Un judoka asombroso que quiere quitarse una espina y convertirse en «Glorioso»
Hace pocos días Sugoi Uriarte colgaba una foto en las redes sociales desde la Villa Olímpica de Río con una bandera del Alavés, ascendido a la Primera División del fútbol estatal.
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El judoka gasteiztarra, de 32 años y afincado hace varios años en Valencia, también quiere que su segunda participación olímpica le convierta en un ‘Glorioso’ vencedor.
Como en su deporte, el judoka ha recibido varios golpes a lo largo de su carrera deportiva. La peor, sin duda, quedarse a las puertas de la medalla de bronce en los Juegos de Londres 2012, donde tenía un objetivo entre ceja y ceja: dedicarle esa victoria a su madre, fallecida un año antes y razón por la que Sugoi Uriarte comenzó en el judo.
El nombre de Sugoi –figura mitológica con dos cabezas de serpiente– significa increíble o asombroso en japonés. Y asombrosa también ha sido su trayectoria. Lejos de venirse abajo con aquel sinsabor olímpico, algo a lo que le ha dado «muchas vueltas» y en lo que piensa «todos los días», el alavés llega a la ciudad de la samba con «hambre de revancha» en su «último cartucho» de obtener un metal. Y el judoka avisa: «Voy a por todas en Río. Seré un rival temible».
Su primer rival, a partir de las 15.42, será Nijat Shikhalizade, judoka de Azerbaiyán de 27 años. La competición de esta disciplina se disputa hoy al completo, por lo que las finales y metales también se deciden a lo largo de la jornada, a partir de las 22.00.
Un gran apoyo ante la adversidad
Cuatro años de diferencia hay entre la cita londinense y la carioca, tiempo en el que además de la edad, también ha experimentado otro tipo de crisis. El gasteiztarra se quedó sin la beca del Plan ADO, en la que llevaba siete años metido, porque solo se valoran los resultados en el Campeonato del Mundo. En esta nueva oportunidad, Uriarte, al que este hecho le parece algo «muy triste» e «injusto» –ha tenido que pagarse viajes de su propio bolsillo para competir–, podrá descargar toda la adrenalina en el tatami y demostrar que es un deportista con merecimiento de seguir en ese programa.
No le falta el apoyo de su pareja, la también judoka y olímpica Laura Gómez. ¿Podrán alcanzar un doble premio? Muchísima suerte a los dos.