sesiones más corto de la historia reciente del Estado y nace un nuevo legislativo, las formaciones ya están haciendo campaña. Con el cronómetro ya en marcha, apenas habrá tiempo para preparar listas. Los argumentarios, por el contrario, llevan funcionando casi desde que se votó en el 20 de diciembre.

La posible confluencia entre Podemos e Izquierda Unida puede ser la única novedad en las planchas que se presenten el 26 de junio. Tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón han delegado en sus respectivos secretarios de Organización, Pablo Echenique y Adolfo Barrena, los detalles de las negociaciones, aunque los contactos ya están hechos. Eliminadas buena parte de las resistencias en la formación morada, habría que ver cómo afrontan la sinergia personas como Cayo Lara o Gaspar Llamazares. No obstante, los dos partidos no tienen la idea de hacer una coalición al uso y no sería descartable que solo compartan papeleta y algunos actos centrales, para desarrollar la campaña de modo independiente cada uno de los partidos.

El PSOE, por su parte, ya ha convocado las primarias que volverán a encumbrar a Pedro Sánchez como candidato. Lo harán en 15 días, celebrando la votación el 14 de mayo, aunque mantendrán las listas sin tocar. Ciudadanos, por su parte, no prevé consultar a las bases, aunque sí podría hacer retoques; el PP sí que tendrá que sustituir a Pedro Gómez de la Serna, que pasó al Grupo Mixto tras ser acusado de cobrar comisiones ilegales.

En cuanto al discurso, los partidos aprovecharon las últimas horas en las que el Congreso seguía en funcionamiento para repartirse las culpas. El PP cargó contra Ciudadanos, al que acusa de haberse plegado al PSOE por el acuerdo entre Sánchez y Albert Rivera; el PSOE insistió en presentarse como alternativa de izquierdas, mientras que Rivera planteó reducir el coste de la campaña en un 50%. Nada que no se hubiese escuchado antes.

 

El PP lleva Venezuela al pleno y UPN, otra votación sobre ETA

Pocos países habrá sobre los que se hable tanto en el Estado español como Venezuela. En las postrimerías de la legislatura y dentro de un pleno inútil, el PP volvió a llevar a debate una propuesta sobre presos como Leopoldo López que fue utilizada por la formación liderada por Mariano Rajoy para atacar tanto a Podemos como a EH Bildu, ya que Fernando Martínez-Maíllo aprovechó también para intentar descalificar a Arnaldo Otegi. Jaleado por representantes de la oposición venezolana que se encontraban en la tribuna, el portavoz del PP no estaba interesado en Venezuela, sino en el Estado español. «Se empieza criticando a un periodista y se termina cerrando periódicos como en Venezuela», lanzó Martínez-Maíllo. Onintza Enbeita (EH Bildu) y Aitor Esteban (PNV) tuvieron que recordarle que Madrid ya cerró «Egin» y «Egunkaria». Quien más recogió el guante fue Albert Rivera, autoeregido como representante de «los demócratas», donde ubicó a PP, PSOE, Ciudadanos, PNV, Democracia i Llibertat o UPN, las formaciones que votaron el texto. Todo ello en medio de los gritos y abucheos de la bancada del PP, que insultó a quienes, como Enbeita, defendieron la democracia venezolana.

Hoy, UPN lleva un texto a la comisión de Interior en la que, al rechazo a ETA, se le suma la defensa de la unidad de España y «no pagar ningún precio político o jurídico» por el cese armado.A.P.